CRÍTICAS BREVES (156): 5 SANGRES / DA 5 BLOODS

CRÍTICAS BREVES (156): 5 SANGRES / DA 5 BLOODS

por - Críticas, Críticas breves
15 Jun, 2020 11:03 | Sin comentarios
Nadie podrá objetar la pertinencia política de fondo del film, aunque insuficiente para redimirlo de su prolongada agonía estética de principio a fin y otros yerros conceptuales.

5 sangres / Das 5 Bloods, Spike Lee, Estados Unidos, 2020

En el cine de Spike Lee lo sublime y lo ridículo acechan siempre, porque la propensión al desborde estético en búsqueda de emociones intensas, no lejos de una catarsis, suele ser el objetivo excluyente. En La hora 25, por citar un ejemplo notable, lo sublime conjuraba el ridículo; en Da 5 Bloods, el ridículo se apodera velozmente después de un montaje de diversos archivos que prometen rabia (siempre es inspirador ver y escuchar a Malcom X, Angela Davies, Muhammad Ali, Martin Luther King o Hồ Chí Minh) y tal vez algún disperso pasaje sublime. Tras ese prólogo con soul, un extenuante relato de falsa reconciliación y justicia, construido por un manojo de lugares comunes ideológicos y estéticos, prosigue un film didáctico en el peor sentido del termino y escrito y ejecutado como una ilustración apurada de hechos históricos, valores morales e ideas políticas. La historia se circunscribe al regreso de cuatro combatientes negros a Vietnam con una doble agenda: repatriar el cuerpo de un soldado caído en batalla y miembro de los “Cinco Sangres” y rescatar asimismo unos lingotes de oro enviados por el gobierno estadounidense a los aliados de Vietnam del Sur, que los escondieron décadas atrás. Las peripecias de los excombatientes incluyen la compañía de un francés mafioso, una exprostituta local y su hija, un guía turístico, una heterodoxa filántropa francesa y sus dos ayudantes, y el hijo del más traumado de los cuatro soldados; ninguno de lo personajes califica como tal, pues el empleo de estereotipos les resta cualquier matiz que los singularice y sus respectivas interpretaciones parecen una parodia del Método. Lee insiste con escenas que suelen rendirle muy bien en algunas de sus películas (un monólogo y un epílogo ascendente en tono de redención), pero no logra acá otra cosa que un remedo estilístico de aquellas. La mejor idea de todo el film radica en mantener a los personajes con la edad de hoy en los flashbacks que remiten a la acción en el campo de batalla, aunque el ingenio de ese procedimiento poético es subyugado por una musicalización ubicua y fuera de registro respecto de lo que se relata en esos pasajes.

Roger Koza / Copyleft 2020