LOS OLVIDADOS: WILLIAM KEIGHLEY

LOS OLVIDADOS: WILLIAM KEIGHLEY

por - Columnas
05 Oct, 2023 09:27 | Sin comentarios
Considerado por gran parte de la crítica un rutinario empleado de la Warner, William Keighley ha dirigido, sin embargo, varios títulos interesantes.

Nacido en Filadelfia en 1889, abandonó tempranamente sus estudios y comenzó a trabajar como mensajero en un ferrocarril, al mismo tiempo que dedicaba parte de su tiempo a estudiar en la Ludlum School of Dramatic Art. En 1912 se unió a una compañía especializada en trabajos sobre Shakespeare y debutó como actor en Broadway en 1915, dirigiendo por primera vez una obra en 1928. En el cine se inició en el momento en el que llegaba el sonido, trabajando como asistente de dirección y director de diálogos; en 1933 debutó en la dirección. Con contrato en la Warner, donde desarrolló casi toda su carrera, a lo largo de dos décadas dirigió películas de diversos géneros, logrando sus mejores trabajos en films de gángsters y algunas comedias. Durante la Segunda Guerra, Keighley encabezó el departamento de cine de la Armada Aérea, dirigiendo en Inglaterra un documental sobre la RAF. Luego de su retiro, en 1953, residió en París donde se dedicó a la fotografía, ganando varios premios y llegando también a dirigir un museo. En 1972 se trasladó a Nueva York, ciudad en la que falleció en 1984.

William Keighley

Se podría caracterizar a Keighley como un eficiente artesano, si se considera a varias de sus películas, sobre todo las de gángsters, siempre duros relatos en los que aparece el inevitable y forzado final feliz. Realizador de interesante pulso narrativo y muy buen director de actores -su intérprete emblemático fue James Cagney, que con él produjo algunos de sus mejores papeles- supo también conseguir de Bette Davis infrecuentes rasgos de comediante. También hay que destacar en sus películas una muy buena caracterización de personajes, en varias ocasiones de ambiguos matices y los excelentes secundarios que aparecen en sus films, así como su capacidad para introducir momentos de humos dentro de relatos dramáticos. Y también corresponde señalar la presencia en sus películas de algunos memorables villanos, interpretados por Humphrey Bogart, Richard Widmark o Claude Rains y que -a diferencia de muchos directores de la época- nunca trabajó en la televisión. Pasemos entonces a recomendar algunas películas de William Keighley que justifican su inclusión en esta columna.

CONTRA EL IMPERIO DEL CRIMEN (G-Men, 1935) es el primero de una serie de films de gánsters y en él James Cagney se coloca por primera vez del lado de la ley, interpretando a un abogado que, ante el asesinato por parte de la mafia de un amigo, decide ingresar en el Departamento de Justicia, aunque sin que el actor abandone los rasgos que lo caracterizaron como truhan, en un film de sostenido ritmo y gran solvencia narrativa y en el que pasa de todo..

The Prince and the Pauper

BALAS O VOTOS (Bullets or Ballots, 1936) es otro vigoroso relato en el que un policía del FBI (Edward G. Robinson) se infiltra en un grupo mafioso para poder descubrir a sus jefes, al mismo tiempo que sostiene una relación de ambiguas características con un integrante de la banda en un peligroso juego de lealtades y reacciones y en el que Humphrey Bogart interpreta a un despiadado asesino sin el menor atisbo de conciencia.

PRINCIPE Y MENDIGO (The Prince and the Pauper, 1937) es una buena adaptación del clásico relato de Mark Twain en el que el joven heredero de la corona de Inglaterra conoce casualmente a un muchacho que se dedica a la mendicidad y decide, aprovechando su parecido, intercambiar papeles con él, con imprevisibles consecuencias. Un film que, tras el aparente aspecto de un relato para niños, ofrece escenas de gran violencia y en el que la ambigüedad vuelve a estar presente.

CADA AMANECER MUERO ( Each Dawn I Die1939), Aquí James Cagney interpreta a un periodista injustamente condenado por asesinato que va a dar con sus huesos a la cárcel donde entrará en relación con un gánster. Buena descripción de la vida carcelaria donde otra vez aparece el juego de lealtades y traiciones con una notable secuencia final, la de la masacre de los presos en un fallido intento de fuga del que, desde luego, Jimmy sale indemne.

ZONA TORRIDA ( Rorrid Zone, 1940) está ambientado en un improbable país latinoamericano en que se dan variadas peripecias entre un capanga del lugar, el outsider que interpreta Cagney y una cantante yanqui de cabaret (ambos quieren irse a los Estados Unidos); también hay un bandolero condenado a muerte que cumple un importante papel. Relato atractivo con algunas vueltas de tuerca y Ann Sheridan en su esplendor como seductora femme.

LA NOVIA CAYO DEL CIELO ( The Bride Came C.O.D.) es una atractiva comedia en la que un piloto de aviones es contratado por el padre de una rica heredera para evitar que se case con un cantante. Inesperada química entre Cagney y Bette Davis en un terreno infrecuente y varias secuencias recordables, la que ocurre en el avión, la de la noche en el desierto y las que trascurren el pueblo ffantasma donde vive un insólito personaje.

EL HOMBRE QUE VINO A CENAR (The Man Who Came to Dinner, 1942) es una brillante comedia adaptada de un éxito teatral de Broadway por los hermanos Epstein en un film de gran ritmo, filosos diálogos y notable timing, con Monty Wooley, como un cínico cronista radial, destacándose por sobre dos estrellas como Bette Davis y Ann  Sheridan y una notable galería de secundarios. Entre las comedias de Hollywood notables de esos años.

The Street With No Name

LA CALLE SIN NOMBRE (The Street With No Name, 1948) está narrada en el estilo semidocumental de varios films de esos años. Un policía del FBI novato se infiltra en un grupo mafioso para intentar destruirlo, mientas estos también tienen su hombre comprado en el FBI, Una vez más aparecen las conductas ambiguas y contradictorias de los personajes, en un film en el que la iluminación de Joe MacDonald y la interpretación de Richard Widmark, como el sádico jefe mafioso, son puntos altos.

LA ROCA (Rocky Mountain, 1950) es un atípico western que transcurre en gran parte en un único espacio (la cimbre de un cerro) y en el que se muestran (tras el pretexto de la búsqueda de un personaje siempre fuera de campo) aspectos del enfrentamiento entre yanquis y confederados que, tras la masacre de estos últimos por parte de los indios, son objeto en un inesperado homenaje por parte de sus antagonistas.  

EL BRIBÓN DEL MAR (Master of Ballantrae1953) es el último film del director, adaptación de una novela de Robert Stevenson, ambientada en el siglo XVIII, en Escocia. El jefe de los insurrectos (Errol Flynn) es traicionado por una mujer despechada y debe pasar por numerosas peripecias para limpiar su buen nombre y honor. Relato de aventuras sin demasiado vuelo pero entretenido y con buenas escenas de acción.

Jorge García / Copyleft 2023