CAE LA NOCHE EN BUCAREST / CÂND SE LASA SEARA PESTE BUCARESTI SAU METABOLISMl

CAE LA NOCHE EN BUCAREST / CÂND SE LASA SEARA PESTE BUCARESTI SAU METABOLISMl

por - Críticas
22 Jun, 2014 07:28 | comentarios

**** Obra maestra  ***Hay que verla  **Válida de ver  * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor

Por Roger Koza

EL METABOLISMO EN EL SIGLO XXI

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Cae la noche en Bucarest / Când se lasa seara peste Bucaresti sau metabolism, Rumania, 2013

Escrita y dirigida por Corneliu Porumboiu

*** Hay que verla

La tercera película de Porumboiu confirma su talento y un conocimiento preciso de su arte y el tiempo histórico en el que filma. 

El inicio de Cae la noche en Bucarest, tercera película del genial director rumano Corneliu Porumboiu (Policía, adjetivo), es literal aunque indirectamente una introducción a la teoría del cine y a uno de los temas preferenciales de nuestro tiempo: los cambios en la naturaleza de la imagen. Ansiedad pragmática, obsesión teórica, constatación empírica: el cine se está transformando delante de nuestros ojos.

Paul, un director de cine, discute con su actriz, Alina, la diferencia entre el cine analógico y el digital. Él, como director, se ha formado en la era del fílmico, lo que implica ciertas restricciones a la hora de filmar y afecta la puesta en escena. A diferencia del registro digital, que desconoce un límite inmediato, el rollo de 35mm alcanza para 11 minutos ininterrumpidos de registro. Paul le explica a Alina, una actriz con experiencia teatral (un matiz del personaje que no es menor), las consecuencias que la época digital de la imagen tendrá para el cine. Todo esto sucede mientras van en un auto camino a la casa del director para ensayar una escena que implica un desnudo de la actriz.

Cine digital o no, la seducción entre cineastas y actrices se mantiene inmune. Paul y Alina, además de pensar y repasar juntos la escena en cuestión, practicarán un poco de erotismo. Porumboiu, un cineasta de la vieja escuela, sólo dejará que se escuchen los sonidos del amor y apenas mostrará el famoso cigarrillo y la ducha posteriores. También dejará en claro pero sin subrayar que Alina está con alguien, y que hay aquí un amorío clandestino, típico de los rodajes. Economía formal formidable y elegancia de un cineasta: más que decir, Porumboiu muestra dos cosas: todo lo que se filma responde a una política de la forma; con eso se puede decir casi todo.

En el quinto plano, Paula y Alina discurren sobre las diferentes tradiciones culinarias del mundo. ¿Es la gastronomía china más sofisticada que la francesa? ¿La árabe es más primitiva? Los argumentos pasan por identificar si los cubiertos determinan una dietética, pues en otras culturas se come con otros cubiertos o directamente con la mano. Esta conversación al paso señala metafóricamente la segunda parte del título original del filme, que ha quedado en fuera de campo en la versión vernácula: “Metabolismo”.

Si hay algo que expresa Cae la noche en Bucarest es el síntoma de una transformación en la vida de las imágenes de la que se predica un cambio metabólico en cómo vemos el mundo a través de ellas. Los nutrientes de la vida anímica son mayoritariamente visuales: es esto lo que aquí se intuye y en cierta medida se padece. La gastritis (o falsa úlcera) de Paul es otro recurso magnífico con el que se difiere la angustia del fin del cine del siglo XX. En este sentido, las imágenes de la endoscopía de Paul, tomadas por una mini cámara digital, no sirven solamente para que la productora del filme que está rodando Paul se quede tranquila, sino que también sugieren el alcance de lo digital en materia de registro. Todo, absolutamente todo, puede ser filmado; ya no hay límites.

17 planos secuencia, a menudo fijos, componen esta pieza de cámara intempestiva en la que el deseo, el cine, nuestra relación con la técnica y el tiempo se ponen en juego. Porumboiu filma a la vieja usanza pero su película no podría ser más contemporánea. La actualidad de Cae la noche en Bucarest coincide con un tiempo en el que los espectadores ya no distinguen durante una proyección si lo que ven es una imagen digital o analógica. Puede parecer irrelevante y puntilloso, pero se trata de un nuevo régimen de luz y un cambio en la materia misma del cine. El cine de Porumboiu es cine del presente.

Esta crítica fue publicada en otra versión en el diario La voz del interior en el mes de junio 2014

Roger Koza / Copyleft 2014