EDGARDO NIEVA (1951-2020)

EDGARDO NIEVA (1951-2020)

por - Adiós al cine, Varios
01 Sep, 2020 07:13 | comentarios
Vuelve a morir Gatica, o mejor dicho ha muerto Edgardo Nieva, quien filmó bajo las órdenes de otros directores como Polaco y Bellotti, pero que dejó su huella en la memoria de los espectadores en la grandiosa película de Leonardo Favio en la que encarnó al pugilista peronista.

En la historia del cine no son muchos los actores que logran que el personaje que interpretan sea colocado en paralelo con su nombre. En el cine argentino, vg., hay un antecedente ilustre en Su mejor alumno, donde el normalmente insoportable Enrique Muiño “era” Sarmiento. Bueno, en Gatica, el mono, Edgardo Nieva “fue” José María Gatica y la notable película de Leonardo Favio no sería lo mismo sin su magistral interpretación. 

Recuerdo que en un documental sobre el director, Nieva hacía una larga exposición de cómo había construido el personaje y logrado una total identificación con él y como el actor para lograr un mayor parecido físico, tuvo que hacerse algunas operaciones en la cara. Conviene recordar brevemente quien fue José María Gatica, ese símbolo del “cabecita negra” que se convierte en un millonario triunfador para luego despilfarrar su fortuna y terminar en una dolorosa miseria. Uno de los grandes ídolos del boxeo argentino, peronista visceral hasta el tuétano (como nadie, puso en vigor la frase de que el peronismo es un sentimiento) logró concitar la expresión más acabada de la lucha de clases entre el público en sus peleas en el Luna Park, en las que la popular lo alentaba estruendosamente mientras que la platea y el ring-side lo apostrofaban y concurrían al estadio para ver perder a ese boxeador analfabeto, fanfarrón, prepotente y, encima, peronista. Ese mismo sector fue el que se alegró de su decadencia y prematura muerte. 

Bueno, a ese extraordinario personaje le puso cuerpo y corazón Edgardo Nieva en una interpretación memorable, de las más brillantes de la historia del cine nacional y por qué no, del mundial, algo a lo que es posible que haya contribuido la militancia peronista del actor. Como no emocionarse al recordar algunas escenas de la película como la de su reconciliación con su amigo el Rusito (también un gran trabajo del también fallecido Horacio Taicher), su saludo de “Buenas noches, buen provecho” en la puerta de un restaurante de la Boca, ya en plena decadencia, o la escena en que se arrastra por la calzada para llegar a la vereda, luego del accidente que le costó la vida a Gatica; momentos inolvidables dentro de la historia del cine nacional. 

Dice la gente que va al teatro que Nieva ofreció notables interpretaciones en ese género y también trabajó en algunas otras películas que hoy nadie recuerda. Pero lo que es indiscutible es que en nuestra memoria quedará fijada para siempre la manera en que consiguió meterse en la piel de José María Gatica, el Tigre para sus admiradores, el Mono para sus detractores y convertirlo en un personaje rotundamente querible.