SEMANA DEL 19 AL 25/10 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 19 AL 25/10 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
19 Oct, 2009 01:27 | Sin comentarios

LA CUMBRE: EN EL CINE LUIS BERTI, BELGRANO 470

21 de octubre, a las 20.30hs: China en 7 películas

La bicicleta de Pekín, de Wang Xiaoshuai, China, 2001

113’ / +13

Cortometraje: a las 20.15hs, Madame Tutli-Putli, de Chris Lavis y Maciek Szczerbowski, Canadá, 2008

Poderosamente influenciada por El ladrón de bicicletas, esta película es un elegante y simple retrato de lo que significa poseer algo y cómo esto puede simbolizar algo más importante. Un joven mensajero, recién llegado del campo, se propone atravesar los intrincados callejones de Pekín para recuperar su bicicleta robada, clave para su trabajo y su futuro. Por un golpe de suerte, la reconoce, así como al ladrón adolescente, lo que significa un nuevo círculo de amigos e incluso una novia. Ambos rechazan abandonar sus demandas, hasta que finalmente acuerdan compartir la bicicleta en días alternos, algo que no puede durar mucho. En el inicio, el director Wang Xiaoshuai desarrolla una oposición entre el mensajero y los adolescentes de la ciudad, pero luego cambia para concentrarse en aquello que comparten, lo que implica una intensidad emocional que los lleva a considerar el hecho de poseer la bicicleta como si se tratara de una cuestión de vida o muerte. (Hank Sartin)

VILLA GIARDINO: EN EL TEATRO ALEJANDRO GIARDINO

ÚLTIMA FUNCIÓN DEL AÑO EN VILLA GIARDINO

25 de octubre, a las 20.00hs: Erice en foco

El sol del membrillo, de Víctor Erice, España, 1993

95’/ ATP

La tercera y última película de Víctor Erice, otra obra maestra en su haber, confirma que la lentitud de su carrera es proporcional a su maestría intempestiva; sin duda, el maestro de José Luis Guerín y Mercedes Álvarez es uno de los autores más importante de la historia del cine, a pesar de que, como Terrence Malick, ha realizado sólo tres películas en más de 30 años de carrera. El sol del membrillo es un ensayo fílmico sobre el arte en general y la pintura en particular. Las obsesiones de Erice son compatibles con las del plástico Antonio López. La preocupación de López por la luz del sol, los membrillos y su mirada tiene como correlato la de Erice por cómo retratar el acto creador y su extraña relación con la vida cotidiana, incluso la crónica social y política. A partir de una historia tan menor, como la de López intentando pintar los membrillos que él mismo sembró, Erice traspasa el realismo inicial hasta llegar a un epílogo poético y onírico, en donde el realizador pone en escena un sueño de López. La preparación de esa secuencia incluye un homenaje a El ciudadano de Welles, y, sin duda, constituye la quintaesencia del cine de Erice, como también una defensa noble de una concepción casi extinta del cine entendido como arte. (Roger Koza)