CINEFILIA ONLINE (01): FRAGMENTOS NACIONALES

CINEFILIA ONLINE (01): FRAGMENTOS NACIONALES

por - Cinefilia online, Críticas
07 Ene, 2014 04:49 | comentarios
511665

A propósito de Buenos Aires

Por Roger Koza

Si bien con películas como La vida de Adèle y El lobo de Wall Street el apetito del cinéfilo está saciado, la ausencia de los espacios alternativos de exhibición se vuelve evidente durante los días de verano. Sin los cineclubes en esta época del año, la cartelera empezará paulatinamente a inclinarse hacia el máximo certamen de la industria: los premios Oscar.

¿Qué hacer mientras tanto? El crítico español Álvaro Arroba sugería unos siete años atrás, en una conferencia que pronunció en el 2006 en el Festival de Cine de Mar del Plata, que Internet constituía una suerte de biblioteca de Alejandría electrónica. En su visión, allí funcionaban varias filmotecas virtuales, y lo que podía hacer el cinéfilo era simplemente navegar de aquí para allá en búsqueda de sus películas. En otra palabras, el propio espectador armaba su cineclub, su festival, acaso una cinemateca privada juntado los materiales dispersos que están disponibles en la esfera virtual. Sin ir más lejos, el reciente festival Márgenes, dirigido artísticamente por Gonzalo de Pedro, fue un éxito rotundo.

En la web, más allá de las miles de películas que se pueden encontrar en diversa calidad en YouTube, hay varias páginas legales y gratuitas que permiten el acceso a películas de menor circulación. Una de ellas es www.cinemargentino.com

En esta plataforma online se puede ver un filme clave y premonitorio que más tarde conformaría una línea formalista dentro del cine argentino independiente (ligado a la FUC): A propósito de Buenos Aires (2007). Este filme colectivo dirigido por Matías Piñeiro, Alejo Franzetti, Manuel Ferrari y otros ocho directores, que no se consigue en los videoclubes, es una excelente opción.

Si bien es un filme coral, no hay indicaciones sobre a quién le corresponde cada episodio que articula la película. El montaje de Alejo Moguillensky (El loro y el cisne) amalgama las diferencias de tal forma que es difícil hallar una línea divisoria precisa. Los fragmentos narrativos entran y salen del relato, pero lo que permanece es la ciudad de Buenos Aires, el verdadero protagonista del filme, como su título lo expresa.

En efecto, los lugares “postal” de la ciudad quedan en un total fuera de campo; el obelisco brilla por su ausencia. Eso no impide que la avenida Corrientes filmada durante la noche sea declarada como la única calle porteña que tiene alma. La reserva ecológica, la Biblioteca Nacional, el cementerio de la Chacarita, el Teatro General San Martín, una estación de tren y una zona baldía de Belgrano constituyen los espacios elegidos para desarrollar estas breves historias fragmentadas que van desde encuentros de amantes y estudiantes a una misteriosa entrevista de trabajo. A menudo, algunos textos de Echeverría, Estrada, Fogwill, Sarmiento, entre otros, se apoderan del espacio sonoro, lo que devela una inquietud histórica y literaria que estará presente posteriormente a lo largo de toda la obra de Matías Piñeiro. Curiosamente, la música elegida para acompañar varias secuencias no es el tango, obligado género asociado a la ciudad de Buenos Aires, sino una pieza extraordinaria de John Cage: In a Landscape, la que resulta perfecta en este universo cinematográfico que privilegia a la ciudad como un paisaje viviente. (Ver aquí)

amaina1

Amaina

En la misma página se pueden ver otros títulos menos conocidos de la creciente y variada cinematografía nacional.  Un buen filme para tener en cuenta es Amaina (2010), de Eduardo Crespo, uno de los  miembros de la “pandilla” de realizadores surgidos de Crespo, provincia de Entre Ríos. En este cortometraje se puede divisar la austeridad formalista de otras películas que provienen de esa localidad (Hoy no tuve miedo, también disponible, o Germania). Crespo sigue las vicisitudes de dos hermanos que están obligados tanto a trabajar como a cuidar a su madre agonizante. El concepto de registro fotográfico por momentos remite al Terence Mallick de Días de gloria, y la fisonomía de los gringos venidos del Volga trae reminiscencias de Luz silenciosa. (Se puede ver aquí)

Este artículo fue publicado para el diario La voz del interior en el mes de enero 2014. 

Roger Koza / Copyleft 2013