SEMANA DEL 30/06 al 06/07 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 30/06 al 06/07 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
29 Jun, 2008 04:40 | Sin comentarios

LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470.

2 y 9 de julio: NO HAY FUNCIÓN (INSTALACIÓN DE NUEVO EQUIPO DE CALEFACCIÓN EN EL CINE LUIS BERTI)

LA FALDA: RESTAURANTE UGOLINO, 9 DE JULIO 470

3 de julio, a las 20.30hs:

En la ciudad de Sylvia, de José Luis Guerín, España, 2007.

84 minutos / Apta para todo público

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje  Los niños no pierden nada, de Sharunas Bartas, Lituania, 2004. (Cortesía del cineclub La Quimera)

El regreso a la ficción de José Luis Guerín de ningún modo constituye un paso atrás. El rigor de Tren de sombras y En construcción están al servicio de su infatigable búsqueda respecto de la naturaleza del cine, y en ese sentido, la ficción, cuya índole narrativa obliga a contar, no socava la voluntad primera del cine que consiste en registrar lo real para hallar algo que sin la cámara no tendría visibilidad. Un joven, quizás poeta o pintor, está por algún motivo en Estrasburgo. Es un voyeur, le gusta sentarse en cafés y observar, principalmente a mujeres (bellas). Hasta que un día cree ver entre ellas a un viejo amor, a quien seguirá por un rato. Con esta anécdota, Guerín visita un territorio explorado por Linklater (Después del Atardecer) pero desprovisto del bello exceso dialógico y la explicación psicológica, aunque sí comparten cierta curiosidad estética sobre el espacio histórico y viviente de la ciudad. Guerín ha señalado que su película está vaciada (no vacía), del tal modo que el espectador pueda escribir la historia que va descubriendo. Ocurre que Guerín convierte un bar en un microcosmos pletórico de belleza, un mundo repleto de signos que en la mirada del protagonista incluye la mirada de quien mira la película. O compone planos elegantes y cadenciosos, planos secuencia móviles, de tal modo que la «persecución» es literalmente un paseo en la mejor tradición de la literatura de Robert Walser. El trabajo sobre el sonido es un exquisito concierto de elementos ciudadanos. Pero el paroxismo de la hermosura adviene cuando Guerín transforma un viaje en tren en una gran lección materialista de cine: imágenes en movimiento, momento en el que también habrá de postularse una tesis de otro orden: la distancia entre el recuerdo y la imaginación, o cómo la fantasía reviste a la memoria de su propia lógica. (Roger Koza, programador)

VILLA GIARDINO: SALA TEATRO-CINE ALEJANDRO GIARDINO

6 de julio, a las 20.00hs:

Editado, de Brian De Palma, EE.UU., 2007

90 minutos / No recomendada para menores de 18 años

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje La muerte de Stalin en Bohemia, de Jan Svankmajer, República Checa, 1990 (Cortesía del cineclub La Quimera)

Esta película rabiosa y desesperada de Brian De Palma es una de las pocas películas que intentan señalar que la expedición democrática norteamericana a Irak no sólo repite los errores y horrores de Vietnam, sino que perfecciona la crueldad y la ignorancia de sus tropas, aunque también constituye, como en tantas películas del realizador, una meditación sobre el lugar que ocupan las cámaras de filmar en la vida contemporánea. Basándose en un hecho real en el que una joven de 14 años fue violada y asesinada por unos soldados estadounidenses, De Palma, con un presupuesto mínimo, decide rodar en digital, según él, para evitar la protección que suministra la imagen cinematográfica. El objetivo es la inmediatez. Lo que se ve parece haber sido registrado por la cámara digital de un soldado raso, un posible documental. Es un efecto perceptivo, también una provocación. Interpretada por actores ignotos, a menudo se ha insisto en la debilidad dramática, un juicio desacertado, pues los intérpretes, en el egoísmo extremo y la banalidad ostensible de sus actos y gestos, materializan una mentalidad reconocible, y probablemente resultarían inverosímiles si se tratase de estrellas de cine. Las proezas técnicas del director están contenidas, aunque un vistoso plano secuencia habrá de saciar a sus seguidores, pasaje en el que los soldados juegan a los naipes. (RK)