SEMANA DEL 21 al 27/07 EN CINECLUBES
LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470.
23 de julio, a las 20.30hs: Ciclo Brasil, una nación poderosa (y Herencia y presencia del Cristianismo):
Fin y principio, de Eduardo Coutinho, 2005
110 minutos / ATP
Antes de la película principal, a las 19.45hs, se proyectará el mediometraje Abbas Kiarostami, verdades y mentiras, de Jean-Pierre Limosin, Francia, 1994
El lúcido realizador carioca Eduardo Coutinho visita un pequeño poblado del norte de Brasil, el territorio simbólico y político del genial Glauber Rocha, y a través de su peculiar metodología socrática de indagación consigue que un grupo familiar muy numeroso revele las estructuras sociales y culturales que lo constituyen; sus cuerpos develan una historia; sus palabras, un sistema de creencias. En efecto, la paradójica intimidad distante que establece Coutinho con sus entrevistados extrae de éstos discursos teológicos, históricos y existenciales, una radiografía social, a veces de una riqueza conceptual inimaginable en un contexto en el que la sequedad es mucho más que una condición climática. Los primeros planos de los rostros dignifican; el realizador consigue que sus protagonistas se singularicen a través de sus respuestas, por momentos geniales y de un rigor filosófico insólito. Hay disquisiciones cosmológicas, exégesis bíblicas heterodoxas y variadas meditaciones sobre la vida y la muerte, lo que permite verificar un modelo de saber que no es ni académico ni cosmopolita pero estimable y legítimo, más allá incluso de cualquier caridad antropológica. El Brasil de Coutihno no es de postal; nada de garotas, Cristos, Ronaldinhos, carnavales y el ritmo de samba. Se trata de un Brasil profundo, curtido por su pobreza material pero redimido por su excelencia espiritual, sin por esto transformar la carencia en una virtud o en condición necesaria de una sabiduría popular. (Roger Koza, programador)
LA FALDA: RESTAURANTE UGOLINO, 9 DE JULIO 470
24 de julio, a las 20.30hs:
Opera Jawa, de Noughoro Garin, Indonesia, 2006
120 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Las variaciones Marker, de Isaki Lakuesta, España, 2007
Opera Jawa, una de las 6 películas que componen el New Crowned Hope, proyecto cinematográfico de la Viennale con el que se celebraron durante el 2006 los 250 años del nacimiento de Mozart, es, como dijera un cinéfilo amigo, un OCNI: objeto cinematográfico no identificado. Se trata de un musical gameleano, que combina instalaciones, teatro tradicional de sombras, música clásica y pop vernáculas, danzas clásicas y contemporáneas, en una apropiación política y melodramática de un pasaje del Ramayana, poema épico de la cultura hindú, que va mucho más lejos de lo que alguna vez hiciera Peter Brooke con su adaptación del Mahabarata. En el inicio se lee: «Esta película es una versión de la abducción de Sinta. A menudo dramatizada en la danza javanesa y el teatro de marionetas. En la historia, los reyes Rama y Rahwana aman a Sinta y pelean por ella. Al final, Sinta es llevada por Rama a la prueba de fuego para probar su amor y su pureza». La traducción en tiempo presente de este verso introductorio no deja de ser soberbia y genial, pues esta historia de celos que compromete a una bailarina, un alfarero y un comerciante poderoso se enlaza con una revuelta social significativa: «¡Acabemos con la pobreza! ¡Basta de explotación!». Concebida como un réquiem, Opera Jawa es una de las películas más extraordinarias de la primera década del siglo XXI, un film que articula lo privado y lo político, la modernidad y la tradición, lo mítico y lo social, en un relato que excede su contexto cultural, pues, como dice el coplero wayang, «Desde nuestro ancestro Adán hasta Adam Smith, todos quieren saber qué ocurrió en verdad». (RK)
VILLA GIARDINO: SALA TEATRO-CINE ALEJANDRO GIARDINO
27 de julio, a las 20.00hs:
El nacimiento del amor, de Phillip Garrel, Francia, 1993
90 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Antes de la película principal se proyectará el mediometraje Phillip Garrel, un artista, de François Etchegaray, Francia, 1998
Una investigación sobre el amor, la vida familiar y la amistad protagonizada por Lou Castel, Jean-Pierre Léaud y Johanna Ter Steege, esta película autobiográfica en blanco y negro es una de las primeras películas vistas aquí del muy influyente Phillip Garrel, aunque previamente había realizado docenas de películas, algunas experimentales, todas muy personales (un hijo espiritual de Jean-Luc Godard, cómodo con las texturas y climas del cine mudo, y también padre espiritual de Leos Carax). Relativamente indiferente a la prolijidad narrativa canónica, esta película gira en torno a las emociones de un actor profesional (Castel) que sufre una especie de crisis de los 40 y periódicamente se separa de su mujer, su hijo adolescente y una hija menor para tener relaciones amorosas con mujeres más jóvenes. La belleza y la fuerza del film descansan casi por completo en la poética de sus imágenes y sus ritmos, y en sus poderosos pasajes emocionales más que en su fluidez narrativa. Su admirable fotografía está en manos de Raoul Coutard, quien rodó la mayoría de las primeras películas de Godard. (Jonathan Rosenbaum)
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