LA TIERRA PROMETIDA / BASTARDEN

LA TIERRA PROMETIDA / BASTARDEN

por - Críticas
20 Mar, 2024 10:38 | Sin comentarios
Los viejos provocadores de Zentropa hacen ahora cine de época. Una película académica con un actor magnífico.

EL OBSTINADO

No importa el siglo elegido, tampoco la geografía: los actos de crueldad y el abuso del poder escriben y mancillan la historia. Puede ser Vietnam, Camboya, Paraguay. O también Dinamarca, como lo atestigua el relato de La tierra prometida, y en donde se confirma que lo atroz no es una excepción, sino una regla vergonzosa. Habrá quienes justifiquen esa regularidad en la naturaleza humana, otros dirán que son las contingencias las que determinan las conductas. En la película de Nikolaj Arcel, se insiste en que el caos subyace a todo y es en sí la fuerza secreta que malogra las buenas intenciones. El que desestima esa presunta clarividencia es el protagonista: Ludvig Kahlen. 

Dos indicaciones en el inicio. La primera es informativa: la región del relato es Jutlandia durante el siglo XVIII. El rey danés siempre ha deseado el desarrollo de la agricultura en esa región, aparentemente incompatible con el crecimiento de plantas comestibles, esperando como añadidura obtener más beneficios económicos a través de impuestos. La segunda indicación parece una maldición y una metáfora: “El páramo no se puede cultivar”. ¿Se trata solamente de una afirmación sobre labranza y rendimiento de suelos? Probablemente no. 

La suerte principal de esta versión cinematográfica de la novela El capitán y Ann Barbara (2022) radica en que Kahlen esté interpretado por Mads Mikkelsen. El dúctil y consagrado actor danés puede emplear las expresiones de su rostro como si fuera una cifra cambiante de estados de ánimo sin subrayados verbales y sin gesticulaciones ampulosas que expliciten el interior espiritual de un hombre reservado. El aprendizaje afectivo se impondrá al objetivo que mueve inicialmente su voluntad. El capitán retirado puede haber soñado que en la tierra baldía broten papas, fundar una colonia con el permiso del rey y ser convertido en noble. La aventura comenzó en 1755 y terminó en 1763. Pero eso no es lo que importa. En esos años, el bastardo (el título original en danés es Bastarden) habrá comprendido que hay cosas mejores que un título de nobleza y una posición económica a la altura de esa designación monárquica.

En sus peripecias se cruza un terrateniente inescrupuloso, antagonista tan fastidioso y banal como los miembros de la corte del rey que conspiran contra él, porque no admite el intento de erigir una colonia cerca suyo. Se suman campesinos, también algunos gitanos, siempre estigmatizados. Una niña gitana y una campesina viuda serán clave para el obstinado agricultor del tubérculo. La película se define por lo que pasa con ellas y no tanto por el éxito de su futura colonia. 

En efecto, el páramo geográfico es visible, no así el que refiere a la vida afectiva del protagonista. Lo que crece en él es más satisfactorio que las proezas alcanzadas por un agrónomo, lo que no impide que Arcel saque provecho del territorio elegido para filmar. Los planos nocturnos en que Kahlen trabaja en la zona de cultivo y la llegada de la nieve resultan un placer óptico indesmentible, contraste evidente con todas las escenas que transcurren en los palacios que no pueden disimular el mal gusto de los opulentos. Sea en el páramo o en los palacios, la escala de planos y las elecciones de encuadres no están libradas al azar.

El gran problema de La tierra prometida reside en el grotesco terrateniente Frederik De Schinkel, cuyo sadismo tiene demasiado lugar. Hay una ejecución meticulosa fuera de registro frente a las escenas de la película. El goce del poder puede ser rápidamente redundante y repugnante. Son escenas toscas, quizás narrativamente necesarias para asentar la banalidad y la estupidez de los poderosos de antaño y de siempre. Puede ser un vituperio justo para una clase de gente que hace de la humillación su único motivo de felicidad, objetivo ético comprensible, pero representado acá con poco ingenio y mucho apuro. Termina siendo una distracción que realza por contraste la verdadera nobleza del obstinado teniente.

La tierra prometida / Bastarden, Dinamarca, 2023.

Dirigida por Nikolaj Arcel.

Escrita por Nikolaj Arcel y Anders Thomas Jensen.

*Publicada por La Voz del Interior en el mes de marzo.

Roger Koza / Copyleft 2024

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