FICIC 2022 (03): 11 PELÍCULAS BREVES

FICIC 2022 (03): 11 PELÍCULAS BREVES

por - Festivales
04 May, 2022 11:50 | Sin comentarios
Algunas palabras sobre los cortometrajes que conforman la competencia oficial de FICIC 2022.

Luto, Pablo Martín Weber, Argentina, 2021

Como los precedentes, Weber erige un relato en primera persona empleando archivos ajenos, citas de ideas provenientes de las ciencias naturales, que incluyen acá varios planos sobre páginas e ilustraciones de manuales científicos, y en este caso emplea también varias fotografías de Candela Pérez Celayez. Aquí, se prescinde de la ciencia ficción de la primera y asimismo de la meditación política de las imágenes de la segunda, porque el tema elegido (el duelo) está circunscripto a una experiencia existencial específica ligada a la época en curso, determinada por la pandemia. En efecto, atravesar un duelo por la muerte de un ser querido implicó hasta hace poco una modalidad distinta de despedida, lo que le permite a Weber unir la muerte de Diego Armando Maradona con la muerte inesperada por covid-19 de un obrero llamado Carlos y con la de otras personas en los meses recientes. El tono elegíaco se acentúa en cada plano de flores, que abundan en Luto, cuyo contrapunto no menos doloroso se siente en las pudorosas inflexiones de la voz en off que expresa la historia en común a la que se refieren las imágenes. 

Un horizonte invisible, Mario Bocchicchio, Argentina, 2021 

A propósito de la comunicación entre dos amigos, uno el propio director, el otro un europeo que viaja a Asia, Un horizonte invisible ensaya una lectura sobre el hábitat contemporáneo asediado por un concepto civilizatorio que arrasa globalmente cualquier tipo de ecosistema y diversidad cultural. Este veredicto es enunciado en los mensajes que recibe Mario de su amigo desde Malasia y Camboya, a los que responde estéticamente yuxtaponiendo planos de Asia y Buenos Aires en los que se verifican las noticias que llegan desde lejos. El plástico domina, la arquitectura responde a motivos que no se pueden relacionar con la necesidad de habitar. Los planos de clausura indican haber sido rodados en la Reserva Ecológica de la Costanera, cuyo contraste respecto a Puerto Madero es inteligentemente sugerido desde el inicio, como si lo que sucede en un pueblo de pescadores en el fin del mundo en Asia tuviera una suerte de réplica paródica en la capital de Argentina.

Rabinos rabiosos 1959, Martín Sappia, Argentina, 2021 

En 1959, un conflicto con los judíos ortodoxos de Nueva York suscitó en Antonio Seguí el deseo de pintar un cuadro que lleva el mismo nombre que el de la película. El tema elegido es lo de menos, porque el cuadro del destacado artista plástico cordobés sirve para sugerir tres cosas: todo cuadro lleva implícito un segundo cuadro clandestino en su interior; todo cuadro retiene algo que no se deja ver del todo; ningún cuadro, como dice Seguí en el inicio, se puede contar. Las afirmaciones son atendibles y probablemente ciertas, pero lo que el film dice también sin subrayarlo es que filmar un cuadro no es una tarea sencilla, porque no se trata de contar, pero sí de mostrar, y en tanto la naturaleza de la pintura opera en un juego ambiguo de desocultamiento y ocultamiento de algo o alguien, la propia puesta en escena se ve comprometida por la dialéctica propuesta en los escasos minutos de duración. En efecto, en poco tiempo se pueden pensar muchas cuestiones enigmáticas que definen al cine y a la pintura.

To Pick a Flower, Shireen Seno, Filipinas, 2021

La acción a la que remite el título se explicita en el final y es una tesis sobre lo que sucede cuando un instante es fijado en una fotografía. Para llegar a la conclusión epistemológica aludida, que en el film se enuncia por una metáfora más cercana a la poesía, la joven cineasta filipina propone un desglose hermenéutico de varias fotografías del siglo XX en Filipinas (todas con árboles como protagonistas), con las que se sintetiza una práctica central de explotación colonialista: la deforestación y el uso perverso de los suelos. Las fotos elegidas por Seno ostentan una elocuencia autónoma, pero la voz en off que las interpreta y más todavía el montaje que las resignifica erigen una película sabia y rabiosa sobre el yugo colonialista, como asimismo evidencian el desprecio capitalista y patriarcal a la Tierra. 

Mikrophonie II, Philippe Hartmann y PHØNIX16, Alemania, 2021 

Una pieza musical de Karlheinz Stockhausen titulada Mikrophonie II de 1965. El grupo PHØNIX16 la interpreta en plena pandemia (lo que explica la distancia entre los cantantes); la obra en cuestión desdeña la organización melódica de las notas y la amalgama de ritmos en un patrón reconocible; algunas palabras sueltas dichas por los intérpretes pierden sentido o lo infligen reduciendo el lenguaje al absurdo. Hartmann y los músicos saben que sincronizar el movimiento de los labios con los sonidos que emanan de las bocas es imposible. Ese impedimento, una vez reconocido, lleva a situaciones cómicas, porque el intento de una representación no podría ser otra cosa que una farsa. La solución no puede ser otra que investir el delirio sonoro de Stockhausen con giros cómicos y oníricos matizados magistralmente a través de un contrapunto enigmático de fragmentos de películas familiares de la misma década de la pieza musical en los que se entrevé un relato inconcluso.

Heurtebise, Octavio Guerra y Elisa Torres, España, 2020 

En ocasiones no se necesitan palabras para una elegía, un duelo, un renacimiento. Torres y Guerra eligieron filmar a su propio hijo al lado de su bisabuela y en la casa familiar al lado del mar. Fue Alice la primera que experimentó el placer de tener ese espacio privilegiado en algún paraje de Francia. Su presencia en el film coincide también con su despedida de este mundo. Lo que viene después es el inicio del duelo y la reinvención de un espacio de memoria. El niño que aún no habla podrá volver ahí, como los otros familiares. Que todo transcurra prescindiendo de palabras se debe a la laboriosa concepción de encuadres, las decisiones sonoras, los planos detalles y un montaje semánticamente eficiente capaz de armonizar planos del viento y del mar con gestos o planos de otros fenómenos naturales con acciones, siempre con el auxilio de un sistema de encuadres y reencuadres en el interior del plano que es fabuloso.

Disorder, Mauro Andrizzi, Argentina, 2022

Plasmar estados de ánimos trabajando sobre la textura de la imagen constituía el principio poético del No Wave Cinema, una estética de espontaneísmo ligada al registro no planificado de momentos en los barrios de Nueva York. El título sugiere la intersección del psiquismo del protagonista con el flujo caótico de Manhattan, y el relato caleidoscópico y fragmentado alterna entre mostrar la vida de la ciudad y la errancia del personaje, cuyo único empeño consiste en seducir y engañar. La tensión entre el personaje y la ciudad tiene su correlato en el desagrado contenido que transmite el joven y el placer absoluto con el que se observa la ciudad, secuencias en las que se puede advertir el magnífico uso de sobreimpresiones tan frecuentes en las películas precedentes de Andrizzi.

Double Helix, Qui Sheng, China, 2021

Tarde o temprano, la condición de nuestra especie como epicentro de la inteligencia y la autoconsciencia dejará de ser su índole distintiva. Este aseveración conjetural está presupuesta en el destino de los dos robots protagónicos, quienes interactúan con sus padres orgánicos y pueden también confrontar con sus dueños y tutores. En esta fantasía cinematográfica, una secuencia musical es idéntica a la secuencia del ADN humano y la conjunción puede hacer mutar ontológicamente a las máquinas con forma humana. El relato comienza en una escuela abandonada. El tiempo es impreciso, pero es el futuro y luce sombrío. Los dos hermanos androides vienen escapando y las razones se develan en el sueño de la hermana mayor, que alteró el destino de ambos a través de la música.

Fuego en el mar, Sebastián Zanzottera, Argentina, 2022

Como tantas noticias de catástrofes, un gigante incendio en el mar puede suscitar la sorpresa en incluso el horror y la indignación, y a los pocos días pasar al olvido al ser sustituida por otra noticia no necesariamente más grave. ¿Quién recuerda el 2 de julio de 2021, el día que el mar ardía en fuego? La explosión del gaseoducto en el golfo mexicano tuvo otro efecto en la psiquis de Zanzottera. La noticia movió su inconsciente y en la noche soñó con su padre; después de un tiempo hizo Fuego en el mar. Este breve pero notable ensayo de reconciliación filial, cimentado en fotos, diseño en 3D y material de archivo, sintetiza la cultura de los trabajadores del combustible y la tradición de General Mosconi, como asimismo los efectos perniciosos del neoliberalismo en Argentina, cuyos daños pueden observarse en la invisible dinámica afectiva de una familia.

Así vendrá la noche, Ángel Santos Touza, España, 2021 

Tras regresar a España, Andrea decide enviarle un mensaje de audio a Pablo, a quien no ve desde hace un tiempo. No se enuncia la naturaleza del vínculo con el receptor del mensaje, pero se puede especular por las expresiones y gestos del personaje un lazo afectivo de gran importancia. Un libro, una postal son otros indicios, pero nada se revela y menos aun cuando avanza el mensaje y el contrapunto de planos de distintos paisajes no refuerza lo que se dice, sino que vuelve todo más misterioso. El personaje advierte que grabar un mensaje así es propio del siglo XXI, pero el modo en el que está filmado y concebido el montaje remite a toda una tradición cinematográfica del siglo XX. 

Caught in the Rain, Mieriën Coppens y Elie Maissin, Bélgica, 2021

El inmigrante es el personaje central de las películas de esta dupla de directores; la dosificación de información, la espera como condición subjetiva y la preferencia por filmar grupos y no individuos constituyen una poética y asimismo una política de la imagen. Los veintitantos planos fijos de una casa abandonada que parece habitada por varios hombres, las acciones mínimas circunscriptas al mantenimiento o la reparación y un recuerdo de prisión por parte de uno de esos hombres es todo lo que se ve y escucha. Pero el film está concebido desde el fuera de campo, y en función de lo que no se conoce pero se imagina todo lo que sí se ve puede tener muchos sentidos, como el mensaje que llega por una ventana escrito en un papel que de inmediato se vuelve cenizas.

Roger Koza / Copyleft 2022