FICUNAM 2018 (04): TA PEAU SI LISSE / A SKIN SO SOFT

FICUNAM 2018 (04): TA PEAU SI LISSE / A SKIN SO SOFT

por - Festivales
19 Feb, 2018 08:50 | Sin comentarios
La amabilidad (estética) del cineasta canadiense resplandece en este retrato que en manos de otros cineastas hubiera dado por resultado un film monstruoso y opuesto a este. Pequeña gran película de Côté. (Manifiesto Contemporáneo)

Ta peau si lisse, Denis Côté, Canadá, 2017

El primer personaje forzudo y célebre en el cine es Maciste; su modesto debut tiene lugar en la monumental Cabiria, y de ahí en más adquirirá un estatuto protagónico. La última incursión de Côté se circunscribe al mundo de los fisicoculturistas, involuntarios herederos de ese modelo platónico del mundo silente, lo que constituye una nueva entrega de una legítima obsesión del cineasta: retratar experiencias excéntricas de la vida humana. Aquí se trata de 6 hombres hercúleos con características personales bien diferenciadas: la soledad define a algunos, la vida familiar a otros, la asistencia espiritual a uno; lo que sí comparten todos, sin excepción, es un mudo narcisismo: los musculosos exteriorizan la gran intensidad de su amor propio en la extenuación física de sus cuerpos. ¿Qué buscan en esa exigente modelación?

A Côté no le interesan las proezas atléticas y la modulación porfiada de la musculatura; es el contracampo del entrenamiento y la misteriosa intimidad de sus personajes lo que llama su atención. El seguimiento metódico de la cotidianidad de estos anacrónicos gladiadores no consiste en interrogarlos sino en observarlos a través de una distancia justa y respetuosa que va delineando una inesperada sensibilidad. Ningún personaje debe confesar qué mueve a un hombre a concentrarse en la fuerza de su cuerpo, porque un gesto puede bastar para conjeturar las motivaciones: el comienzo del día y la manera de desayunar de uno de los retratados, o la especial atención que le dispensa otro protagonista a toda su familia estimulan posibles lecturas. Ta peau si lisse prefiere el recato y la sugerencia, y le resulta suficiente descubrir la vulnerabilidad de todos sus personajes.

En manos de otro cineasta, la burla y la condescendencia habrían estado servidas, pero el ascético humanismo de Côté y su evidente admiración por la pasión de estos hombres llevan al film hacia otra dimensión, más aventurera que voyerista, que se manifiesta abiertamente en los últimos minutos, en el extravagante campamento de fin de semana que les propone el director a sus corpulentos.

Roger Koza / Copyleft 2018