SEMANA DEL 07 AL 13/12 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 07 AL 13/12 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
07 Dic, 2009 02:17 | Sin comentarios

SAN MARCOS SIERRAS: CAMPING MUNICIPAL

12 DE DICIEMBRE

A las 20.00hs

Süden, de Gastón Solnicki, Argentina, 2008

67 minutos / Apta para todo público

Cortometraje: Las estatuas también mueren, de Alain Resnais y Chris Marker, Francia, 1953

Süden es, en primera instancia, un documental sobre el esperado regreso del compositor argentino Mauricio Kagel, radicado en Colonia, Alemania, tras 40 años de no visitar su país. Invitado por el Centro de Experimentación del Teatro Colón en el 2006, Kagel vuelve a ver Buenos Aires, una ciudad que parece apreciar aunque no la ha elegido para vivir. El film no explicita por qué se fue décadas atrás, aunque indirectamente deja bien en claro el conjunto de desgracias que todo artista dedicado a la música contemporánea tiene que enfrentar si pretende ser fiel a su profesión y vivir en Argentina. En escasos 67 minutos, Solnicki registra ensayos y anécdotas simpáticas de algunos de los músicos (una desopilante visita a un dentista, la compra de facturas, una fiesta de recepción en una embajada, la discusión insólita con un afinador profesional). El momento cardinal y sublime, se cree, habrá de ser la presentación en el Teatro Colón. Pero Solnicki es valiente y lleva la película hacia otra dirección. Se trata de entender la música y ver cómo el arte, eventualmente, puede alterar la existencia cotidiana. Así, Süden funciona por contrapuntos y oposiciones. Es una película de primeros planos precisos que se armonizan con planos medios y algunos generales, de lo que se predica un juego entre lo singular (el músico) y lo general (la música) que permite ver el proceso creativo, el trabajo musical en sí. La puesta en escena interactúa con la materia musical, de tal modo que los planos se orquestan más que se compaginan. Las operaciones de montaje se anticipan a la partitura. Dice Kagel: “Yo sé que en Buenos Aires la música es esencial para la vida. De alguna manera es un sustituto para todo lo que no funciona a nivel político y social”. Extraña declaración de resonancias románticas; la música, finalmente, como medicina y consuelo, pero, después de ver Süden, la música, también, como práctica espiritual destinada a contrarrestar el devenir brutal de la vida diaria. Los planos de Solnicki evocan otra humanidad posible. (Roger Koza, programador) 

A las 21.50:

Sonata de Tokio, de Kiyoshi Kurosawa, Japón, 2008

119’ / +13

Cortometraje: El empleo, de Santiago Bou Castro, Argentina, 2008.

Narrativamente impredecible y estéticamente sobrio, el film de Kurosawa concentra su relato en la secreta pauperización de la clase media japonesa; la institución elegida es una familia, constituida por dos hijos, esposa y el espantoso concepto, aquí pertinente, de jefe de familia. El más pequeño todavía está en la escuela, mientras sueña con aprender música. La mirada de Kurosawa es micropolítica y estructural. El Tokio de Kurosawa es despiadado: un hombre de 40 años, en términos laborales, es prácticamente un anciano. En esa ciudad, además, hay ollas populares, y parece ser normal que la visiten los ejecutivos despedidos. Es un orden social piramidal y excluyente. Así descripta, Tokyo Sonata parece ser una novedosa aproximación del realizador al realismo social, y en un principio lo es. Sin embargo, cuando la película se acerca al epílogo, Kurosawa le impone al relato un devenir fantástico aunque contenido. Un conjunto de situaciones inverosímiles (un robo, un hallazgo de dinero, un accidente callejero, una absurda visita a la comisaría) altera inesperadamente la totalidad del registro, una aceleración de la crueldad por vía del absurdo que podrá ser inverosímil pero que está subordinada a una coda extraordinaria, momento en el que el arte se constituye como el único consuelo confiable. Kurosawa hace de la elipsis un efecto sobrenatural. El niño, al que vemos siempre cerrar el piano cuando termina sus clases y nunca vemos tocar, cierra la película interpretando a Debussy. Es un instante sublime, un envés de los silencios totales que acompañan a las escenas más dolorosas de la película. (RK)