SEMANA DEL 31/08 AL 06/09 EN CINECLUBES
LA CUMBRE: EN EL CINE LUIS BERTI, BELGRANO 470
2 de septiembre, a las 19.00hs:
Sobre el tiempo y la ciudad, de Terence Davies, Reino Unido, 2008
74 minutos / ATP
Ver crítica del film aquí:
http://www.conlosojosabiertos.com/2009/06/18/del-tiempo-y-la-ciudad/)
A las 20.30hs:
Somers Town, de Shane Meadows, Reino Unido, 2008
71’ / ATP
Cortometraje, a las 20.15hs: entrevista a Terence Davies
“Hay una gema en la piedra que han tirado. Hay una veta de oro puro” se puede escuchar en la canción que abre este film menor pero honesto y reluciente, comisionado por una compañía europea de trenes con el fin de promocionar sus viajes, que elude tanto la propaganda como los lugares comunes del típico drama social del realismo inglés de Ken Loach, incluso en su última incursión populista y fantástica de Buscando a Eric. Aquí, dos adolescentes se hacen amigos en las calles de Somers Town; uno proviene de Nottingham y llega a Londres completamente solo; el otro es inmigrante polaco y vive con su padre. Tras un robo, los dos chicos se encuentran y empiezan a compartir su tiempo; los dos están solos, aunque un vendedor de reposeras y una camarera francesa funcionan como reparo y deseo, respectivamente, en sus vidas. Nada particular o dramático sucede en Somers Town, pero pocas películas capturan la secreta ansiedad y angustia que experimenta cualquier adolescente, más allá de que éstos representen no solamente una generación sino también una clase social específica. Sin embargo, el tono que le imprime Shane Meadows al film dista de ser sombrío: es más bien melancólico y cómico, como si sesgadamente se estuviera homenajeando a Chaplin, y no sólo porque casi en la totalidad de su metraje el film transcurre en blanco y negro. Los planos extensos que suelen componer este relato en las antípodas de Harry Potter (si se trata de películas sobre adolescentes) se colorearán en los últimos cinco minutos del film, momento en donde se materializa la única esperanza al alcance de sus personajes, lo que sugiere un particular tipo de magia que nada tiene que ver con la metafísica y la hechicería sino más bien con el deseo y la imaginación. (Roger Koza)
VILLA GIARDINO: EN EL TEATRO ALEJANDRO GIARDINO
6 de septiembre, a las 20.00hs:
Atorado, de Stuart Gordon, EE. UU., 2007
94’ / +18
Cortometraje: Cómo construir un barco, de Susana Barriga, Cuba, 2007
Ésta es una de las pocas películas en las que la advertencia epistemológica y moralista, basada en un hecho real, adquiere por su absurdo hiperbólico un extraño sentido de verdad y pertinencia ética. En esta comedia negrísima, esencialmente un cuento político, una joven y bella enfermera de un geriátrico, después de una noche de éxtasis, atropella a un desempleado cuyo destino es vivir en la calle. El accidente funciona como un catalizador de todas las coordenadas simbólicas de una sociedad, la norteamericana, y Gordon, con una idea precisa de puesta en escena, se transforma en un sociólogo humorista del egoísmo de una nación y es capaz de exponer en una hora y media el ethos de un pueblo. (RK)
“Atorado-Y Pegoteado”
Cuando la ficción posa sus huesudas manos en la realidad…lo que resulta es imposible de prever o catalogar.
Esta película de Stuart Gordon dice estar basada en un hecho real. Quienes vemos la serie CSI, sobre ciencia forense, vimos un capítulo sobre el mismo tema desde otro punto de vista:un recién ascendido alto ejecutivo, no podía poner en riesgo su reciente ascenso laboral –social por haber atropellado a un peatón. Así que, “atorado” en su parabrisas, se lo lleva al garaje de su casa y espera que se muera. El atropellado, aún vivo, realiza una llamada al 911 antes de morir. En este caso, el ejecutivo se deshace del cuerpo, limpia la sangre y rehace el coche(o lo da como robado, no recuerdo). Sólo que, con la triangulación de la llamada del moribundo y el “luminol”en el garaje del individuo (por mejor que se limpie la sangre esta sustancia indica su presencia) se lo apresa. Se asombra a muerte cuando le dicen que quien atropelló era un suicida, por lo que si le hubiese llevado al hospital, hubiera quedado libre de culpa y cargo. Por eso lo de la “huesuda mano de la fición”,pues entre la película de Gordon y la serie…me quedo con la duda de cuál fue el hecho real.
Lo innegable de “Atorado” es lo que el tiempo cinematográfico permite desarrollar: la previa al accidente. Esa frase “Es su elección” que vemos aplicada en tres situaciones…es brillante. Es su elección dejar su ropa si no paga el arriendo. Es su elección llenar un formulario para “existir” en una computadora para acceder a un trabajo (¿Burocracia de Pami o Anses…quizá?) formulario que YA envió, por lo cual tenia la entrevista de trabajo. Y buscar la misión para dormir o ir preso “es su elección”… Son supuestas “elecciones” que el abandonado sujeto hace con la “libertad” de la desesperación en la que se encuentra. Estado terminal que se ejemplifica a la perfección cuando un indigente asumido le dice “No sé si pedirte una moneda….o darte una”.
La propuesta de construcción del personaje femenino es extraña pero muy bien lograda. Rompe absolutamente con el estereotipo de “enfermera-santa-abnegada-persona”. Noche de viernes…pastillita de éxtasis…celular en mano y conduciendo el auto. Más infracciones no podría acumular. Sin embargo la mujer no tiene el más mínimo asomo de culpa por el accidente. Es más “No es mi culpa, debió haber mirado por donde iba” le dice impávida al hombre atravesado en el parabrisas. Unos buenos golpes en la cabeza a éste individuo, cuando tiene el tupé de sonar el claxon del coche para pedir la ayuda que se le niega.
Un novio vendedor de droga, pseudo matón que confirma el concepto de vida: “Atropellaste a un vagabundo. A nadie le importa. Cualquiera puede hacerle cualquier cosa a cualquiera…sin ser atrapado”.
Es este film un excelente mapa para recorrer las miserias humanas (Y NO solo de EEUU). Pasando por un humor que mas que negro es “rojo”, desde el comienzo que impacta con el marrón del excremento delator de vejez indigna(me quedo por completo con el mismo retrato de ella en Armonias de W…de Bela Tarr, igual de fuerte, menos abyecto, lejos) y rojo sangre en todo el resto (cerca de unos 18 litros perdidos a lo largo del rodaje…y no me digan que es por la sátira). Sangrienta excesivamente, como cualquier film de Hollywood.
No puedo dejar de decir que salí “asqueada” pero “feliz”…porque el atorado se desatoró, negándose a morir. Porque “ensartó” al novio pseudo matón con una Bic azul en el ojo, empujándola bien hasta el cerebro (no sea que no muera el tipo). Porque la víctima atropellada aplastó a la torturadora victimaria que ahora pide la ayuda que negó (Y por qué la negó?…”No sé”, dice)contra la pared…para después terminar muriendo quemada viva…gritando su agonía…
Bueno. Creo que con “mi felicidad de espectadora que vio que se hizo JUSTICIA” cumplí mi cuota de miserabilidad no-humana,salí “pegoteada” de sangre roja, presente en la mayor parte de este film rojo…con tintes marroncitos de excremento.
Betty Font 9/9/09