BERLINALE 2020: LA MUTACIÓN

BERLINALE 2020: LA MUTACIÓN

por - Festivales
21 Feb, 2020 06:44 | Sin comentarios
Algunas impresiones sobre la Berlinale 2020 antes de que empiece.

Setenta años no es poco en la vida de un hombre, tampoco lo es en la vida de una institución. Después de Cannes, la Berlinale es, sin duda, y hoy más que nunca, el festival de cine más importante entre todos los grandes.

Una nueva edición siempre genera expectativas, pero esta promete un giro decisivo en la política de programación del festival. El arribo de Carlo Chatrian a la dirección artística, acompañado por el equipo que estuvo junto con él en las últimas ediciones de Locarno, constituye un cambio radical. La Berlinale no será la misma, y, ya en los papeles, ese veredicto resulta a priori inapelable.

Arriesgada y notable decisión por parte del comité que organiza el festival fue haber elegido a un hombre cuya nacionalidad es italiana y cuya fluidez en el idioma alemán es apenas aceptable para los requerimientos básicos de una compra en el supermercado. Se trata de una apuesta consciente del comité y significa darle vía libre al elegido para llevar a cabo una mutación en el corazón del festival.

La posición de Chatrian es conocida: ha defendido y promovido las derivas del cine contemporáneo; ha puesto atención a las cinematografías nacionales de países emergentes; ha asociado dialécticamente las búsquedas del cine contemporáneo al cine clásico (casi siempre a través de retrospectivas pertinentes, y la de King Vidor no es una elección inocente); y ha sido riguroso a la hora de emplear el concepto (de cine) de autor: para él nunca se trató de acopiar nombres, sí de que estos tuvieran una política (de la forma cinematográfica) y una visión. En la competencia oficial participan Tsai Ming-liang, Rithy Panh, Hong Sang-soo, Philippe Garrel, Kelly Reichardt, Abel Ferrara, Christian Petzold. Parece una selección ideal de autores, acaso una propia del festival de Cannes. Parasite, de Bong Joon-ho bien podría haber estado aquí.

En efecto, los cineastas recién nombrados que estarán en la competencia constituyen toda una prueba de que Berlín ha recuperado su esplendor auténtico y que existe una búsqueda estética evidente. Pero no le bastó a Chatrian rejuvenecer y elevar la competencia. Directamente, su equipo ideó una segunda competencia titulada Encounters, en la que el festival cobijará las propuestas más innovadoras y temerarias. En esta sección, se verán películas de consagrados como Cristi Puiu, Victor Kossakovsky, Alexander Kluge, y también las primeras y segundas películas de jóvenes promesas, como el debut de Camilo Restrepo y la segunda película de Sandra Wollner.

Hace décadas que Cannes impone agenda, y es allí donde todos los cineastas del mundo desean estrenar. El poder es ahora casi total, después de los cuatro Oscar de Bong. Pero la septuagésima edición de la Berlinale, sin haber comenzado, demuestra que las fuerzas y el poder del cine mundial están en plena mutación. Esto recién empieza, y la ecología global del cine ya es otra.

*Esta texto fue publicado por el diario La Voz del Interior en el mes de febrero 2020

Roger Koza / Copyleft 2020