**** Obra maestra ***Hay que verla  **Válida de ver  * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor

Journey to the West, Tsai Ming -liang, Taiwan-Francia, 2014 (***)

Por Roger Koza

El monje budista y paladín de la lentitud, personaje enigmático interpretado por Lee Kang-sheng en dos cortometrajes, Walker y Sin forma, regresa a paso de tortuga en su caminata sin dirección, pero transita por un nuevo territorio y con compañía: ahora el bhiksu atraviesa Marsella y en cierto momento se le sumará otro peregrino. Que el otro caminante esté interpretado por Denis Lavant se asocia con otros signos cinéfilos, más aún cuando dos planos soberbios pueden remitir al universo de Claire Denis. La composición de los 15 planos del film es sin excepción extraordinaria: lo pequeño y lo inmenso, el centro y la periferia del encuadre adquieren otras valencias y requerimientos observacionales, de tal modo que el espectador necesita disponer su atención de un modo inusual. El ralentí es aquí impuesto por una figura humana, de lo que se predica un ejercicio perceptivo, incluso lúdico: ¿en qué lugar aparecerá ahora el misterioso monje? El plano final es, en este sentido, inolvidable por su diseño y sentido. Un aforismo cierra la película: existir significa mirar y ser mirado, una definición que podría aplicarse al cine.