SEMANA DEL 11 AL 17/05 EN CINECLUBES
LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470
13 de mayo, a las 20.30hs: Ciclo China en 7 películas
El barrilete azul, de Tian Zhuangzhuang, China, 1993
138 minutos / ATP
Antes de la película principal se proyectará en el horario de las 20.20hs el cortometraje La aldea de Zhanxiou, de Chen Kaige, China, 2007
El único miembro de la quinta generación que no se convirtió al dogma oficial del estado chino, decadente y perversamente paradójico, es Tian, cuya película El barrilete azul sigue estando prohibida en su país. La historia de China de 1953 a 1968, vista y sentida por un niño, podrá molestar a los maoístas ortodoxos, pero una mirada atenta revela que el punto de vista de Tian es más complejo, y que su interés pasa por comprender y mostrar cómo la historia política configura y transfigura la intimidad, incluso constituye un modelo de infancia. Tian, además, mantiene la altura de cámara a la altura de la mirada del niño, y eso le permite eludir la tentación de juzgar las hipocresías de los burócratas estatales o la adopción acrítica de una revolución cultural legítima, aunque a medida que el niño crece también se intensifica un tipo de observación no desprovista de desaprobación, sufrimiento y fastidio. La austeridad estética se traduce en un virtuoso registro de las locaciones y en un destacado retrato de la infancia despojado de todo sentimentalismo, austeridad que nada tiene que ver con pobreza o insuficiencia de recursos, pues el octavo film de Tian es otra muestra más de su ostensible maestría. (Roger Koza)
VILLA GIARDINO: SALA TEATRO-CINE ALEJANDRO GIARDINO
17 de mayo, a las 20.00hs:
Encuentros en el fin del mundo, de Werner Herzog, EE.UU., 2007
83 minutos / ATP
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Maestros, de Alexander Kluge, Alemania, 1963
En este viaje de aventuras a la Antártida, Herzog insiste sobre sus obsesiones temáticas: formas de vida extremas y heterodoxas que estén en el linde de la civilización, allí en donde nuestra especie se confunde con las otras sin distinción metafísica alguna. En ese paisaje frío y despoblado Herzog encuentra a sus excéntricos de turno: físicos, biólogos, contorsionistas, descendientes de aztecas, músicos amateurs, solitarios y freaks para todos los gustos. Es otra Humanidad. En las profundidades de un océano congelado habitan criaturas marinas extrañas, casi un universo paralelo, mientras que la vida en la superficie polar es escasa, y, si se trata de los populares pingüinos, Herzog no hallará ninguna semejanza con la vida humana, aunque mostrará un posible pingüino demente y listo para terminar con su vida y le preguntará a un científico sobre la homosexualidad de esta ave marina. Humorística y fascinante, Encuentros en el fin del mundo incorpora material de archivo al registro casi observacional del director, como sucedía también en El hombre oso y en La salvaje lejanía azul, dos películas precedentes con las que comparte una extraña mirada (casi utópica) sobre un hipotético mundo post-apocalíptico. (RK)
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