Wilcox, Denis Côté, Canadá, 2019

La civilización expulsa y asimismo protege. El personaje elegido por Côté pertenece al repertorio de las decenas de variaciones elegidas por él para delinear obsesivamente una especie de modelo platónico de toda su filmografía: el excéntrico, aquel que toma un desvío del camino seguido por la mayoría. En la introducción y en el final, nombres de personas que decidieron vivir en los límites de la civilización, a veces, poniendo en riesgo sus propias vidas, constituyen un linaje, y Wilcox, el protagonista, es uno de ellos. Un retrato: el solitario viste como si estuviera en una guerra, practica posturas de yoga y artes marciales, es capaz de prodigar ternura a los animales e interactúa amablemente con otros sin evidenciar ninguna anomalía. Côté toma una decisión clave: el lenguaje está elidido y el sonido ambiente se pierde en un zumbido indescifrable matizado con alguna melodía perdida, de tal forma que esa decisión sonora estimula un alejamiento del orden del mundo e introduce una experiencia radicalizada, ya sin los signos codificados de la humanidad. El registro visual, además, siempre está interferido, como si la opacidad del personaje fuera refractaria a cualquier sistema de representación audiovisual.

Roger Koza / Copyleft 2020