COSTA DA MORTE

COSTA DA MORTE

por - Críticas
23 Ago, 2014 06:35 | comentarios

**** Obra maestra  ***Hay que verla  **Válida de ver  * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor

Por Roger Koza

EL PLACER EN LA MIRADA

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Costa da Morte, España, 2013

Escrita y dirigida por Lois Patiño

*** Hay que verla

La ópera prima de este joven director español es la prueba que el placer visual es todavía una posibilidad legítima en el cine y que el asombro perceptivo no debe circunscribirse a los efectos especiales. 

Para los que tienen la suerte de viajar en avión y son curiosos, mirar por la ventanilla ofrece siempre una perspectiva inusual: los paisajes son inmensos y la presencia humana diminuta. La distancia promueve una mirada colosal: el punto de vista es el de un gigante que observa las ciudades y los pueblos como si fueran de juguete.

En Costa da Morte el joven realizador Lois Patiño se ha animado a filmar toda una película en panorámicas y planos generales sobre una región marítima de Galicia. Los primeros protagonistas del filme son el mar, las montañas, los bosques, las praderas. El paisaje es la estrella del filme, un ecosistema variado que incluye, naturalmente, a los hombres. Nuestra especie cumple visualmente un rol secundario. Los hombres son figuras liliputenses; a veces se los ve pescar, apagar incendios, caminar al lado del mar, participar de fiestas populares, recoger frutos del mar. A diferencia de la lejanía vertical que propone la perspectiva desde un avión, la vasta mirada desplegada por el filme es horizontal.

En el cine, la panorámica suele ser un tipo de plano transicional: de una escena a otra, se ve un acantilado en un atardecer, una suerte de separador que indica cambio de espacio y tiempo. A veces la panorámica tiene una función descriptiva e informativa: en las películas de guerra, por ejemplo, el espectador puede constatar en un segundo la diferencia entre dos ejércitos. Patiño elige la panorámica como su gramática dominante, y eso implica para el que mira una modelización sensible de sus hábitos perceptivos. Por lo pronto: el plano se emancipa de un centro específico. La totalidad del encuadre adquiere importancia y todo es susceptible de ser contemplado. En este sentido, Costa da Morte desobedece el mandato técnico de nuestro tiempo: lo sensorial y el estímulo perceptivo no pasa por hinchar lo real en 3D sino por reinventar una forma de mirar justo cuando la panorámica en el cine estereoscópico digital tiende a distorsionar las relaciones entre la figura humana y el espacio abierto. La película de Patiño es un acicate para descubrir el placer de mirar.

Pero no todo pasa por la agudización del sentido de la vista. La dimensión humana irrumpe por la voz. Patiño incluye por primera vez en su cine de panorámicas sobre paisajes un conjunto de diálogos amables que resignifican la mudez y belleza del territorio gallego. En esas conversaciones hay mitos, viejas historias y anécdotas, y no faltan la sorpresa, el misterio y el humor. Ver y escuchar, imagen y sonido, registro y ficción: así se organiza dialécticamente el filme de Patiño, que no es ni un documental ni una ficción.

En tiempos en los que el desprecio, la misantropía y la pirotecnia visual cotizan altísimo en el cine, una película como Costa da Morte es un pequeño milagro.

Esta crítica fue publicada en el diario La voz del interior durante el mes de agosto 2014

Roger Koza / Copyleft 2014