LAS PLAYAS DE AGNÈS
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Por Roger Alan Koza
MI VIDA EN FOTOGRAMAS
Las playas de Agnès / Les plages d’Agnès, Francia, 2008.
Escrita y dirigida por Agnès Varda.
***Hay que verla
Una de las grandes películas del año no ha sido lo suficientemente valorada por las nuevas generaciones de cinéfilo y críticos, a pesar de ser un film sólido y libre
“¿Qué es el cine?”, se pregunta Agnès Varda, el único miembro femenino de la Nouvelle Vague, cuando su película-autorretrato está a punto de culminar. Su respuesta es una cita oblicua al padre de la crítica cinematográfica, André Bazin: “La luz que viene de algún lado capturada por imágenes, algo oscuras y coloridas”. Y agrega, en una casa improvisada cuyas paredes están formadas por películas descartables de 35 mm: “Aquí, me siento como si hubiera vivido en el cine, que el cine es mi hogar. Pienso que siempre viví en él”. Para los hijos del cinematógrafo del siglo XX es inevitable yuxtaponer sus historias personales con la Historia del cine (y del siglo), pues acaso el cine ha sido desde un principio un suplemento de la memoria (individual y colectiva).
Tras dos homenajes recientes en el festival de Guadalajara y en el último festival de Cannes, la octogenaria realizadora, una auténtica espigadora con una cámara, selecciona materiales diversos (recuerdos de su infancia, escenas de sus películas, fotografías propias, pinturas, instalaciones, material de archivo) e intenta hilar una narración sobre su propia vida. Sus playas, el paisaje que se encontraría si se pudiera ver en su interior, son los recuerdos que, como queda establecido en la primera escena, son espejos sostenidos por otros para poder reconocerse. Aquí, la metáfora del cine como un espejo de conocimiento alcanza su apoteosis.
La vida de Varda está atravesada por el siglo XX, y sus amistades e intereses son un buen ejemplo: la constitución del cine moderno, la Segunda Guerra Mundial, Vietnam, la Revolución Cubana, los movimientos libertarios de la década del ’60, Jim Morrison, Chris Marker, Godard, (al que se lo ve sin anteojos), Jane Birkin y tantos otros constituyen la materia de sus memorias. Un buen segmento de la película gira en torno a su marido, el cineasta Jacques Demy, a quien Varda sigue amando, a pesar de su muerte temprana, de lo que se predican algunos interrogantes sobre el modelo matrimonial de la pareja.
Este biopic documental es indirectamente un ensayo sobre cómo constituir una existencia singular en obra de arte. El barroco lúdico de la puesta en escena y el narcisismo inocuo de la artista no deberían distraernos del espíritu libertario del filme. Las playas de Agnès no es otra cosa que la película de una persona libre.
Esta crítica fue publicada por el diario La Voz del Interior en el mes de mayol 2010.
Roger Alan Koza / Copyleft 2010
A quién o quiénes te referís cuando decís que no fue lo suficientemente valorada? Lo pregunto porque las críticas que leí y las personas que me dieron su opinión, hablaron todas muy bien del film.
Me incluyo.
Saludos.
Daniel: recuerdo que la vi en MDP con varios críticos amigos alrededor y la recepción no fue tan buena. Algo similar observé en las algunas críticas publicadas recientemente. Mi amigo Rober Koheler la calificó con un 4 en El Amante, por citar un caso que a mí sí me importa. Saludos para vos. RK
Ps: el último párrafo de la crítica es un comentario indirecto sobre el copete.
Acabo de ver «El cinematógrafo»: que pena lo de la sala vacía en Las playas de Agnes. Tenía planeado verla la próxima semana pero los del Showcase, el único cine que lo proyectaba, lo terminaron sacandola de la grilla.
Felicidades por el programa.
No recordaba las notas de El Amante, es cierto, me quedé con la opinión del crítico de su revista.
Creo que la libertad que marcás en el último párrafo es lo más valioso y atractivo del film.
Saludos.
Daniel: sí, un alumno que tuve en un curso en el 2009, me dijo que se trataba de la pelìcula de una vieja chota, la película de una abuela caprichosa. Se fue del curso a las dos semanas, y no se dio cuenta de que se trataba de una de las pocas cineastas mujeres de la historia del cine, y además, una mujer inquieta y libre.
Leandro: 170 personas vieron Las playas de Agnês en la semana. Por esa razón el Showcase la levantó. Veremos qué pasa con Haneke en esta semana. Me temo que tendrá un destino similar. Mientras tanto, la mierda de Sex and The City 2 recluta mujeres. La verdadera película feminista ya pasó, y en ella no estaba Sarah J. Parker, sino una vieja con el pelo teñido de dos colores capaz de mostrar una erección de verdad y no una manga de rugbiers en calzones con leves elevaciones del miembro para que la platea susipire. Saludos. RK
Muy interesante la comparación. Estoy totalmente de acuerdo con esta mirada. Es cierto que se trata de una verdadera película feminista.
La escena de la erección debo decir que me pareció genial pero me descolocó. Es gracioso, porque cada tanto me gusta darme una vuelta por sitios porno, y uno los busca, entre cosas, para ver genitales de ambos sexos en primerísimos planos. Pero una escena así en una peli de Varda no me lo esperaba. ¿Pensaba que una mujer tan tímida no podría mostrar nunca escenas así? Bueno, creo que es una ratificación de su espíritu libre. De todas formas el «problema» es mio.
¡Tendré que charlarlo con mi analista! Jah!
Alcancé a ver la peli de Varda en el Showcase el domingo pasado. Es una película deslumbrante, maravillosa. De Varda no conozco toda su filmografía. Una de las que más me emocionó es la dedicada a su marido “Jacquot de Nantes” (1991) y citada en “Las Playas de Agnes”. También recuerdo con mucho agrado “Le bonheur” (1965). Esta película fue una declaración de principios sobre cosas tan fundamentales, como la relación del amor con la fidelidad. El que un hombre casado no tenga mejor idea que compartir la novedad de una amante con su propia esposa, es algo que me pareció revolucionario.
Volviendo a “Las Playas de Agnes”, lo que más me sorprendió, es que su temperamento tranquilo, afable, inquieto, su infinita ternura, se pone de manifiesto en sus películas. No creo que sea muy frecuente que exista tanta coherencia entre un modo ser y un modo de filmar.
Jorge: así es, se trata de una triple coherencia: formal, conceptual y personal. Saludos y es bueno verte por aquí. RK