PROGRAMACIÓN GENERAL DE CINECLUBES LA CUMBRE Y VILLA GIARDINO ABRIL Y MAYO 2009
Todo lo sólido se desvanece en el aire. Ése fue el título de un libro de Marshall Berman, esencial en la vida intelectual de las dos últimas décadas. El autor intentaba descifrar un vocablo en desuso, o supuestamente superado, un período de Occidente ya acontecido: la Modernidad. No es aquí el lugar para ensayar qué significa ser modernos, pero sí para decir que, en nuestro tiempo, las películas se desvanecen en el aire: viajan por un espacio abstracto e invisible llamado Internet y ya no están atadas a la materia. Los días de las latas con películas están contados.
Es así que en este nuevo contexto los cineclubes pueden conseguir películas que cualquier amante del cine siempre quiso ver, o programar películas que jamás llegarán a las salas ortodoxas de exhibición. Pero hay que hacer una distinción y una aclaración. Los cineclubes promueven un modo de ver cine y un canon cinematográfico alternativo. Es absurdo que un cineclub programe la miserabilista Slumdog Millionaire, la mediocre El curioso caso de Benjamin Button, o incluso un film cinéfilo y grandioso como El gran Torino. Para eso están los cines comerciales (o la programación de jueves a lunes que se puede ver en el Berti).
Un cineclub es, antes que nada, una propuesta cultural. Proponer un cineclub en localidades como la nuestra es entender que la cultura es un bien necesario, pues no hay aquí festivales de cine como el BAFICI y Mar del Plata, o espacios como el MALBA o la cinemateca de la sala Lugones del teatro San Martín de Buenos Aires. Se trata de ofrecer una experiencia con el cine que suele ser patrimonio cosmopolita en una población ubicada en un espacio geográfico amenazado por el aislamiento y el regionalismo.
Dicho esto, una aclaración: este cineclub jamás ha pasado una película bajada de Internet. Todas las películas han sido compradas en el extranjero o facilitadas por los responsables de las películas. Como lo hemos informado, en varias ocasiones, nosotros hacemos las traducciones y los subtítulos de los films que pasamos. De allí que se pida un bono contribución más que accesible. Nuestra tarea es una labor de amor.
Sabemos que hay otros cineclubes que sí pasan películas bajadas, y suelen, como corresponde, no cobrar ningún tipo de bono o entrada. A veces adoptan el sistema a la gorra. Se discute si se deben pasar o no películas que habrán de tener un estreno próximo. Nuestra política ha sido siempre no programar lo que sabemos que se habrá de estrenar. A veces, por desconocimiento, esto sucede. Pero es una excepción.
Así es que repudiamos la comercialización de material bajado de Internet. A quienes lo hacen poco les importa el cine. Sin duda, es un gran negocio con costos ridículos, un hurto que conspira contra quienes suben películas gratuitamente para que alguien en privado pueda verlas sin pagar. Es una traición al espíritu socialista de la web, en donde los bienes culturales transitan libremente y sin precio. Un cineclub debe tener una posición clara al respecto.
En esta temporada habrá películas para todos los gustos. Intentaremos programar más películas latinoamericanas. El documental tendrá más lugar que el año pasado. Hay cuatro directores en foco: Alexander Kluge, Claire Denis, Orson Welles y Carl Dreyer. Dos realizadores contemporáneos y dos realizadores clásicos (y modernos). Tendremos dos ejes temáticos: China en 7 películas y A 50 años de la Nouvelle Vague. Una vez por mes irá un ciclo llamado Cine sin concesiones: allí se programarán películas de vanguardia, películas que estén en la línea de frontera del séptimo arte, y para no espantar a nadie pasaremos esas películas en una función con horario especial. En Villa Giardino, tendremos dos directores en foco: Alexander Sokurov y Victor Erice.
Otra novedad es la constitución de un nuevo espacio para pensar un poco sobre el cine que vemos y cómo lo vemos. Cada tanto organizaremos charlas y debates. Largamos el 25 de abril con una conferencia, ¿Para qué sirven los cineclubes?, en la semana del cineclubismo cordobés.
Está todo listo. Como siempre, los estamos esperando.
Roger Alan Koza, programador
22 de abril, a las 20.30hs: Película de apertura de temporada
Un cuento sobre la felicidad, de Mike Leigh, Reino Unido, 2008
118 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Mi padre tiene 100 años, de Guy Maddin, Canadá, 2005
ACTIVIDAD ESPECIAL: 25 DE ABRIL A LAS 18.00HS, EN EL MUSEO MUJICA LÁINEZ, A PROPÓSITO DE LA SEMANA DEL CINECLUBISMO EN CÓRDOBA: ¿PARA QUÉ SIRVEN LOS CINECLUBES?, CONFERENCIA DICTADA POR ROGER KOZA.
PELÍCULA DEL MES / SEMANA DEL CINECLUBISMO CORDOBÉS
29 de abril, a las 20.30hs:
Aquiles y la tortuga, de Takeshi Kitano, Japón, 2008
119 minutos / No recomendada para menores de 16 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Los inocentes, Colectivo Arte Proteico, Argentina, 2002
6 de mayo, a las 18.00hs: Ciclo Cine sin concesiones
El canto de los pájaros, de Albert Serra, España, 2008
98 minutos / ATP
A las 20.30hs: Claire Denis en foco
Bella tarea, de Claire Denis, Francia, 1999
90 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje La vieja y las palomas, de Sylvain Chomet, Francia, 1998
13 de mayo, a las 20.30hs: Ciclo China en 7 películas
El barrilete azul, de Tian Zhuangzhuang, China, 1993
138 minutos / ATP
Antes de la película principal se proyectará en el horario de las 20.20hs el cortometraje La aldea de Zhanxiou, de Chen Kaige, China, 2007
20 de mayo, a las 20.30hs: Ciclo A 50 años de la Nouvelle Vague
Las playas de Agnès, de Agnès Varda, Francia, 2008
110 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje El afilador, de Jean-Marie Straub y Danièle Huillet, Italia, 2000
27 de mayo, a las 20.30hs:
Alexandra, de Alexander Sokurov, Rusia, 2007
96 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Sonata para Hitler, de Alexander Sokurov, Rusia, 1988
PROGRAMACIÓN EN VILLA GIARDINO
PELÍCULA DEL MES / SEMANA DEL CINECLUBISMO CORDOBÉS
26 de abril, a las 20.00hs: Película de apertura de temporada
El viajero, de Abbas Kiarostami, Irán, 1974
71 minutos / ATP
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje No todos los trenes van al mar, de Natalia Cárdenas, Argentina, 2008
3 de mayo, a las 20.00hs:
Las playas de Agnès, de Agnès Varda, Francia, 2008
110 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Mi padre tiene 100 años, de Guy Maddin, Canadá, 2005
10 de mayo a las 20.00hs:
Temporada de sequía, de Mahamat-Saleh Haroun, República de Chad, 2006
96 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Borom sarret, de Ousmane Sembene, Senegal, 1966
17 de mayo, a las 20.00hs:
Encuentros en el fin del mundo, de Werner Herzog, EE.UU., 2007
83 minutos / ATP
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Maestros, de Alexander Kluge, Alemania, 1963
24 de mayo, a las 20.00hs:
Aquiles y la tortuga, de Takeshi Kitano, Japón, 2008
119 minutos / No recomendada para menores de 16 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Un encuentro único, de Takeshi Kitano, Japón, 2007
31 de mayo, a las 20.00hs: Sokurov en foco
Alexandra, de Alexander Sokurov, Rusia, 2007
96 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Sonata para Hitler, de Alexander Sokurov, Rusia, 1988
FOTOS: 1) Aquiles y la tortuga; 2) El canto de los pájaros; 3) Encuentros en el fin del mundo.
Apreciado amigo Roger despues de leer tu articulo me han quedado algunas incertezas respecto a las razones de tu denostacion a cierto tipo de comercializacion:
Por un lado, si un cineclub decide pasar una o varias peliculas bajadas de internet (con las caracteristicas artisticas antes mencionadas por vos y la correlativa imposibilidad de acceder a ellas salvo disponiendo de ingentes ingresos que permitan comprarla por lo general a España) y cobrar una entrada por ella (digamos, a un precio razonable de entre 5 y 10 pesos más o menos), con la cual se cubran en parte los costos fijos y variables que implica esa accion, no veo motivos para descalificar esa «comercialización».
Por otro lado si un cineclub pasa una o varias peliculas bajadas de internet con motivo de que dichas peliculas sean medios o herramientas (en el mismo sublime sentido en que Deleuze y Foucalut denominaban «Caja de herramientas» a sus obras) para desarrollar un curso o seminario o taller o cualquier otra actividad pedagogica que implique la presencia de uno o más especialistas (o personas que se suponen lo son) y por tal actividad se cobra un precio (digamos que aca no me atrevo a trazar un parametro de lo razonable porque eso depende ya no solo de cuestiones materiales sino tambien intelectuales, y sobre todo estas ultimas) tampoco encuentro motivos para denostar esa «comercialización» (aclaro que pongo la palabra entre comillas porque quiero desmarcarla del significado negativo que supongo le insuflas al escribirla en tu articulo).
Te escribo porque es un tema que tambien a mi me genera interrogantes y rispideces, me refiero a los cruces del arte y el negocio, del comer del arte y del comercio del arte, y me gustaria a partir de tu respuesta repensarlo mejor.
Saludos. Afectos. Abrazos y nos vemos el Viernes
Querido Alexis: mi repudio es principalmente a la comercialización en todas sus vetas. Un dvdclub no puede cobrar el mismo alquiler por un film bajado que por uno comprado. No solamente se traiciona el caracter gratuito de la web, sino que incita o jode a otros dvdclubes que intentar respetar la ley. Hay una actitud canchera y transgresora que se caga en las leyes. En todo caso, habrá que discutir la ley. Los cineclubes pasan películas diversas, y casi todos las bajan de la web. Creo que allí no se puede cobrar ni 5, ni 10 pesos. Es cierto que hay costos, y por eso se debe encontrar un modo inteligente de recaudar. Creo que los dvdclubes que alquilan adelantos le hacen mal al cine. Creo que se podría organizar una dvdteca pública y/o privada, eventualmente en manos de los dvdclubes, en el que se pueda contar con material bajado por la web, en la medida que no se haya editado en el país. Podría ser un club: 15 pesos al mes y se saca lo que uno desea. Eso no es comercialización, porque no hay, estrictamente, ganancia. Por otro lado, no estoy de acuerdo que los dvdclubes pasen películas que habrán de estrenarse. Recibo un mail de una mina que tiene un cineclub en BA y exhibe obscenidades como Slumdog millionaire y vende el debate. Ahora pasa la de Cantet. Eso es canalla. Suele pasar que uno programa un film y luego se entera que se estrena. Hay excepciones, pero hacer del preestreno una regla es no entender los costos estructurales y los encadenamientos generales que implica una película. Sobre la caja de herramientas: un curso, así entendido, no es comercialización. Abrazo. RK
Roger, en éste momento los Cineclubes Cordobeses estamos charlando con el INCAA para salir de nuestra “ilegalidad”. Pasa que ellos quieren (entre otras cosas) QUE GESTIONEMOS LOS DERECHOS DE EXHIBICIÓN DE TODO LO QUE PASAMOS. Éste último punto es en el que no estamos de acuerdo porque pensamos que es imposible para un Cineclub barrial rastrear y pedir permiso a quienes poseen los derechos de películas de Kiarostami, Kaurismaki, Bartas, Herzog, Godard, Rhomer…. Yo creía que vos también estabas con nosotros en la misma lucha, pero remarcás tu diferencia con algunos Cineclubes que pasan películas “piratas”. No se de tu situación económica, ni cómo, ni dónde, ni a cuánto conseguís los títulos, pero es muy cierto que no todos tienen tus mismas posibilidades.
Te paso un párrafo de un artículo que escribió el realizador Rodrigo Moreno en el blog Otros Cines:
«…. Yo me pongo muy contento cuando me cuentan que vieron una copia de mi película en el mercado callejero de un país lejano. No recibo nunca dinero por tener mi película en DVD y por otro lado, mi intención es que cuanto más se vea, mejor. La piratería ofrece un acceso democrático frente al monopolio de la distribución (la cartelera de cine resulta siempre inmirable y monolítica), frente a los precios exagerados de las entradas y frente al negocio exclusivo de intermediarios que sólo pretenden juntar sangre de un animal ya desangrado.
Por todas estas razones, insisto, viva la piratería y gracias, en nombre del amor al cine, por existir.»
Nos vemos
RR
Estimado Rosendo: es peligroso, muy peligroso, hacer lecturas rápidas y concluir con cosas del estilo: «Yo creía que vos también estabas con nosotros en la misma lucha, pero remarcás tu diferencia con algunos Cineclubes que pasan películas “piratas”. Lo que sigue después, sobre mi situación económica, no llego a entender qué querés decir, y por respeto, lo voy a dejar pasar, aunque algo sí te diré.
1) Si lees lo que escribí con atención habrás de encontrar matices, de tal modo que el «estás con nosotros o no estás con nosotros», no tiene lugar. Fundamentalmente, la editorial que escribí estaba destinada a La Cumbre, en donde hay un Dvdclub que alquila todo lo que tiene bajado de Internet y ha dañado considerablemente a otro local de alquiler que solamente alquila lo que se edita oficialmente. La competencia, bajo esos parámetros, es imposible: el dvdclub trucho hace gala de que tienen adelantos, cobra 3 pesos en vez de 4 pesos (precio del alquiler en la zona), y te da lo que se da en el cine. La clientela del dvdclub legalista fue disminuyendo, mientras que el dvdclub trucho hace un negocio fenomenal. Fue así que en febrero de este año, quienes pasan películas en 35mm en la sala Luis Berti en carácter de estrenos me convocaron para una reunión con todos los dvdclubes y gente de la municipalidad. Ocurre que la empresa exhibidora no trajo Benjamin Button porque en ese Dvdclub la habían alquilado desde noviembre, y estaban muy preocupados con la baja de público en la sala. Este ejemplo sirve para pensar un poco qué decide uno cuando pasa películas sin pensar en qué pasa. Creo que mi gran objeción al documento de los cineclubes que se ha redactado para el próximo evento de la semana del cineclubismo, la única quizás, es en materia de proyectar futuros estrenos, más todavía cuando se trata de un film de los que sabemos valiosos. El ejemplo más doloroso y contundente es lo que ocurrió con el film de Todd Haynes sobre Bob Dylan. No la fue a ver nadie, porque estaba trucha en todos lados. Muchos coneclubes la pasaron, si no mal recuerdo. Creo que los cineclubes, en ese caso, deben inducir a sus espectadores a ir a ver esas películas a los cines, no programarlas.
2) Si lees con atención lo que escribí sobre cineclubes en la editorial (incluso, la respuesta a Hans Lucas) podrás ver los matices. He escrito: “Sabemos que hay otros cineclubes que sí pasan películas bajadas, y suelen, como corresponde, no cobrar ningún tipo de bono o entrada. A veces adoptan el sistema a la gorra”. Podría haber agregado: o buscar algún sistema compensatorio en términos económicos por lo que implica organizar un cineclub y programar. Pero una entrada, en ese caso, me parece inapropiada. Hay que hacer una distinción.
Mi repudio pasa por la comercialización, y un cineclub no comercializa, pues su vocación de existir pasa por una función cultural y pedagógica. Lo económico está subordinado a otra prioridad. Mi fundamento del repudio es el siguiente: “Así es que repudiamos la comercialización de material bajado de Internet. A quienes lo hacen poco les importa el cine. Sin duda, es un gran negocio con costos ridículos, un hurto que conspira contra quienes suben películas gratuitamente para que alguien en privado pueda verlas sin pagar. Es una traición al espíritu socialista de la web, en donde los bienes culturales transitan libremente y sin precio. Un cineclub debe tener una posición clara al respecto”.
3) Te explicaré cómo financio el cineclub, pues quizás habrás de creer que estás tratando con un aristócrata que viaja por Cannes y otros festivales, y se financia, además, sus placeres y sus ínfulas solidarias: hace 9 años, puse unos 400 dólares como “tesoro” para comprar películas (era el único ahorro que tenía). Las funciones, simplemente, recuperan esa inversión y luego, nuevamente, vuelvo a invertir ese dinero en la compra de más películas. Lo que nunca cobré son las traducciones y los subtítulos que he hecho a lo largo de los años. Llevo 45 películas en 3 años. Lo único que gano es en quedarme con las películas. Rara vez, tengo ganancias. La vez que más dinero obtuve fue unos 200 pesos mensuales. lo que sií me ha dejado algo de dinero ha sido la Muestra de Cine Independiente. Pero esa es una actividad excepcional. De todos modos, sacando los costos reales, creo yo, me habrán quedado unos 1.300 pesos, en la última oportunidad. Y me parecen legítimos. Y una aclaración que no viene mal: mi viaje a Cannes y a otros festivales es financiado por el Festival de cine de Hamburgo, en el que soy programador. Mi sueldo anual es de 1600 euros al año.
4) Nunca dejé de hacer copias gratuitas a otros cineclubes. Le he dado más 30 copias en los últimos años a la gente de La Quimera. También les dejé copias al cineclub 9 reinas, en una ocasión que los visité. Y siempre colaboré con un cineclub de Serrezuela. Y ya que estamos: La rueda del tiempo, que pasaron en Cinéfilo Bar el viernes pasado, es una copia que yo les facilité a La Noche del cazador, y no es la primera vez. Como yo no pienso en términos “lo que están conmigo y los que no están”, seguiré recomendando en la Rock and Pop las actividades de los cineclubes que pasan películas bajadas. Y como lo hice la semana pasada en Canal 10, hablaré del ciclo de Herzog que se hace en tu espacio. Y lo haré porque sí apoyo lo que hacen, pero lo hago con la libertad de tener pensamiento propio y estar siempre dispuesto a revisar lo que creo sin necesidad de excluir a nadie por lo que cree. Soy sincero en lo que pienso, y ltrato de mostrar por qué lo pienso, además, mis perspectivas, si bien vehementes, no son definitivas. Trabajar en grupo no es lo mismo que pensar todos iguales. Pensar juntos no es lo mismo que pensar igual.
PS: conozco el comentario de Moreno, y lo tuve en cuenta cuando escribí Pecados digitales, que se puede leer en este blog. Si lees el artículo, casi te diría que es a favor de la piratería. No obstate: un comentario a favor de la piratería de un director no constituye la justificación de una práctica. En una cena que compartí con Albert Serra lo escuché despotricar contra la piratería; Raúl Ruiz la alaba; el productor de M, Pablo Ratto, la defiende en lo privado (bajarla en casa) y la repudia en lo público (alquiler y venta trucho), y te podría dar más ejemplos. El problema está en la universalización de la piratería como práctica, lo que se denomina los universales kantianos: «Si mi conducta se convirtiera en una ley, qué pasaría…». Además, hay algo estúpido y banal en el festejo de la transgresión, siempre arrogante y canchera. Sé que en Argentina hablar del respeto por la ley no tiene mucho sentido. Por eso, importa mucho intentar modificar la ley que nos convierte, a nosotros los cineclubeístas, en parias jurídicos. Pero creo que uno debe distinguir límites. Los hay.
El tema en debate está incluido en el documento que un grupo de cineclubes de Córdoba firmó y dio a conocer hacia finales de 2008 y que puede leerse en http://cineclubesdecordoba.wordpress.com/cineclubismo-en-cordoba/. Allí hay un párrafo que dice textualmente: «Ponemos un ejemplo concreto: en el blog del Cine Club La Quimera, con motivo de los pases de las películas BELLE TOUJOURS de Manoel de Oliveira y PARANOID PARK de Gus Van Sant, un posteo de un lector anónimo, hizo el siguiente y tendencioso (o probablemente bien intencionado para generar este debate) comentario: A las películas“¿Las bajan o las compran? ¿Saben que la de Oliveira y la de Van Sant se estrenan este año? ¿Está bien que un cineclub pase pelis que se van a dar en salas?” (http://laquimera.wordpress.com/2008/07/02/peliculas-cortas-para-un-invierno-largo/#comments). La respuesta es una sola y tajante: SÍ, ESTA BIEN QUE UN CINECLUB PASE ESTAS PELICULAS, SEAN BAJADAS DE INTERNET O DEL CIELO O COMPRADAS ORIGINALES EN ARGENTINA O EN POLONIA, POR MAS QUE ESAS PELICULAS SE ESTRENEN EN LOS CINES COMERCIALES POSTERIORMENTE, VAYA A SABER UNO, CUANDO Y DONDE. La falta de una regulación en la Ley de Cine sobre la actividad cineclubística, lo hace posible, legal, vaya la paradoja».
Quiero decir que estoy de acuerdo con este párrafo y con el conjunto del documento; de hecho, como integrante de Videoteca del Mirador, soy uno de sus firmantes. Creo que en el negocio de la edición, distribución y exhibición de películas (cualesquiera sean los soportes y formatos), los verdaderos y auténticos piratas son aquellos que tienen la ley de su lado, lo que por otra parte es lógico, toda vez que su condición de piratas debe estar camuflada para ser más efectiva y gozar de impunidad, impunidad para, ellos sí, cometer todo el tiempo «la canallada» de imponer al espectador un precio exhorbitante para ingresar a sus (ni siquiera o no en todos los casos confortables) salas, legales, eso sí.
Me parece que está bien atentar contra el monopolio y la lógica mercantilista de las grandes multisalas comerciales, impidiendo, en las aún modestas dimensiones en que pueden hacerlo hoy por hoy los cineclubes, que el espectador sea un simple rehén de la mezquina arbitrariedad de dichas multisalas.
Es desde esta actitud que, en mi opinión, los cineclubes deben bregar por el reconocimiento y apoyo legal y ecónomico por parte del Estado, en tanto su actividad constituye objetivamente un noble y legítimo servicio de divulgación de cultura cinematográfica, es decir, vehículo de ideas y concepciones que buscan elevar nuestra conciencia crítica respecto de la sociedad en que vivimos.
La «práctica estética y política que enfrenta y responde a una lógica audiovisual dominante, característica del cine que se ve en salas» … no es compatible con la cerrada defensa del sacrosanto derecho de esas mismas salas de disponer a su antojo qué se puede ver y qué no.
«Seamos realistas, hagamos lo imposible» (Ernesto «Che» Guevara), bien podría ser la frase de cabecera de los cineclubes que no se muestren complacientes ante el orden (legal) que pretenden mantener y preservar los que se llevan la parte del león del gran negocio (y esto sí que es «comercialización», en una escala «algo» superior a la que puede representar un bono de, digamos, $5) que está detrás de la llamada industria audiovisual.
Saludos fraternales.
Claudio Sosa
Videoteca del Mirador
Roger, para seguir charlando quiero dejar en claro lo del respeto, me parece que no hace falta ni aclarar que nos vamos a tratar de esa manera. En cuanto a tu situación económica, no te pido explicaciones –y al leerlas, reconozco que es muy valioso lo que hiciste y como te la jugaste- pero sólo quería dejar en claro que no todos tenemos las mismas posibilidades para poder acceder a las películas.
Quiero aclararte que yo no hice una lectura rápida, lo que hice fue contestar a lo principal que decías y no a los matices, en la editorial sólo hablás de Cineclubes y no de casas de alquileres, lo cual también generó incertezas en nuestro amigo Alexis.
Te cuento que desde el año pasado estamos debatiendo y charlando, con varios días de encuentros, sobre el tema porque sabemos que requiere de mucho análisis; además yo lo vivo desde dos puntos de vista: uno como cineclubista y otro como realizador.
Tampoco pretendo que todos pensemos iguales, porque nos hemos dado cuenta que cada Cineclub tiene sus particularidades y los documentos que hemos elaborado -y seguiremos elaborando- pretenden contener la pluralidad de sus voces.
En cuanto a las películas que nos facilitás por intermedio de “La noche del cazador” quiero volver a agradecértelo, como así también –aprovechando la oportunidad- agradecer al espíritu solidario cineclubista de Juan José Gorazurreta, de Ale Cozza y de otros cinéfilos que también prestan de manera desinteresada, y por amor al cine, sus copias.
Estaría muy bueno que sumes tu punto de vista en las reuniones de los cineclubes, ya que son lugares en donde las rispideces y los malos entendidos, llegan a aclarase con mayor facilidad.
Un abrazo
RR
Rosendo y Claudio: abrazos fraternales. RK
Reflexiónes:
El cine se diferencia de las demás artes, entre otras cosas, en que la producción de su obra no se sostiene en un único e irrepetible soporte. Y que cada artista/director directora mientras más copias tenga de su obra, aún más feliz será, al contrario quizás, de un pintor que vea su obra en láminas.
La discusión tal vez, no puede pasar por si la película es legal o no, o si se estrenará o no. Sino por hablar de los modos de producción y la tecnología. Y aquí es muy importante diferenciar lo que es el CINE y lo que es su modo de PRODUCCIÓN. Entonces, volvemos a la obra. Un o una cineasta y su equipo trabajan la imagen y el sonido pensando y creando: profundidad de campo, color, plano sonoro, nivel de ruido en imagen y en sonido, plano de imagen, perspectiva, tipo de lente, sensibilidad, etc, etc, etc… Y todo esto para ser reflejado en su obra final = el CINE. Aquí es cuando la piratería ataca a la OBRA y no a la PRODUCCIÓN. La piratería de un Dvdclub no tiene códigos con el artista, al contrario que un cineclub. Pude ver Shara en un DVD y me sentí muy mal y enojado por lo que se había hecho. Eran pixeles y drops constantes. Pensé en lo que hace la tecnología con la medicina: más vida pero sin pensar en la calidad. No quiero al cine con un respirador.
Los modos de PRODUCIÓN cambian, y está muy bien que así sea. Quiero insistir en que «El CINE» no es lo mismo que su modo de PRODUCCIÓN. Y como realizador no apuesto a que los modos que vivió el CINE, en especial en los últimos años, continúen. Las multisalas, los distribuidores, los laboratorios, entre otros, fueron siempre parte de ese modo de PRODUCCION, y creo sinceramente que muchas veces, le hicieron muy mal al CINE. Ahora bien, la piratería y la tecnología tampoco son lo mismo. Apuesto a que la tecnología vaya de la mano del CINE y no atente contra él y la labor de los y las artistas. Creo, como muchxs, que el CINE nos ayuda a ver el mundo, nos sensibiliza ante él y extrañamente nos hace parte de otros mundos. Con la tecnología podemos acercar a las personas, que llamamos espectadores, mundos pensados de diferentes lugares, con diferentes razones, con diferentes formas. Y algo muy importante: sin distinción de socioeconómica, al contrario de los viejos, ya le podemos decir, modos de PRODUCCIÓN. Por esto es que la ley debe pensarse a favor de los espectadores, los modos de producción cambian, los mundos no.
A quien escribió el último comentario, vía La Quimera: esta es otra dimensión de la discusión, y no es menor. Una de las cosas que aprendí como programador de cine de Hamburgo es el grado de comprensible obsesión por parte de los realizadores que tanto la imagen y el sonido en la reproducción respeten su trabajo. Es decir que esto abre otra dimensión: no solamente la calidad de la copia, sino también las condicciones técnicas de exhibición. Hasta ahora fue Pablo Larrain, el director de Tony Manero, el campeón de la obsesión.
A todos: creo que en Pecados digitales he escrito sobre varios de los temas que se han suscitado en los comentarios: lo monopólico, los derechos, la transgresión, la ley, etc. Se puede leer en http://www.conlosojosabiertos.com/2009/02/21/pecados-digitales/
Quien escribió la nota de la quimera es solo uno de los integrantes del cine club del cual formamos parte 9 personas, es una aclaración que para el grupo es válida e importante, debido al grupo heterogéneo que conformamos con opiniones diferentes y plurales.
Gracias
Roger y lectores del blog, sepan disculpar que envié el comentario como LA QUIMERA, fue un error al estar actualizando el blog nuestro. Ese texto es sólo una reflexión mía. Gracias
matías herrera córdoba
Estimado Roger,
Sinceramente tu artículo me generó, en un principio, desconcierto y malestar. Ese tipo de emociones que sentimos cuando alguien habla de nosotros, o compara su trabajo con el nuestro, sin conocer exactamente lo que hacemos, cual es nuestra realidad, nuestros objetivos, etc.
Ahora con las diferentes respuestas, voy entendiendo y limpiando algunas cosas, y me parece que el espíritu de tu escritura era el de abrir discusiones y no enconos. Porque es evidente que cuando hablás de lo que hacen otros cineclubes, y afirmás que no está bien, entrás en el campo de la polémica. Así que sin dramatizar, tomando tus palabras como una invitación a la discusión de ideas y prácticas, contesto.
Dos ejes me parecen que se cruzan y no deberían haberse cruzado en tu artículo: los cineclubes y su exhibición del cine con fines culturales y sin fines de lucro y los dvd clubes, que son empresas que como todas en nuestro mundo capitalista, buscan ganar dinero, a través, en su caso, del alquiler de un objeto artístico o un producto de la industria cultural, como prefieras.
Pero este cruce es el eje: el cine es un hijo de la época en la que el arte se convierte en mercancía.
Básicamente desde esta óptica –aunque habría millones de matices para esta afirmación, en los tiempos en el que la industria cinematográfica recuda más por merchandising que por la exhibición del film- el cine es una proyección, un momento y un lugar donde el consumidor adquiere el contacto con un producto por un precio que el mercado determina. Por la “entrada”. El caso del dvd club no es diferente, porque la en lugar de la entrada se paga el precio del acceso a ese material audiovisual, por un tiempo determinado: el alquiler. Con todas las diferencias que sabemos que existe entre un el hecho y el otro, mirado desde el punto de vista de la naturaleza del acto de consumo, la cosa es parecida: el acceso al film por un tiempo determinado, a cambio de dinero.
Pero decía que no pueden cruzarse esta lógica (la exhibición comercial en una sala o el alquiler para uso doméstico de un producto audiovisual) con nuestra práctica cineclubística. Simplemente, porque no somos empresas, no procuramos el lucro y no “comerciamos” cine.
Históricamente, el cineclub aparece como una práctica al margen de la actividad de lucro. De hecho, para algunos un verdadero cineclub sigue siendo un espacio al que solamente entran los socios, que lo conforman y lo sostienen, pagando una cuota con la que se financia el funcionamiento. Una práctica semipública –ya que la exhibición sólo es para los ellos- en la que la no hay “entrada” y el cine es un hecho cultural –y no comercial.
Hoy los cineclubes tenemos otras modalidades, relacionadas con los tiempos que corren: es dificil generar compromisos colectivos. Y a la vez, cada vez menos gente va a una sala comercial a comprar su entrada. En este contexto, los cineclubes intentamos generar la supervivencia del cine, como hecho social y colectivo, en el mismo momento en que el negocio del cine comercial se ha transformado en una empresa no rentable. Y esto cobra un sentido singular cuando lo pensamos sobre la realidad de cineclubes que funcionan en pueblos y ciudades sin cine comercial.
Cuento nuestra experiencia en Río Ceballos, con el ánimo de compartirla, no de dictar sentencia respecto a lo que debe hacerse.
La Linterna Mágica ha pasado varias películas bajadas, en general proyectamos casi siempre copias y no dvd originales. Excepcionalmente, alguna vez, pasamos un original, pero como de costumbre dejamos la peli en puerta para que no se vea la placa que dice que ese dvd es para uso doméstico, y que si se exhibe públicamente nos buscará el FBI. No me cabe duda de que esto nos sucede a todos: no tenemos los derechos de exhibición –salvo raras y contadísimas excepciones.
La Linterna Mágica no cobra entrada, porque ideológicamente creemos que todos deben tener el derecho de acceder al cine, más en nuestro pueblo, Río Ceballos, donde no hay cine. Creemos además que el hecho de no limitar el acceso por una cuestión económica nos distingue de la lógica comercial: no cobramos entrada, la gente contribuye voluntariamente, con lo que puede y si no puede hacerlo igual “entra” y ve la peli. Claro que siempre destacamos la importancia de comprometerse y apoyar, y afortunadamente, la gente responde. (Por supuesto que en nuestro caso lo podemos hacer porque tenemos la suerte (por ahora) de que una institución como la Cooperativa de Río Ceballos entienda que realizamos una tarea cultural que vale la pena, y nos facilita una pequeña sala, sillas, proyector, pantalla, sonido).
Respecto a pasar copias bajadas de Internet nuestro criterio es pasar las menos posibles no por una cuestión legal –porque, insistimos, en última instancia es tan ilegal pasar una copia original como una bajada, ya que las ediciones prohíben la difusión pública y no contamos con el permiso de exhibición de una u otra manera- sino porque suelen ser mejores, en cuanto a calidad de imagen, audio y subtitulado, las ediciones originales –aunque en la era de la reproducibilidad técnica de la obra de arte todas son copias!
Pasamos el cine que creemos es necesario pasar para formar a nuestro público. Siempre bajo el criterio general –que conoce igualmente excepciones- de proyectar material al que el común de nuestros espectadores no pueden acceder y que obviamente partiendo de la base de que las copias son dignas.
Casi nunca programamos próximos estrenos. Aunque sí, casualmente, proyectamos la de Todd Haynes: lo hicimos en un ciclo que apuntaba a que los adolescentes fueran al cine, bajo el eje de Cine y Rock, y la peli caía justo, aunque algunos pibes que venían asistiendo al ciclo no fueron “porque Dylan es un asco”. Estoy convencido que los 12 espectadores que la vieron, chicos de Río Ceballos y alrededores de 14 a 24 años no hubieran ido a ver su proyección comercial.
Llegado este punto aclaro: el cine como hecho comercial, con sus reglas y sus trampas, no nos interesa. No opinamos sobre él: nosotros nos dedicamos a otra cosa. No creemos que no haya punto de comparación ni que nuestra práctica influya sobre la realidad del mercado de la proyección comercial. Y si lo hace, seguramente es positivamente: el cineclub forma público que eventualmente puede consumir la minoritaria y casi nula oferta de cine independiente de las salas de cine arte –que en Córdoba, y en Argentina, casi ni existen.
Casualmente el pasado domingo pasamos Calamari Union de Aki Kaurismäki bajada de Internet. Era necesario. ¿Necesario para qué? Para que los espectadores disfruten y sigan viniendo, para abrirles la cabeza, para reflexionar sobre el humor, en el ciclo de comedias que estamos transitando. La única objeción que admitiríamos es que la copia no estaba estaba en óptimas condiciones -sobre todo respecto al subtitulado- pero recuerdo a mi viejo, haciendo cineclub aquí en Río Ceballos a mitad de los 80, proyectando en 16 el único material disponible -copias de grandes películas, a las que les faltaba siempre alguna escenita interesante, pero demasiado sacrílega para el criterio de los dueños de la distribuidora, los curas de San Pablo, la única distribuidora del país de 16 milímetros de aquellos años. Y me digo que la copia está muy bien, y doy gracias a quienes inventaron Internet, el dvd, la copiadora de dvd y el cañón que nos permiten que el cineclubismo hoy sea bastante más sencillo en lo técnico.
Para nosotros el desafío es lograr lo que hace 40 años les resultaba más fácil: que el cineclub sea un hecho colectivo, no elitista, no sectario, no restringido a una misma franja de espectadores. Que sea la herramienta para que el cine despliegue su sentido comunitario, artístico, humano, y suceda, generando el clima y el proceso adecuado para que todos podamos disfrutarlo y cualquiera pueda acceder a él. Esa búsqueda es el eje de nuestro trabajo.
Emiliano Cárdenas / Cineclub la Linterna Mágica
Roger, por donde empezar mi comentario cuando veo, y pienso, que las aristas de la discusión son muchas, y de largo alcance cada una? No era mi intención a priori participar del debate, pero el lugar que ocupo en los diversos medios en discusión y en tensión, y el estar tanto de uno como del otro lado, me obliga a tener que expresarme reconociendo que siento cada vez menos simpatía por estos debates en blogs, los prefiero cara a cara. Hablo como cineclubista, como realizador, docente y dueño de dvdclub afectado, para bien o para mal, por tus dichos.
Empecemos por atrás. Doy mi opinión sobre lo ocurrido, según tu relato, en La Cumbre. No conozco los detalles más que por tus dichos. No esta bueno creer bajo ningún punto de vista que el dvdclub que alquila originales le va mal porque tiene uno que compite con copias piratas y adelantos. Pobre su sueño si cree esto porque no es capaz de ver una realidad mucho mas amplia. Desconozco los pormenores, pero si al dvd de originales le va mal, es porque las empresas editoras de películas no hacen, y nunca hicieron, nada por él, ni para protegerlo ni para mejorar su negocio, solo ahogan y obligan a comprar paquetes de pésimas y escasísimas películas que hoy en día nos satisfacen la demanda de nadie que minimamente se presente como aficionado al cine. Las ediciones originales de dvd´s son poquísimas, suelen ser malas y llegan siempre demasiado tarde, además son carísimas, arriba de los $100 pesos cualquier película. Para solventar el costo de un dvd original deberíamos hablar de por lo menos 10 pesos el alquiler, algo desproporcionado a la realidad argentina no?. Mal por el dvd de originales que le rinde pleitesía y fidelidad a empresas editoras que son de lo peor que hay para el cine, en nombre de la “ley” y la “legalidad”??????. Es patético que estas empresas se presenten como legales cuando son francamente de cuarta, negociantes inescrupulosos y para quienes vender una película es lo mismo para ellos que vender un alfajor, y lo digo con todo respeto por los que venden alfajores. El único sello editor que se salva del bochorno en nuestro país es 791, es un placer comprar sus películas por lo cuidada de su selección, si bien las ediciones apenas suelen estar bien y los extras? bien gracias, pero así y todo, gracias 791 por existir. Ahora no entiendo el enojo de su dueño para que no existan y se comercialicen los dvds. Zona 1 y Zona 2. Ay, la bendita mezquindad de los que solo quieren lo mejor para su quintita y jamás ven al lado, ni comprenden al otro. Viva por 791 y viva por los que comercializan en argentina dvd´s importados. Como se le ocurre al de 791 que los otros le quitan a su negocio?
Ah, Transeuropa y SBP también son medianamente dignas aunque escasas en sus propuestas. Ahora, seamos francos, con tan poco en la mano y en el mercado alcanza para cubrir el cine que importa. NO. Como cineclubistas solo estamos autorizados a pasar esas películas, de esas editoras, solo un año después de su lanzamiento. Y no dvds originales zona 1 o zona 2.
Esta semana me entere que cerro LKTel, lamento mucho por los empleados que han quedado sin su trabajo pero me alegro muchísimo que no exista mas una empresa que ofrecía productos lamentables a precios imposibles y a su vez, se creen tener el derecho en nombre de la ley a obligar a los dvd clubes a que les compren en exclusiva. Ojala pronto AVH corra el mismo camino de LKTel, y Gativideo también!. El cine de acá a un futuro cercano va a ganar mucho sin intermediarios molestos entre el realizador y el espectador. Incluso los dvdvclubes que tanto te desvelan, tiene muy corta vida y no me preocupo por ello (probablemente también sean intermediarios innecesarios) es un proceso justo, y necesaria tal vez su desaparición de acá a un tiempo, y va de acuerdo a los cambios tecnológicos de esta era.
El cine no necesita en lo mas mínimo a estos editoras que son burócratas comerciantes que de cine jamás entendieron un comino, solo son unos marketineros de última. Es tanto mis desprecio hacia AVH y Gativideo que a las películas originales no se las compro a ellos, sino a un revendedor, no quiero que ganen de mi parte ni un centavo extra de comisión de la venta de películas, y si, el revendedor que es mas inteligente y entiende mejor al cine que ellos. Es más, este revendedor las cobra unos pocos pesos más caras, prefiero pagárselos a él y no tratar con las editoras.
A veinte metros de mi local hay un mantero en la puerta del supermercado que vende copias piratas y de adelanto a precios más baratos por el que yo los alquilo. Me alegro que esté y celebro su existencia. No tengo nada contra él por más que un cliente mío puede comprar una película al precio que yo la alquilo. Le deseo lo mejor a ese hombre y ojala pueda hacer unos mangos con su trabajo y pueda mas adelante comprarse un toldito que lo proteja del sol y la lluvia. Lo digo muy sinceramente sin ningún dejo de demagogia, ironía, ni condescendencia. Me parece bien que ese pobre hombre haga algo para llevarse comida a la boca, a mi no me jode. Lo prefiero toda la vida a un ejecutivo de AVH o de un Blockbuster o de un Hoyst que son mil veces más piratas que él, y que tienen de su lado el poder económico y legal.
A dos cuadras también tengo otro dvdclub que jamás en su vida compro una película original ni paga el impuesto al INCAA, es mas, dudo que pague impuesto alguno, y alquila mas barato que yo, tampoco le guardo rencor y jamás se me ocurriría pensar que va en contra de mi negocio su existencia.
Una vez mencionaste en tu curso tu bronca por el trabajo del mantero. Yo sueño con que el día de mañana las películas de Pedro Costa se vendan en la calle, eso va a significar que si tanta gente ve sus películas el mundo va a ser definitivamente mejor! Utópica a mi propuesta no? Ay… en el fondo un cineclubista es un romántico ja. Claro que seria mejor que el box/cofre de Intermedio de Pedro Costa se comercializara en la Argentina a un precio razonable y que todos podamos comprarlo de esa manera. Pero creo que ahí si, ya estoy siendo demasiado utópico.
Si los cines de La Cumbre no pasan Benjamín Button (bueno, tampoco se perdieron mucho je) bueno, lamento profundamente su decisión. Si creyeron que no iría gente porque todos ya la vieron en dvd, me permito disentir ampliamente con ellos. Que pena que su visón de negocio sea tan estrecha y tan poco solidaria para con el espectador como para negarle la posibilidad de verla en pantalla grande. De seguro que varios hubieran ido a verla y mas teniendo en cuenta que fue una película que gusto bastante al publico en general, y que hubiera sido recomendada por los que ya la vieron a los demás habitantes del pueblo. Las chicas volverían al cine a ver a Brad Pitt en pantalla grande, y mejor aun, arrastrarían a sus novios con ellas para poder chapar en el cine. Mal, muy mal por el cine de La Cumbre que privo de esos besos a los amantes.
Lo que me lleva al otro punto. Tengo entendido Roger, podrás desmentírmelo ya que tal vez conoces mejor el caso que yo, que en Francia es común que se realicen avant-premieres gratuitas de las películas porque confían que el boca en boca es la mejor herramienta para llevar gente al cine. Cuando se estrenan, los cines se llenan porque todos la recomiendan. Creo lo mismo, el boca en boca es un arma poderosa, mientras más personas vean previamente una película y les guste mas gente arrastraran al cine. Como acá las películas buenas nunca permanecen en cartel, nadie hace tiempo ni a mencionarlas y el boca en boca jamás funciona. La excepción fue el caso paradójico de Muerte en el funeral que si funciono de esa manera y fue un fenómeno de taquilla cuando hacia meses que ya estaba bajada. Los cines deberían celebrar hoy en día que existan los adelantos, la Internet y los dvds. Alguien hace ese trabajo, el de boca en boca, por una módica suma, ya que ellos no son capaces de hacerlo al no mantener las películas en cartel. Si un cine no lleva gente es porque están haciendo mal las cosas y subestiman al espectador con entradas carísimas y películas pésimas, ya sea la entendida y rotulada como comerciales como “guerra de novias”, como las rotuladas y entendidas como cine arte, como “Por fin viuda”. Insisto, el espectador no come vidrio y es mucho más inteligente que ellos, y que nosotros. Y tiene derecho a elegir y que no elija nadie por el. Pero nadie. Nuestra obligación es crear opciones, sea como sea, para evitar el achicamiento cultural al que nos somete la industria, sea en materia de cine, libros o música. Esa censura implícita es el peor mal que tenemos.
Odio profundamente al cine para unos pocos, así como odio el cine importante para solo una elite cultural que puede acceder a él, por más que muchas veces me incluyo en este grupo. Rechazo profundamente y me hago cargo de tratar de censuradores elitistas a la gente del Malba que edita Invasión a un precio de 250 pesos!!!!! En provincia es imposible conseguirla, hay que viajar a Buenos Aires para comprarla porque no hacen envíos por correo. La película vale ese precio y mucho más, la edición es increíble, la gente que trabajo en ella son profesionales que tiene todo mi respeto, ahora… tienen la conciencia social de un tomate y deben vivir en la luna. Solo una persona de muchísimo dinero puede comprar esa edición. Esta más que claro que a esta gente, el cine solo el importa como un fetichismo pajero e individualista para señores con mucho poder adquisitivo.
Ah, sobre Dylan y Im not there. Cuento que nadie quiso ver Im not there en dvd antes que llegara a cine y nadie la vio después tampoco. No me preguntes porqué, pero a casi nadie le interesa Im not htere mas que a unos pocos. Cuando se estreno en cines y en el Hugo del Carril me desgañite recomendándola por todo lo medios posibles. Fui a verla en 35 mm. Grite a los cuatro vientos cuando se estreno. Mi grito fue en vano, nadie la vio. Después, cuando salio, la compre original obviamente y la ubique en el mejor lugar del estante de video, puse el póster grande en la puerta y lo sostuve mucho tiempo, me harte de recomendarla, siguió sin verse. Debo decir que una película de Kiarostami o de Kaurismaki se alquila mas veces que Im not there. Lastima, pero es así. Capaz que le erramos al ofrecerla o en el enfoque con que la “recomendamos” y criticamos. Luego recordé que fui a ver a Bob Dylan al Orfeo en Córdoba y allí solo había cuatro mil personas aproximadas de los cuales, tengo entendido, casi la mitad estaban allí gratis porque las empresas auspiciantes les habían regalado la entrada. Si tan poca gente es capaz de ver al, probablemente, mayor compositor y músico del siglo XX a unos pocos kilómetros de su hogar y con una entrada francamente accesible, es lógico que tampoco le interese ver la película sobre la vida del propio Dylan. Fueron más los cordobeses que viajaron a Buens Aires a ver Radiohead pagando seis o siete veces más el valor de la entrada que los que vieron a Dylan acá. Que se queden tranquilos los cines que creyeron que les fue mal porque se podía ver trucha antes, en video nadie la vio tampoco.
Me refiero ahora al párrafo bendito que esta tanto en discusión, je, en el fondo soy el autor de esas palabras y debo reconocer que me hace gracia que se discuta tanto un texto que escribí una mañana en la que me levante enojadísimo y podrido de que se (me) trate de piratas y ladrones a quienes trabajamos incasablemente por el cine y por su difusión abierta y justa para rodos, insito, PARA TODOS. Y quienes acusan sean los que históricamente limitan a los realizadores y acogotan al cine. Bregando por un cine para poquitos “iluminados” que solo pueden ver los filmes importantes del mundo. Quiero al cine importante del mundo al alcance de todos! Me parece bien que un cineclub programe, lo digo de vuelta, un adelanto, no le hace mal al cine comercial, gracias a que he visto Belle toujours en la Quimera, me encargaré personalmente de gritarle medio mundo que vaya a verla a los cines comerciales porque es una obra maestra. Lo mismo supongo ocurrirá con las otras personas que estuvimos en las sala. En vez de tener un solo espectador, o sea yo, van a tener muchos. Ah, y voy a ir de nuevo a verla si es que llega en 35 mm. Es muy difícil de pensar y comprobar la ecuación que planteo? Estoy tan errado a la realidad? Es tan obtuso mi planteo económico?
Ahora, si los cineclubistas trabajan incansablemente por el cine, esta bien que ganen de su actividad, me permito disentir con la idea de no lucro que tanto se pone en duda y cuestionamiento. Esta mas que claro que ningún cineclubista va a hacerse millonario con la actividad, ni siquiera le alcanzaría para un ínfimo sueldito, y el espíritu de no lucro siempre fue el de la actividad
Roger, sos un enorme pasador/docente del cine importante que existe, tenes absolutamente todo mi respeto y admiración y me gusta ponerte como modelo y ejemplo. Por ende considero que te mereces ganar mucho más de lo que recibís para poder seguir realizando tu tarea de la mejor forma posible y mucho más cómodo. Porque no vas a cobrar por ella? No entiendo! No comprendo que personas que le hacen tan bien a la comunidad no puedan recibir una módica suma por ello, pase un dvd zona 1, zona 4 o la baje de internet! El valor es el trabajo docente comprometido puesto encima de la obra y no su precio como disco, sean 40 euros o 100 mangos o 3 pesos de la copia. Roger, el valor esta en vos, en mi y en todos lo que respetan y cuidan al cine y lo eligen como un trabajo para mejorar a las personas y a su entorno. Esa es mi opinión que, aclaro, permanentemente discuto con compañeros y amigos. Esta muy bien que ganemos de ella para poder seguir trabajando y difundiendo el cine. Y si no cobramos entradas porque la ley y el estado no lo consideran, entonces que la ley y el estado nos mantengan porque hacemos un bien cultural y social. Para eso lucho. Y para, desde hace meses, tratar de modificar la ley de cine del INCAA que incluya la actividad. Algo de vital importancia.
Jamás cobre un centavo por mi tarea cineclubistica (ojala algún día lo reciba), solo por mi tarea docente y por mi comercio que (por suerte) tiene poca vida útil, y que si esta repleto con dvds originales, argentinos, europeos o norteamericanos, bajados, copiados o prestados (te sorprendería si te cuento que cientos de personas, si, no exagero, cientos de personas me pasan, donan y regalan permanentemente películas para que yo las pueda poner en el dvd club al alcance de los demás, y a nadie, ni a uno solo de esos cientos se le ocurriría cuestionar que yo cobre seis pesos por ellas) y todo el cine que pueda conseguir. Ese ingreso apenas me sostiene para poder realizar gratuitamente todas mis otras actividades de difusión, crítica y docencia. Esta mal que cobre? Quien me va a decir lo que tengo que cobrar? Con qué derecho alguien le puede poner precio al trabajo del otro? Si, acabo, de poner precio yo también al dvd del Malba, en realidad, que pongan ellos el precio que quieran, esta en nosotros poder elegir comprarlo o no a ese valor.
A la ley hay que cumplirla porque es ley? O discutir si es justa o no. Perdón por mis escasos conocimientos en jurisprudencia, puedo equivocarme en mis dichos, pero… no es el derecho a ser libres y a poder elegir, la ley primera que hay que respetar. Y esa ley, no está por encima de todo comercio, sea mío, de las editoras de dvd, de los cines, de las majors, o de las productoras independientes? Hay que poner limites? Que límites? Quien se puede jactarse de ser el ponedor de limites? Los limites, en una sociedad libre, debería ser el de la inteligencia y la moral de cada uno. Vos tenes tú ética, que respeto mucho, y hasta cierto punto comparto y entiendo, yo tengo la mía, que en algunos elementos se diferencia de la tuya. Probablemente ni la tuya ni la mía sean la correcta y adecuada. Son ambas personales e intransferibles.
Que queramos ponernos en jueces morales con nuestros egos al frente no le hace para nada bien al cine de Córdoba. No necesitabas, y eso molesto a muchos (me incluyo), que veneraras tu espacio en detrimento de otros, un lugar, el tuyo, que ya de por si veneramos todos en Córdoba, que a su vez respetamos y apoyamos incondicionalmente, y ojala lo podamos seguir haciendo siempre. No me voy a cansar de decir que el tuyo es el mejor cineclub que existe en funcionamiento, que tiene la mejor programación y a una persona sumamente comprometida con el cine al frente; no necesitabas ponerte como oponente a los otros cines que pasan películas bajadas para vanagloriarte. Esa frase sonó a politiquería barata. Decir que bueno que soy diciendo lo malo que son los otros. Roger, no lo necesitabas en lo más mínimo. Todos saben que sos un referente para muchos de nosotros. Juan Jose Gorrasurreta y yo decidimos invitarte a la inauguración para que charles con nosotros en función del enorme respeto y admiración que te tenemos. Para que señalar de esa forma a otros? Sean cineclubes como escribiste, o dvd clubes como intentaste corregir después. Para terminar siendo un solo dvdclub de La Cumbre?
A que industria estamos defendiendo? En nombre del amor al cine? Recuerdo un patético anuncio publicitario que decía que por cada disco bajado moría un cantante, guitarrista, y banda de rock. El rock y la música sigue existiendo, los músicos hacen mas música que nunca, lo que si desaparecerán son intermediarios molestos que se quedaban con todo el dinero, ojala con el cine pase lo mismo, las salas de cine no van a desaparecer, al contrario se democratizaran mas, se crearan formas de distribución mas justas ganando el espectador y los realizadores. No la industria que jama defendió al cine y menos que menos a los grandes pasadores/docentes/programadores como vos.
Los cineclubes fueron siempre un sector que la industria ninguneó y trabajaron demasiado tiempo gratis por el cine para que ahora los traten de piratas y parias porque pasan películas bajadas. Roger, no entiendo tu confusión de hablar de amor al cine como sinónimo de defensa a la industria. El que baja películas y las comercializa no ama al cine?!?!?!? No entiendo tu razonamiento francamente, ni siquiera la relación. Conozco tantas personas que aman al cine mucho más que vos y yo, y bajan permanentemente las películas que no pueden ver por otro medio porque nadie se ocupa de programarlas ni exhibirlas. Aunque no me creas, jamás baje una película, no se hacerlo, mis conocimientos de computación son limitadísimos. Internet es solo para unos pocos que pueden pagarla, y saben usarla. Muuuy pocos.
Me permito disentir con vos al creer que la Internet es la gran patria socialistas, años atrás pensé lo mismo y me puse contento con esa idea, después me di cuenta de mi garrafal error y que es en realidad una herramienta de dominación de unos muy pocos sobre demasiados. Si, hay negocio, no es un espíritu socialista libre sin precio, sino un terrible y asqueroso negocio, ganan muchísima plata los que cobran por el servicio. De que socialismo estamos hablando? Cuantos pueden darse el lujo en este país de tener banda ancha? solo una muy pequeña parte de la sociedad. Puede ser que esa pequeña parte sea una amenaza para la industria, pero esta bueno porque sirve para resignificar las reglas.
Nuestro trabajo es llevarle las películas a la otra masa de personas que no puede acceder a esos beneficios. Esta mas que claro también que tratamos de hacerlo con la mejor calidad de imagen, tratado de respetar la intencionalidad primigenia del realizador. Pareciera paradójico pero hay dvds bajados que se ven mil veces mejor que algunos originales editados en nuestro país, por mas que si, suele ser esto una excepción.
Me hago eco de la frase de Jean Marie Straub de llevar Beethoven a los obreros de Mercede Benz. Es nuestra labor hacer que esa frase no sea solo mera retórica, si el sistema y la industria no nos pone en nuestras manos la posibilidad de adquirir el cine de Straub/Huillet para poder enseñar con ellos, debemos ir en contra de ella y “robarle” al propio Jean Marie con tal de mostrarlos didácticamente a la sociedad y darlos a conocer. Imagino que el propio Straub aprobaría la decisión. Si hay directores de cine que no, bueno, hay muchos que si, el debate esta abierto.
La discusión puede seguir mucho más larga y tendida. Yo ya estoy cansado de escribir je. Espero haberle aportado matices al debate, ojala podamos seguir esta charla en privado, o en mesas abiertas en algún momento. Calculo que ganaremos mucho de ella.
Abrazo sincero y fraternal.
Ale Cozza
Queridos Ale y Emiliano: me ha gustado mucho leerlos. He aprendido algunas cosas, he confirmado otras y he podido dudar, sobre todo, de algunas ideas que tengo. Seguiré pensando.
Quiero sí, dejar en claro algo: el texto en cuestión fue escrito hace un mes atrás. Tendría que haber estado colgado el 7 de abril, pero mis actividades me impidieron tener listo toda la programación para el 15 de abril. Lo que escribí no fue pensado para producir ningún debate, ni para compararse con ninguno de ustedes. Yo respeto y venero a Juan José Gorrasurreta, respeto sin conocer a Emiliano, y, sé muy bien del amor que tiene mi tocayo sobre el cine. Entiendo, releyendo una y otra vez, lo que escribí, que así se lea. El espíritu fue otro, y el objetivo también. Pueden creerme o no, y ante eso no puedo hacer absolutamente nada. Si he ofendido a alguien, no fue mi intención.
El dueño del dvd trucho solía ser el dueño de una disco en la que pasaba de todo. Le importa un carajo el cine, la competencia, la calidad de lo que pasa. Y como muchos, ven solamente un negocio. Es distinto con lo que sucede con el vendedor ambulante: aquí, disiento contigo, Ale, pues yo no apruebo el por qué ese hombre o mujer desempleado tiene que terminar vendiendo cine en la calle. Quisera que pudiera tener trabajo, nada más Y hasta que no lo tenga, que venda lo que sea.
No soy una persona de partipar en conflictos blogeros, ni mediáticos, ni nada. Conozco a mucha gente que respeto, en el ámbito del cine, que hacen de la polémica su identidad. No es mi caso. Y lamento mucho lo sucedido.
Ale: yo estoy de acuerdo contigo en espiritu. En la letra, hay cosas que merecen ser pensadas a fondo, y entender todo el fenómeno en téminos estructurales. Tengo diferencias mínimas, que tienen que ver con énfasis.
A todos, sin excepción, les mando un abrazo.
Roger,
me parece muy interesante lo ocurrido y gracias a tu texto se pudo disparar un intercambio de ideas que me parecio sumamente importante, y mas aun, antes de un evento de relevancia como el de mañana.
Hace dias que pienso y pienso, y doy vueltas sobre el tema. Como vos, tambien me obligo a repensarlo y con la ayuda de tus ideas y las de los demas, a seguir evaluandolo.
Por supuesto que jamas vi mala intencion en tus dichos, solo formas diferentes de enfocar un tema arduo y complejo, que merece ser pensado, como bien decis, mucho mas a fondo. Esta en nosotros, y en los que se quieran sumar, la tarea de hacerlo.
Te agradezco por haber puesto el espacio en tu blog como lugar para este intercambio de ideas (la idea de «polemica» a mi tambien me resulta un tanto odiosa). «Si Mahoma no va a la montaña…»
(je, es solo un chiste con todo mi enorme respeto)
Desde ya, que para mi es un orgullo desmedido compartir la charla inaugural el dia de mañana con vos y Juan Jose, personas que admiro, tanto en la tarea cineclubistica que llevan a cabo como en sus enfoques y miradas con respecto al cine (por mas que podamos tener minimas disidencias).
abrazo grande
Ale
Ah, y sobre el tema del «enfasis», te reconozco que me hace gracia, en el buen sentido, el termino que usaste y desde ayer que estoy meta pensarlo.
Estimados
Fui responsable de lk tel,en programacion,compras,marketing,y ventas
desde Febrero 22 hasta 2/1/2004,alternandome en esas actividades
El sello Columbia te impone un paquete anual de peliculas si queres tener el sello , es UN CONTRATO DE ADHESION. SI QUERES LO TOMAS, SINO, NO, NADIE TE OBLIGA . Esta compra de adhesion tenia un producto 10% bueno, 40% aceptable ,40% regular,10% malo
Columbia se lleva el 44% del precio de publico por DVD o vhs vendido
El Estado Argentino 34,5% del precio al publico (sin laburar)
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78,5 % del precio al video club se lo llevan otros
a Lk tel le quedaba 21,5 % para amortizar todo el negocio….
Gastos Administrativos ? 5% (produccion incluso)
Gastos de Marketing ? 5%
Gastos de Ventas ? 5%
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15% ?
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utilidades ? 6,5% ? antes de Impuestos e Intereses
No creen que es muy poco lo que ganaba Lk tel ? ademas trabajaban
mas de 25 personas en relacion de dependencia,y 20 free lance.
Por eso,se entregaba poster con cada pelicula,se hacian promociones de
precio.
Fijense que el 78,5% del precio final cobrado al Video Club ,se lo llevan otros.
Con 44% columbia le tiene que pagar los derechos o creditos,al Director
al Productor,a los Actores,Sonidistas.Musicos,Casting,Efectos Especiales,
mas los sueldos de la administracion de Video Home de la propia Columb
ia.
Aqui el problema es el ESTADO,que no ha querido ocuparse del tema
seguramente cajoneando una Ley,que al poner a los piratas o bajadores
de films por intrnet, en cana,permitirian bajar los precios.
Pero ya ven, el EStado siempre se llevo un 34,5 sin salirse del asiento
y no trato la ley en la camara de diputados
Aqui en este negocio,hay que mezclar las cartas y tirarlas de nuevo. pero con un acuerdo armonioso,entre las partes.
Hay otro item,que es la DEVALUACION, que es un IMPUESTO EN EL FONDO
Las editoras no pueden pagar los derechos con el precio indexado por el dolar en un 300% a partir de 1/2002
El pais es una ESTAFA EN TODOS LOS RUBROS,HASTA EL MISMO GOBIERNO ES TRUCHO, que se puede esperar de la actividad privada que es dependiente de todos esos impuestos que no puede ELUDIR ?
Por otro lado,El gobierno Argentino ,deja que los Bolivianos que manda EVo desde Bolivia,se financien vendiendo trucho, y asi colaboran con Bolivia !!! esto es el colmo !!!! Uds tienen razon en quejarse !!
Pero las editoras estan atrapadas,mas Lk tel,que tenia 1 solo sello.
Imaginen la AUTORIDAD DE AVH,QUE TIENE 5 sellos !!!
Desde 1980 a 1985 AVH vendio video,sin tener contrato con Warner,o sea vendian sin control de los Estudios,las peliculas que distribuian en cine. Ellos fueron los primeros en vender sin derechos especificos de video ,porque no habia quien los controlara.
Si tienen alguna contestacion o comentario, mandenmè mail a las siguientes direcciones
guerreroestrella@gmail.com
apiacentini@yahoo.com.ar
Alfonso