CINECLUBES DE CÓRDOBA (02): LA CÁMARA POLÍTICA

CINECLUBES DE CÓRDOBA (02): LA CÁMARA POLÍTICA

por - Cineclubes de Córdoba, Críticas
27 May, 2013 02:03 | comentarios
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Vientres helados

por Roger Koza

Una tesis: toda película es siempre política. Filmar una familia, una escuela, una fiesta de egresados, una aventura implica alguna cuestión política. Pero hay filmes que son explícitos. Esta semana las salas alternativas de la ciudad pasan algunas películas clave en materia de cine político.

En el cierre del memorable ciclo en 16mm del cineclub La Quimera, con el apoyo del instituto Goethe de Buenos Aires y Córdoba, se podrá revisar Vientres helados (1933), la obra maestra de Slatan Dudow, coescrita con el gran Bertold Brecht. Este filme insólitamente crítico y utópico cuenta la historia de una familia que vive en plena depresión económica en Alemania. No solamente el país que está a punto de sumirse en el gran delirio del siglo XX sufre los efectos tardíos de la Primera Guerra Mundial; también la otra gran economía del mundo, la estadounidense, está en crisis (y a juzgar por la increíble conversación que tiene lugar en un colectivo al final del filme, Brasil también estaba en pasando por la misma crisis). En ese contexto, Dudow muestra un panorama sombrío y devastador. Al comienzo se ven obreros desempleados que van en bicicleta de un lado a otro por las calles de Berlín. Son planos de una modernidad absoluta. La contracara de ese desencanto social pasa por una suerte de celebración telúrica y comunista, a propósito de una comunidad en la que se vive de otro modo. Un tema musical de Hanns Eisler, “La canción de la solidaridad”, suele acompañar este contrapunto dialéctico entre la desesperanza de un sistema en decadencia y un posible nuevo orden social. No mucho después de su estreno, el régimen de Hitler prohibió este filme desafiante y antifascista. Extraordinario por donde se lo mire, su moderna puesta en escena demuestra la sofisticación de la cinematografía alemana a fines de la década del ’20 y principios del ’30. (Jueves 30, a las 20.30hs, en Teatro La Luna, Pje. Escutti esq. Fructuoso Rivera. Bª Güemes)

En la Semana del Cine Francés 2013, organizada por el Cineclub Municipal Hugo del Carril (Bv San Juan 49) y la Alianza Francesa, del jueves 30 al domingo 2, se podrán ver varios títulos que no han sido estrenados en nuestro país: Libertad, Jeane De La Fontaine, Un veneno violento, Persecución y Si uno resiste, los demás seguirán.

Libertad, de Tony Gatlif (El extranjero loco), es tal vez la película más importante. Los primeros planos generales fijos del comienzo son semánticamente inapelables y unívocos: alambre de púa, barracas, un cielo nublado y grisáceo. ¿Otro filme sobre los campos de concentración? Sí, pero con gitanos. La historia está basada en un hecho real: la persecución contra los gitanos en 1944 por franceses simpatizantes del nazismo. Un veterinario y su mujer, una maestra de escuela, protegen a una familia de gitanos hasta las últimas consecuencias.

Paralelo 17: la guerra del pueblo es una película política clave sobre las atrocidades de la Guerra de Vietnam. En este documental de 1968 el gran realizador holandés Joris Ivens, junto a su compañera Marceline Loridan, vivieron por un largo tiempo entre los vietnamitas en pleno bombardeos y ataques del enemigo en cuestión. Ivens trabaja aquí en dos frentes: por una lado muestra los efectos de los ataques; por el otro, el director registra simplemente un estilo de vida cotidiano. Si bien las imágenes son imposibles de ser olvidadas, lo ominoso en este filme único pasa por el registro sonoro. La guerra antes que verse se escucha: el sonido de la batalla es omnipresente antes de los ataques y durante los mismos. La guerra es una intromisión en la percepción sonora y visual. El espectador aprende entonces a escuchar la guerra. Un pedagogía tan necesaria como espantosa. (Lunes 27, a las 20.30hs, en Cinéfilo Bar, Bv. San Juan 1020)

Este texto fue publicado por La voz del interior en el  mes de mayo 2013

Roger Koza / Copyleft 2013