SEMANA DEL 10 AL 16/9 EN CINECLUBES
LA CUMBRE: EN EL CINE LUIS BERTI, BELGRANO 470
Miércoles 12 de septiembre, a las 20.30hs:
Buscando la comedia en el mundo musulmán, de Albert Brooks, EE.UU., 2006
98 minutos / Apta para todo público
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Dirección equivocada, de Elia Suleiman, Palestina, 2007.
Por primera vez desde su brillante debut con Real life (1979), Albert Brooks interpreta un personaje mitad ficción y mitad verdad llamado Albert Brooks, en esta ocasión un tipo que lidera una misión de Estado mal concebida sobre qué provoca risa en la gente de India y Pakistán. Cuestionándose y burlándose de sí mismo, Brooks combina sus cavilaciones sobre su menguante carrera como cómico con inquietudes respecto de la falta de inteligencia a la hora interactuar con países del Tercer Mundo. Rodada casi en su totalidad en Nueva Delhi, esta comedia provocativa no podría ser más contemporánea. Como siempre, su proclividad al realismo implica planos extensos y distantes, a veces desafiantes para la interpretación del espectador respecto de Brooks como figura de identificación o un tonto, aunque aquí su detestable personalidad está amansada, convirtiendo todo un poco más confuso. (Jonathan Rosenbaum, Chicago Reader)
LA FALDA: EN RESTAURANTE UGOLINO, 9 DE JULIO 407
Jueves 13 de septiembre, a las 20.30hs:
La rueda del tiempo, de Werner Herzog, Alemania, 2003.
80 minutos / Apta para todo público
Antes de la película principal se proyectará el mediometraje El gran éxtasis del escultor de madera Steiner, Alemania, Alemania, 1974.
Este documental sorprendente sobre una fiesta y rito de iniciación budista, el Kalacakra, no parece ser un tópico ortodoxo para el heterodoxo Werner Herzog, pero una mirada atenta podrá constatar que el realizador de Aguirre, la ira de Dios, ha estado siempre interesado en los fenómenos extremos, siendo la religión experimentada como un paso más allá de la existencia ordinaria una variante del catálogo de sus intereses. Aquí se puede ver desde devotos que se postran por miles de kilómetros hasta llegar a Bodh-Gaya, India, el lugar en donde el Buda histórico se iluminó sentado bajo un árbol, hasta el Dalai Lama explicando algunos conceptos característicos del Budismo, aunque son las imágenes de Herzog las que ilustran con mayor precisión esta pasión colectiva por una religión en cuyo centro domina el vacío y la única certeza es la impermanencia de todo. (Roger Koza, programador)
SAN MARCOS SIERRAS: EN SALA TEATRO KAY PACHA
Sábado 15 de septiembre:
18.45hs:
Apuntes de Frank Gehry, de Sydney Pollack, EE.UU., 2006
83 minutos / Apta para todo público.
Este documental de Sydney Pollack sobre el arquitecto Frank Gehry, poco tiene que ver con el cine de ficción del realizador. Casi nada emparenta Africa mía y La intérprete con estos Apuntes de Frank Gehry, excepto una necesidad por parte de Pollack de saberse parte de un sistema sin querer dejar por ello el deseo de ser personal. Situación de la que no es ajena Gehry, este heterodoxo e intuitivo arquitecto, más cerca de Le Corbusier y Lloyd Wright que de Guadi, que también suele trabajar por pedido o condicionado por el deseo de un cliente. La amistad del cineasta y el arquitecto se pone de manifiesto en el transcurso de la película, cuyo objetivo es no solo entender la gramática esencial de la creatividad, sino también concebir el espacio mismo como una superficie potencialmente artística. Algunas construcciones son admirables, aunque en algunas ocasiones, por ejemplo en el caso del museo Guggenheim de Bilbao, es ostensible la discontinuidad radical del edificio con la tradición arquitectónica de esa ciudad, a pesar de la positiva afluencia de turismo concomitante a la construcción del museo. De lo que se predica una meditación sobre cómo se construye en donde se habita. (RK)
20.15
El perro mongol, de Byambasuren Davaa.Mongolia, 2006.
92 minutos / Apta para todo público.
La segunda película de la realizadora de La historia del camello que llora quizás carece de esos 10 minutos finales de su primera película; no hay aquí rito mongol alguno, ni se trata de un documental al límite de la ficción. Pero sin duda el contexto es el mismo: la vida de los nómades en una Mongolia contemporánea. La historia es mínima: una niña encuentra a un cachorro en una cueva. Su padre no quiere que se lo adopte. Y la niña tenazmente intenta convencerlo. Quizás la anécdota remita a una fábula ancestral, pero mientras que la tensión entre abandonar o adoptar al perro va creciendo, Davaa ofrece un retrato preciso de la vida de una familia nómada, atravesada por una cultura budista tibetana, y en la que existe una interacción entre naturaleza y cultura disímil a la de cualquier occidental moderno. Los planos generales acentúan una percepción del espacio, acaso el hogar móvil del nómada, cuya tienda-casa portátil, como se ve en una secuencia extraordinaria, es una morada desarmable. (RK)
22.15:
La mitad de Nelson, Ryan Fleco y Ann Boden, EE.UU., 2006.
102 minutos / No recomendada para menores de 18 años.
Una conquista apasionada y compasiva sobre un retrato de una vida, este debut de los guionistas Ryan Fleco y Ann Boden se centra sobre tres personajes complejos: un profesor de historia secundaria, radicalizado políticamente (Ryan Gosling), devoto de su trabajo pero también adicto al crack, un temeraria estudiante de 13 años (Shareeka Epps) que le cuenta a su profesor un secreto y conforma un lazo afectivo con él, y un dealer local (Anthony Mackie) que empleó al hermano de la estudiante antes de ir a la cárcel y ahora pretende cuidarla. Bellamente interpretada y reveladora en sus acertijos morales, todas las historias de estos personajes son impredecibles. El personaje interpretado por Gosling es el protagonista más creíble de todas las películas estadounidenses que he visto durante el año; acaso inmaduro y desordenado, pero carismático, multifacético y sincero, del tipo que no podemos eludir sin eludir alguna parte de nosotros mismos. (JR)
VILLA GIARDINO: SALA TEATRO ALEJANDRO GIARDINO:
Domingo 16 de septiembre, a las 20.00hs:
Klimt, de Raoul Ruiz, Francia, 2006.
93 minutos / No recomendada para menores de 18 años
Raoul Ruiz, acaso uno de los grandes maestros desconocidos del cine contemporáneo nació en Chile y trabaja hace décadas en Francia, confirma con este biopic onírico y alegórico sobre Gustav Klimt su inacabable creatividad. Difuso aunque preciso Klimt es en sí una pintura en movimiento sobre algunos episodios personales y sociales que han atravesado la obra de un pintor único, orgullo de los austriacos. No se trata de mostrar la psicología del artista y su historia, sino más bien recolectar como en un sueño qué fuerzas simbólicas determinaron una obra. En efecto, el Klimt de Malokovich, cuyo parecido físico no deja de sorprender, está en una clínica a punto de morir de sífilis. Es 1918. En su desvarío quizás recuerda: la exposición mundial, la secesión vienesa, sus encuentros con Méliès, sus amigos filósofos y críticos, además de todas las mujeres que amo e inspiró su obra, en especial Lea De Castro. Pero lo que es fascinante es el intento de Ruiz en asimilar la obra del pintor, siendo la forma el modo de reproducir la identidad de un artista. Así, el color dorado prevalece, y a menudo las imágenes se doblan como en un cuadro del vienés. Aunque ello no impide que la impronta de Ruiz esté presente: planos secuencias extensos y circulares, un trabajo sutil sobre el sonido, y una elección narrativa cuyo modelo pertenece a la lógica de los sueños. (RK)
Tres peliculas he visto en el Cineclub, que intentan describir vida y obra de artistas: «Van Gogh», «Factotum» y «Klimt». Ninguna de ellas me ha gustado, aunque con respecto a la de Bukowski, debo decir que tampoco me gustan sus libros. En las tres, la enfermedad, fisica y mental (locura y depresion,segun algunos debido al ajenjo, en el primero, alcoholismo en el segundo y sifilis en el tercero ), y mujeres, mujeres y mujeres. En «klimt» , la naturaleza alegorica de sus obras es trasladada al film, que me parece peca de excesivo en sus metaforas, rescatando la escena en que el portazo genera una lluvia de laminas doradas.
Estas peliculas intentan desentrañar el misterio de la creatividad, de la genialidad artistica. Pero el proceso creador es intimo, es inexplicable aun para el mismo artista, y por eso es tan dificil lograr una buena pelicula que no sea opacada por las emociones que la obra del retratado genera en nosotros.
Cito a Baudelaire:
«¿Acaso mostramos a un publico a veces aturdido, a vces indiferente, el funcionamiento de nuestros artificios?¿Explicamos todas esas revisiones y variaciones improvisadas, hasta el modo en que nuestros impulsos mas sinceros se mezclan con trucos y con el charlatanerismo indispensable para la amalgama de la obra?»
Tres peliculas he visto en el Cineclub que intentan describir vida y obra de artistas: «Van Gogh», «Factotum» y «Klimt». Ninguna de las tres me ha gustado, aunque con respecto a la de Bukowski, debo aclarar que tampoco me gustan sus libros. En las tres, la enfermedad (locura y depresion causada por el ajenjo en el primero, alcoholismo en el segundo y sifilis en el tercero), y mujeres, mujeres y mujeres.
En el caso de «Klimt» la naturaleza alegorica de sus obras es trasladada al film, que a mi parecer peca de excesivo en sus metaforas, rescatando la escena en que el portazo genera una lluvia de laminas doradas.
Las tres peliculas intentan desentrañar el misterio de la creatividad y la genialidad artistica. Pero el proceso creador es intimo, es inexplicable aun para el mismo artista, y por eso es tan dificil lograr una buena pelicula que no sea opacada por los sentimientos que la obra del retratado despierta en nosotros.
Cito a Baudelaire:
«¿Acaso mostramos a un publico a veces aturdido, a veces indiferente, el funcionamientode nuestros artificios? ¿Exlicamos todas esas revisiones y variaciones improvisadas, hasta el modo en que nuestraos impulsos mas sinceros se mezclan con trucos y con el charlatanerismo indispensable para la amalgama de la obra?»