NOTAS DEL SIMPOSIO

NOTAS DEL SIMPOSIO

por - Ensayos
15 Oct, 2020 11:49 | Sin comentarios
4TRO V3INT3 abrirá la nueva edición del Doc Buenos Aires. A propósito de ese film, algo sobre el cine de Perrone y los jóvenes.

Las noticias que llegan del simposio celebrado el 17 de octubre de 2097, en la Universidad Nacional de San Pedro, son auspiciosas. Finalmente, tras años de estudio, los sociólogos pudieron conjeturar los elementos constitutivos de la juventud periférica del cono sur en el cambio de siglo y primeras décadas del siglo a punto de sucumbir. Habían trabajado con múltiples documentos y a lo largo del estudio hallaban contradicciones insalvables; las dudas se propagan en cada encuentro. El obstáculo era el siguiente: no podían comprender cuál era la fuerza secreta de los pibes y pibas, ese plus que permitía que los jóvenes arrojados a un universo simbólico a la deriva no eligieran tomarse al pie de la letra a algunos poetas y músicos de aquel tiempo, aquellos que postulaban en actos extremos la no obligatoriedad de seguir pactando con el oxígeno. Quitarse de la vida no tenía ningún eco ritual ligado a la dignidad, como en la sofisticadísima cultura nipona antigua y medieval. Los shinigami resultaban una invención excesiva para los adolescentes de Ituzaingó, a pesar de que entre estos no faltaban lectores de manga. Los pibes tenían sus propios poetas caídos y músicos rebeldes.

La revelación de este simposio tuvo que ver con el hallazgo de varios discos rígidos con una cinta adhesiva que decía: “Los pibes de Perrone”. Se trataba de la colección de varias películas de un célebre cineasta independiente del este del conurbano bonaerense. Había filmado por décadas cuantiosas películas y muchas de estas tenían como protagonistas a grupo de personas de entre 15 y 25 años. A diferencia de la mayoría de los llamados cineastas independientes, Perrone no pertenecía a las clases acomodadas; esto se evidenciaba en la sensibilidad artística, acaso proletaria. Los prejuicios de clase y otras distracciones propias de los cineastas acomodados ante realidades desconocidas no teñían la obra de este cineasta. Los sociólogos vieron muchísimas películas de Perrone, pero se detuvieron sobre CanadáLas pibasP3nd3jo5RagazziCorsario y otras más. 

Entre las tantas que revisaron se sorprendieron por un título misterioso: 4TRO V3INT3. Después de descifrar esos signos anómalos entendieron que este film de Perrone tenía una peculiaridad: el registro pertenecía completamente a los retratados. Esto les interesó enormemente, porque se trataba de un retrato sin la mediación de este artista singularísimo, 50 años mayor que sus intérpretes. Con este film pudieron terminar de delinear varias hipótesis. 

Aquí un resumen del informe sobre 4TRO V3INT3, que dio lugar a una noticia magnífica. Se está trabajando en un libro: Tratado estético juvenil. En todo caso, las citas a continuación son fragmentos de ese prolegómeno al tratado.

Dice así: 

“Los jóvenes de Perrone desconocen la proyección en el tiempo, apenas pueden articular un solo deseo —el de ser amados— e identificar a un enemigo difuso que sí tiene un perceptible agente de disciplina: la yuta” (página 14 del informe).

En la 22 se lee: “Los jóvenes de Perrone han hecho del deslizamiento una estética de la existencia. El skate es la movilidad microscópica con la que pueden darle dinámica al acto de estar en el mundo que suele percibirse como detención y quietud; el anclaje espacial es una noción recurrente en este film y otros”. 

Más adelante, casi en el final, el informe declara: “Los jóvenes de Perrone satisfacen como tantos otros su deseo de bienestar en placeres sensoriales. Han hecho de la marihuana un vehículo indispensable en el orden de lo sensible. En esto, el cineasta no incurre en los errores típicos de las filosofía higiénicas y castrantes en boga en las primeras cuatro décadas del siglo XXI. Estos no podían siquiera prever en el cannabis los efectos terapéuticos ya reconocidos por todos. Hoy, no está de más recordarlo, se trata de una sustancia tipificada de necesidad universal para la población”.  

Para los estudiosos no fue un tema menor corroborar la falta de horizonte político en los jóvenes. Eso explicaba muy fehacientemente lo que había sucedido en el país de Perrone: los jóvenes desclasados de fin de siglo XX habían sido destituidos de toda conciencia de clase; no identificaban con claridad el origen de la desesperación que experimentaban y menos aún contra quién estaba dirigida la dispersa iracundia que albergaban en sus almas. Solamente vindicaban la amistad como factor decisivo en el sostenimiento anímico personal y colectivo, eso que en la jerga de entonces se llamó “aguante”. 

Los críticos de cine presentes en el simposio añadieron algunos señalamientos estéticos. Hablaron del trabajo sonoro de este film, cuya orquestación sonora disociada de cualquier melodía fue leída como un correlativo musical del estado del alma de los jóvenes. Otro quiso añadir lo siguiente: “El plano en contrapicado y al ras del suelo en el que se ven a dos pibes haciendo piruetas en skate, plano que posteriormente se entremezcla con otros similares, es un paradigmático plano perronista. La sobreimpresión —dice este defensor de la tradición cubana de la crítica— es una marca registrada del director”. Ese enunciado cierra con una afirmación: “Esos planos en el cine de Perrone sintetizan toda la hermosura de los desposeídos”.

Roger Koza / Copyleft 2020