EL MISMO RÍO

EL MISMO RÍO

por - Críticas
17 May, 2022 08:02 | Sin comentarios
El título invoca a Heráclito y asimismo lo contradice. También se podría haber llamado "El mismo viento", o "La misma lluvia". El film contemplativo del inesperadamente naturalista Alejandro Fernández Mouján depara sorpresas sonoras y visuales diversas, matizado por textos poéticos heterogéneos y dos hitos políticos de Latinoamérica.

DE PLANOS Y VERSOS

Ante el espectáculo cotidiano, frente al ruido incesante y al vertiginoso ritmo con el que pasan las horas, detenerse a mirar y escuchar el mundo circundante sin ningún objetivo productivo constituye un acto de desobediencia radical. La experiencia poética presupone una transacción entre los sentidos y el mundo, y un oído sensible para traducir en palabras la impresión que ocasiona la trayectoria de la luz en un bosque, los colores y las formas cambiantes de las nubes, la mirada de un animal, el asombro de un niño al descubrir el granizo. Por experiencia poética habría que comprender una forma de estar en el mundo en la que se intensifica la percepción y que permite así mantener vigente en la conciencia el misterio materialista de todo lo que es. 

La experiencia poética, que no es solo la de los poetas, puede ser también jurisdicción del cine. Cineastas como Jonas Mekas, Abbas Kiarostami, Gustavo Fontán, entre otros, reconocieron que la operación lingüística de los poetas podía ser también la de los cineastas. Un plano cinematográfico podría asimilarse a un verso, lo que no significa que ilustre versos poéticos. Si la palabra puede restituir la emoción del encuentro con un paisaje, la cámara también puede, por el encuadre y los movimientos, y también por el montaje, propiciar una experiencia de observación (y escucha) que se asemeja a la experiencia poética. Acá el cine prescinde de narrar (no del todo, quizás) y retoma el poder primordial que reside en la cámara y la toma de sonido, instrumentos mecánicos que pueden completar los límites orgánicos de nuestra percepción.

El mismo río de Alejandro Fernández Mouján pertenece a ese grupo minoritario de películas que se inscriben en la sensibilidad poética. Del 2016 al 2019, el cineasta, que hasta entonces había circunscripto su cine a distintos temas ligado a la vida política y cultural, eligió un ecosistema privilegiado de la provincia de Buenos Aires y se dedicó solamente a retratarlo. Las nubes, el cielo, el río, el bosque, las flores, las plantas, algunos animales, la lluvia. Algunos libros de poesía, algunos textos poéticos, un cuaderno, una casa, la voz lejana de una mujer y su silueta y la mano izquierda del director apenas interfieren sobre el despliegue visual y sonoro del mundo natural. Lo que encuentra Fernández Mouján en Punta Indio es un mundo casi virgen, pletórico de colores y formas vivientes, cuya musicalidad es tan subyugante como los placeres ópticos que todo testigo de ese orbe natural puede reconocer.

Hay algo más, que no pertenece al mundo sin tiempo histórico de la naturaleza y se incluye en el principio y el final de El mismo río. La noticia de la muerte de Fidel Castro y asimismo el golpe de Estado en Bolivia contra el presidente Evo Morales abren y cierran la película en un contrapunto con la abundancia orgánica registrada en el espacio elegido. Es un cruce brutal entre Historia y Naturaleza, un contracampo que sugiere posibles interpretaciones y también evoca los años previos a la pandemia. Esos signos políticamente inconfundibles resignifican la hermosura de cada plano visto y oído, incluso hasta llegan a investirlos de un inesperado sentido político frente a un orden social hostil e injusto que se erige sin detenerse y envilece los actos cotidianos. 

Roger Koza / Copyleft 2022