CINECLUBES DE CÓRDOBA (25) / CINEFILIA ONLINE (08): LOS DESESPERADOS

CINECLUBES DE CÓRDOBA (25) / CINEFILIA ONLINE (08): LOS DESESPERADOS

por - Cineclubes de Córdoba, Críticas
24 Feb, 2014 04:25 | Sin comentarios
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Wittgenstein

Por Roger Koza

La desesperación, la enfermedad mortal según Kierkegaard, no es un tema simpático. ¿Cómo filmar ese sentimiento que nadie está exento de experimentar? ¿Para qué filmarlo? Muchas veces ver en una película ciertos fenómenos de la vida espiritual permite reconsiderar aquellos pasajes oscuros que no se eligen pero suceden. No se trata de cine de autoayuda, pero eso no significa que el cine no ayude a entender de otro modo. Más aún cuando un director encuentra la forma cinematográfica para filmar un sentimiento esquivo pero reconocible como la desesperación.

Pocas veces un cineasta consigue entrever y capturar en imágenes la sensación exacta de lo que implica saberse absorbido en la nada, sin protección simbólica que conjure las inconsistencias que se alojan secretamente en la vida íntima de toda persona, como John Cassavetes en Torrente de amor (1984).

La penúltima película de Cassavetes cuenta la historia de dos hermanos, interpretados por el propio director y su mujer, la gran Gena Rowlands. El personaje de Cassavetes es un escritor exitoso cuyas novelas de segunda categoría le alcanzan para llevar una vida de excesos, rodeado de mujeres que a veces viven con él y le sirven de inspiración. En cierto momento lo visitará su ex mujer y le pedirá que cuide una noche a su hijo, a quien jamás ha visto. Todo el segmento dedicado a la interacción entre padre e hijo es uno de los momentos más dolorosos y conmovedores del filme. El personaje de Rowlands atraviesa un juicio de divorcio que implica la tenencia de su hija. Su inestabilidad psíquica, que Cassavetes consigue materializar sin palabras sino más bien a través del registro y del montaje, puede hacerle perder a su hija. Véanse las tres magistrales secuencias oníricas en las que vemos su intrincado proceso de elaboración emocional.

CASSAVETES

Torrentes de amor

En la primera hora de Torrentes de amor la vida de los dos hermanos se cuenta por separado, hasta que Rowlands, recién llegada de París, llega a la casa del escritor con dos taxis repletos de valijas. Más tarde se repetirá la escena, pero en el taxi vendrán ponis, gallinas, perros y loros, presencias animales que tendrán una importancia capital en el cierre cuando se desate una lluvia torrencial y el desamparo se apropie de todo lo visible. Es un filme experiencia que no hay que dejar pasar. (Lunes 24, a las 15.30hs, en el Cineclub Municipal Hugo del Carril, Bv. San Juan 49)

Repetición valiosa

Como sucede en Torrentes de amor, en Policeman (2011) el director israelí Nadav Lapid divide el relato para mostrar dos mundos separados que eventualmente se cruzan. La primera parte se concentra en mostrar la cotidianidad de varios policías de élite. Si no fuera por ciertos signos precisos de su profesión se trataría de un retrato generacional de la masculinidad israelí. La segunda parte pone el foco en la vida de un grupo extremista de izquierda. Los antagonismos descriptos son internos a la sociedad de Israel, y no se trata aquí de israelíes versus palestinos, aunque la ausencia de quienes no son judíos funciona como el signo que enfrenta a policías y extremistas sobre cómo entender el Estado de Israel. El desenlace del filme bien podría ser entendido como un modo de registrar el aprendizaje inesperado y la toma de conciencia de uno de los protagonistas al ver cómo toda acción tiene siempre una consecuencia. Película controversial, mucho más compleja de lo que parece, y fascinante por su poética, que conlleva un dilema ético y político no menos interesante. (Del jueves 27 al domingo 2, en el Cine Teatro Córdoba para ver, 27 de abril 275).

Un genio desesperado

Wittgenstein (1993), la última película del gran realizador inglés Derek Jarman, es una concisa pieza de cámara, por momentos perfecta y siempre apasionante, en la que se intenta contar la vida y explorar la filosofía de uno de los grandes pensadores del siglo XX: Ludwig Wittgenstein. La empresa no es sencilla, más cuando el filósofo en cuestión ha dado a luz dos sistemas filosóficos antitéticos (el primero, notablemente, concebido en las trincheras de la Primera Guerra Mundial; el segundo, tras experimentar diversas crisis existenciales). La inteligencia de Jarman y del crítico literario Terry Eagleton, que escribió el guión del filme, consiste en compaginar un retrato de la vida del filósofo con sus meditaciones filosóficas sin promulgar un orden de continuidad aunque sí de intensidad. La puesta en escena se sostiene en un depurado expresionismo que puede parecer teatral y afectado, pero que funciona muy bien para hacer verdaderamente accesibles los dos sistemas filosóficos de Wittgenstein. En este filme extrañamente conmovedor y estimulante, no hay ningún pasaje de más ni de menos; como en los libros del filósofo, la inteligencia gobierna y la curiosidad es la regla. (Aquí se puede ver)

Roger Koza / Copyleft 2014