PARA MUCHOS, PAGAR LAS CUENTAS SE VUELVE MÁS IMPORTANTE QUE SOÑAR

PARA MUCHOS, PAGAR LAS CUENTAS SE VUELVE MÁS IMPORTANTE QUE SOÑAR

por - Entrevistas
05 Nov, 2025 10:53 | Sin comentarios
Entrevistamos a Cauê Dias Baptista, director artístico de Estranhos Encontros - Festival de Cinema Independente de São Paulo, que tuvo su primera edición entre el 25 y el 28 de septiembre. El festival, del que ofrecemos además una breve crónica, presentó una sección competitiva internacional de cortometrajes, un panorama internacional de largos y cortometrajes, charlas, debates y una retrospectiva-homenaje al director Paulo Sacramento

Hacía más de diez años que no iba a São Paulo: la encontré fantástica (¿fantástica?). No voy a hacer sociología barata ni comparaciones goma (ya tenemos bastante de eso los argentinos estos días), sólo esa observación enteramente impresionista y subjetiva.

Y la hora llegó con un festival de cine. Quizá, porque los festivales de cine se hacen de las mismas contradicciones que hacen al corazón paulistano –el corazón que nos había revelado Sampa–: son el envés del envés del envés, lo opuesto de lo opuesto, lo contrario del contrario… Un festival de cine, después de todo, es la posibilidad de vivir unos días en un mundo mejor, hecho aparentemente sólo de películas y de encuentros con amigos, viejos y nuevos, con los que conversar sobre ellas. Ese mundo, que sin embargo está en este, no es un refugio donde olvidarnos del verdadero, el de todos los días. Y si lo contradice, es sólo para mostrarnos que el mundo verdadero es también un poco falso, que podría ser de otro modo. Esto hacen los festivales, los buenos, los que nos gustan (no han dejado de hacerlo tampoco el cine y su historia).

Días después de esa apertura –un poco a cociencia, un poco no–, nos encontramos a la luz del día, caminando en la periferia de una Cracolândia próxima a Boca do Lixo: primero, un mar de cabezas que vimos a cien o doscientos metros, desde una calle más elevada; después, desde más cerca, cientos de hombres y mujeres de todas las edades, amontonados sobre la vereda, echados o caminando a tientas; enfermos, mutilados, desechos por la pobreza, el abandono, la indiferencia. Otros dicen que es la droga. También, la droga, después. “No es tanto que tenga miedo de pasar por acá. Es lo insultante, la violencia, de nuestra presencia: no tenemos derecho a pasar por acá”. Y doblamos.

O prisioneiro da grade de ferro. Autorretratos 

O prisioneiro da grade de ferro. Autorretratos –que en 2018 estuvo programada en el Doc Buenos Aires, en el marco de una retrospectiva dedicada a su DF Aloysio Raulino– integró la retrospectiva de Paulo Sacramento y es uno de los hitos de la cinematografía brasileña. La película fue rodada íntegramente dentro de la prisión de Carandiru, un año antes de su demolición. Además de las imágenes tomadas por el equipo, los presos aprendieron a usar cámaras de vídeo con las que documentaron su vida cotidiana, su trabajo, sus conversaciones y, a veces, su visión del mundo desde el penal. El homenaje a Sacramento incluyó además otros dos largometrajes: Riocorrente (2013) y O olho e a faca (2018), dos cortos suyos: Ave (1992) y Juvenília (1994), y una carta blanca, en la que el cineasta paulistano programó Filme Demência (1986), de Carlos Reichenbach, que se exhibió en una digitalización inédita en 4K encomendada por el festival y realizada junto con la Cinemateca Brasileña, a partir de una copia preservada en 35 mm. Esta proyección fue uno de los momentos más esperados y celebrados por el público del festival.

(Inserte aquí su lamento porque –no sé si alguna vez lo comentamos– en Argentina no tenemos una Cinemateca, y porque cada vez la posibilidad de poner una en funcionamiento, y de colaboraciones como esta, es más lejana o más pequeña. Lo que podría parecer una minucia frente al país que desaparece, que se disuelve, con un quejido. Pero –como alguna vez seguramente demostró alguien– no hay cuestiones pequeñas: todo puede ser el prisma de algo más vasto. Insertemos aquí nuestro lamento. O mejor hagamos algo mejor: por ejemplo, conservar, transmitir, poner el cuerpo, esperar, conservar, transmitir…, no dejarnos ganar por urgencias que no son nuestras…).

Chevette

La Muestra Competitiva de Cortos, por su parte, exhibió veinte cortometrajes seleccionados entre centenares recibidos desde distintas partes de Brasil, pero también desde Portugal, Argentina, Chile, Colombia, México o Angola– que se organizaron en cuatro programas, dos de ellos temáticos autoficciones y ficciones de juventud– y otros dos, conceptuales, consagrados, uno, a películas de género y el otro a producciones que, con criterio amplio, se agrupan como experimentales. Más allá de este reparto en programas, la Muestra Competitiva procuró responder a la preocupación manifiesta del festival por la historia y la tradición cinematográfica y cinéfila de su ciudad, y también por el presente del cine y la tendencia a la virtualización (en el arte y en la vida, en los vínculos entre personas). Así, Chevette (Felipe Palmieri, 2025), por ejemplo, condensa en las formas depuradas del cine clásico las ansiedades y los gestos de la ciudad contemporánea. O Núbia (Barbara Bello, 2025) recuerda la presencia incontestable del cuerpo incluso allí donde parecería deshacerse en pura imagen o (¿auto?)percepción.

En la ganadora de la competencia, Sebastiana (Pedro de Alencar, 2025), el realizador investiga el pasado de su padre, signado por una tragedia horrorosa en la infancia. En Río de Janeiro, en 1929, Sebastiana, una trabajadora de servicio negra, se prende fuego junto a sus hijos. Uno de ellos, Isaltino, de ocho años, que no estaba en la casa ese día, escapa a la tragedia, con cuyo recuerdo, sin embargo, deberá vivir desde entonces. La historia ocupó durante varios días los titulares de los diarios y, décadas más tarde, el hijo de Isaltino recurre a ellos para investigar lo que realmente le había sucedido a su abuela y tíos. La conclusión a la que llega será muy distinta de la que contaba la historia oficial. Al mismo tiempo, acercamiento a la figura paterna, revisión de la memoria familiar y reconstrucción de la verdad histórica, la película impacta dolorosamente, de un modo que paraliza y que la blinda a la crítica. ¿Cómo articular algún cuestionamiento ante una revelación así, tan cruel, terrible y sin remedio? Quiz tengamos que empezar por ahí, por la pregunta acerca de esa parálisis. Por cómo, ante Sebastiana, extrañamos un poco el poder de confundirnos que tienen las películas, su “posibilidad de no ser comprendidas”: eso que nos hace tener que pensar algo más, tener que conversar con ellas, y con los otros. (« Fais en sorte que je puisse te parler ».)

A sua imagem na minha caixa de correio

En fin, de estas cosas y algunas más, conversamos unos días después de los Estranhos Encontros con Cauê Dias Baptista, su director artístico.

CM – La escena cultural paulistana es enormemente vital. En el mismo momento, tenemos la Bienal de Arte, los Estranhos Encontros, de aquí a unos días abrirá la 49Mostra, hay varias salas de cine independientes con mucho movimiento de público, centros culturales, y todo esto sin mencionar los museos, las galerías de arte… ¿En este panorama, cómo fue que ustedes percibieron la necesidad de este festival? ¿Qué es lo específico de Estranhos Encontros?

Cauê Dias Baptista

CM –El espacio que Estranhos Encontros dedicó a las charlas y debates durante el festival fue amplio y se caracterizó por una cierta autonomía respecto de la exhibición. Antes que los habituales coloquios que siguen a las proyecciones, el festival programó segmentos de discusión separados de las películas. ¿Por qué?

Proponer las charlas es proponer una presencia, en tiempos en que el cine es tomado por la virtualidad. Incluso en las discusiones, muchas veces inflamadas, pero cómodas. Es necesario ocupar el espacio público para hablar de cine, discutir cine. Hay siempre algo peligroso en torno a reunir personas para discutir ideas que van en oposición con cierto estado de las cosas. Y, como Paulo Sacramento recordó, es necesario hacer que las ideas se vuelvan peligrosas de nuevo.

CM –La retrospectiva-homenaje de esta primera edición estuvo dedicada a Paulo Sacramento, un director que dejó de filmar hace unos años, todavía joven…

CM –¿Qué criterios de selección ponen en juego en la programación? ¿Qué valoran en una película a la hora de seleccionar?

CM –Recibieron un número importante de cortometrajes para la Sección Competitiva de Cortos, ¿cómo fue el proceso de selección? ¿Creés que les sirvió para percibir un panorama de conjunto?

CM –La Mostra Horizontes da cuenta de una mirada muy peculiar al cine contemporáneo; por otra parte, la preocupación por el estado del cine apareció de modo constante en las intervenciones de los responsables del encuentro y entre los invitados a charlas y debates, ¿crees que la selección de películas y las conversaciones durante el festival muestran algún punto en común en cuanto a los diagnósticos, a las propuestas y a una posible idea de cine para el presente y el futuro?

CM –¿Qué planes tienen para la próxima edición del festival? ¿Hay cosas que quieran cambiar, a partir de esta primera experiencia?

Carla Maglio / Copyleft 2025