SEMANA DEL 8 AL 14/10 EN CINECLUBES
LA CUMBRE: CINE LUIS BERTI, BELGRANO 470
Miércoles 10 de octubre, a las 20.30hs:
Voces distantes, de Terence Davies, Reino Unido, 1988.
84 minutos / Apta para todo público
FUNCIÓN ESPECIAL A LAS 18.30: El hombre que sabía demasiado, de Alfred Hitchcock, EE.UU., 1955.
Una de las mejores películas británicas de todos los tiempos y uno de los directores menos conocidos de dicha cinematografía nacional, Voces distantes es una exposición magistral de cómo emocionar en el cine sin apelar a la manipulación ortodoxa y al sentimentalismo kitsch, más aun cuando se trata de retratar autobiográficamente la vida de una familia, católica y proletaria de Liverpool, durante las décadas del 40 y 50 del siglo XX. Un prodigio formal, la historia podrá ser sencilla, aunque no por ello banal. En efecto, este un film en el que la recolección de los recuerdos (fiestas, una guerra, dos casamientos, un funeral, el amor por la música y el cine) se materializa en imágenes imitando el funcionamiento de la memoria. Así, la música popular inglesa constituye un sonido emocional colectivo que atraviesa las generaciones y explica en parte la intimidad. Es historia sonora. Tal procedimiento está acompañado por un trabajo en la textura y tonos del film, además de que las elecciones de encuadres y movimientos de cámara también enfatizan el trabajo del recuerdo. Véase el pasaje en el que uno de los personajes, Eileen, tras su boda extraña a su padre mientras abraza a su hermano. Un paneo lento hacia la izquierda va yuxtaponiendo escenas pretéritas en la que mostrando y no diciendo se explica por qué este personaje le duele la ausencia de su padre. Esta es uno de las tantas secuencias magistrales de esta obra maestra de Terence Davies. (Roger Koza)
LA FALDA: RESTAURANT UGOLINO, 9 DE JULIO 407
Jueves 11 de octubre, a las 20.30hs:
Soy un adicto al sexo, de Caveh Zahedi, EE.UU., 2005.
90 minutos / No recomendada para menores de 18 años.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Super Dong, de Yue Weng, Singapur, 2007.
Este inteligente escrutinio y reconstrucción sobre la vida de un adicto posee la lucidez necesaria para señalar que lo importante en las adiciones no es el objeto elegido sino el sujeto que elige desenfrenadamente algo para satisfacerse. Aquí, como el mismo título lo indica, la cuestión es el sexo, y más precisamente la predilección del director (también protagonista de este documental) por las prostitutas. Y si esta adicción desmoronó los dos primeros matrimonios de Zahedi, el dicho popular, la tercera es la vencida aquí se cumple, pues el film empieza y culmina en la tercera boda del director, probablemente curado o al menos contenido. Aguda, siempre divertida, este documental que bien se alinea con films como Tarnation, bien podría haber sido realizado por Woody Allen. El género confesional, tanto en literatura como en el cine, ofrece posibilidades diversas. De las Confesiones de San Agustín, citado en el film, a este ensayo sobre los vínculos amorosos y los placeres sexuales, este género se actualiza según los tiempos. (Roger Koza)
VILLA GIARDINO: SALA CINE- TEATRO ALEJANDRO GIARDINO
Domingo 14 de octubre, a las 20.00hs:
El mundo, de Jia Zhangke, China, 2004.
123 minutos / No recomendada para menores de 13 años
Esta obra maestra de unos de los directores más jóvenes y lúcidos del cine contemporáneo es acaso una radiografía perfecta y estructural del capitalismo global del siglo XXI. No importa que la mayor parte de la trama transcurra en un parque temático de Beijing llamado «El mundo», en donde los visitantes pueden visitar desde el Taj Mahal y las torres gemelas hasta las pirámides de Egipto y la torre Eiffel, pues lo que ocurre con (y entre) todos los personajes es ostensiblemente universal. Así la vida de Tao, una bailarina del predio, puede ser la de cualquiera: trabajo, romances dudosos, monotonía existencial, deseos de libertad inverosímiles. Fascinante y conmovedora, El mundo es una coreografía formal: planos secuencias formidables, números musicales novedosos, una exquisita utilización de la profundidad de campo, incluso un ingenioso uso de la animación que suele explicitar las fantasías de los personajes. Pero la maestría de Jia se puede constatar en uno de los pasajes en donde un personaje secundario pierde su vida. El modo de contarlo implica una estética sostenida por una ética. Una película importante. Una película a la altura de su título. (Roger Koza)
Sobre la pelicula de Resnais:
Cuando los actores comienzan a cantar, me pregunto ¿que es lo que estoy viendo (y oyendo)? Hasta que me acostumbro y finalmente termina gustandome este extraño engendro frances, claro que no hay que olvidar que es una daptacion ¡de 1925!. Otra forma de contar, otra forma de ver las relaciones humanas y amorosas, los cotilleos y coqueteos, y sobre todo al yanqui, que aparece magistralmente retratado como un palurdo.
Con respecto a los relatos de R.K. sobre el festival de Hamburg, he pensado: y mas peliculas que hay que ver o que vale la pena de ver, y tantas otras en otros festivales y todas las que todavia no vi…y todas las que se estan gestando en las cabezas de jovenes cineastas, que inventan , reinterpretan y quieren mostrar «su» cine. Tengo un amigo que solo ve «Paris, Texas » , una y otra vez. En el otro extremo, conozco gente que llega a ver dos DVDs por dia, o mas. Entonces, agradezco al cineclub que entre toda esta voragine de historias , musicas y personajes, se encargue de pensar cuales de ellas quedaran danzando en mi cabeza una vez por semana.
Gracias Ardiana por tus comentarios. Sí, Resnais es muy inteligente al mostrar a los estadounidenses de un modo que no es ofensivo pero evidentemente crítico. La puesta en escena es genial, y te recomiendo que puedas ver Corazones, recientemente estrenada, un film que también parece llegado de otro tiempo a pesar de ser un retrato expresionista de la soledad occidental en este tiempo. Y agradezco también tu nota sobre el rol de un programador. RK