CANNES 2022 (01): DESPUÉS DEL CRASH: 75 AÑOS DEL FESTIVAL DE FESTIVALES

CANNES 2022 (01): DESPUÉS DEL CRASH: 75 AÑOS DEL FESTIVAL DE FESTIVALES

por - Festivales
17 May, 2022 02:28 | Sin comentarios
Impresiones iniciales antes de empezar una nueva edición del Festival de Cannes.

Después del crash: 75 años del festival de festivales

La palabra inglesa crash pasó a nuestro vocabulario castellano debido a la prepotencia histórica de aquel desplome de la Bolsa de Valores de Manhattan que dio lugar a famosa Gran Depresión. A casi 100 años, esa fecha no se olvida y las reminiscencias de aquella catástrofe impregnaron los dos últimos años. El desplome de las economías durante la pandemia es un hecho ostensible, y como sucedió en cualquier otra actividad ningún festival de cine fue ajeno a los estragos sanitarios del 2020 y 2021. El Festival de Cannes, el más célebre y poderoso, no se celebró en el 2020, sí al año siguiente, pero en una fecha atípica –julio– y con muchísima menos gente. ¿Qué se puede esperar ahora?

En el aeropuerto Charles de Gaulle de París son muy pocos los que llevan barbijos. En las calles de Cannes, como en los restaurantes y los locales, excepto los extranjeros aún apegados a los protocolos sanitarios, todos tienen el rostro descubierto. Es hermoso volver a ver caras y más caras; es todavía más satisfactorio pensar que las vacunas funcionaron y que el paisaje social dominante se debe a ese prodigio científico. Ni siquiera habrá que hacerse un testeo de antígeno para asistir a una sala, ni tampoco estar demostrando sistemáticamente la certificación de vacunación. El comprensible rigor de los controles sanitarios que signaron la última edición del Festival de Berlín en febrero, después de tres meses, parece asunto de otro tiempo.

Pero la felicidad primaveral es frágil. A diferencia de la Berlinale, el sistema de reserva para la prensa mundial funciona como si lo administrara un hacker adolescente. El sistema colapsó por más de dos horas el lunes 16 por la mañana, coronación de los desperfectos que ya se observaban los días previos, y cuya apoteosis fue la “caída del sistema”, lo que detuvo por tres horas el retiro de la acreditación de todos los participantes que asisten al festival. El crash cibernético es por ahora el signo de la edición. 

EO

Cronenberg y los otros

En 1996, David Cronenberg estrenó Crash en el Festival de Cannes. Aquella película no tenía nada que ver con la economía de la década de 1930, sino con la sinforofilia, esa peculiar excitación sexual que pueden experimentar algunos observando y representando accidentes fatales. Cronenberg es un habitué de la selección oficial, pero hace un buen tiempo que un film suyo no despierta el interés que ha suscitado Crimes of the Future. La distopía evolucionista que anuncia su trama y la presencia de tres estrellas del cine mundial como Viggo Mortensen, Kristen Stewart y Léa Seydoux glosan todo lo que se espera en Cannes: glamour, clarividencia y una mirada personal detrás de cámara. 

De las 21 películas que competirán por la Palma de Oro, varias tienen la firma de ganadores precedentes: los hermanos Dardenne, belgas ellos, presentan Tori et Lokita y el rumano Cristian Mungiu, R.M.N. Las dos películas giran en torno a inmigrantes en los países de procedencia de los respectivos directores. El ganador de 2017, el sueco Ruben Östlund, vuelve con Triangle of Sadness, y el posterior ganador de la estatuilla, el japonés Hirokazu Koreeda, estrena Broker. No son instantáneamente candidatos al máximo reconocimiento, pero no pasan desapercibidos: son miembros del elenco estable del festival, leales al club.

Hay dos cineastas mujeres excepcionales de las cuatro cineastas que tienen películas en competencia. Tras su paso por la Berlinale y obtener el premio a la dirección por Avec amour et acharnement, Claire Denis se da el gusto de estrenar acá Stars at Noon, otra incursión de la cineasta francesa en Estados Unidos, aunque el relato transcurre en la Nicaragua actual. Por su parte, la otra gran cineasta que resplandece entre todos sus colegas es Kelly Reichardt. Showing Up cuenta con el protagónico de Michelle Williams, actriz presente en casi todas sus películas, quien interpreta a una artista plástica antes de una exhibición con los imaginables vaivenes emocionales asociados al particular instante en dar a conocer una obra. 

No faltan otros títulos de interés, tampoco nombres que en sí encierran controversia, clasicismo y modernidad: Pacifiction de Albert Serra (de él se puede esperar cualquier cosa menos lo predecible), Armageddon Time de James Gray (con el protagónico de Anthony Hopkins) y EO de Jerzy Skolimowski, una especie de relectura de la obra maestra de Robert Bresson Al azar Baltasar.

En otras secciones habrá seguramente las sorpresas que pueden esperarse en un festival como Cannes. En la Quincena de los Realizadores, la película de Véréna Paravel y Lucien Castaing-Taylor llamada De Humani Corporic Fabric promete ser materia de discusión estética debido a que el cuerpo humano es filmado en su interior como jamás antes se ha hecho. Fogo-Fátuo de João Pedro Rodrigues se anuncia como una fantasía musical no exenta de alguna que otra desinhibida escena sexual. En esta sección se podrá ver el único estreno mundial argentino: el cortometraje The Spiral de María Silvia Esteve. 

Todo está listo en Cannes, más allá de que los desperfectos iniciales en materia de organización han interrumpido el entusiasmo que un evento como este suscita en cada edición. Basta repasar los títulos para anticipar historias extraordinarias; basta también recordar algunos nombres para sentir que es posible que una secuencia, un plano o una escena pueda añadir un nuevo hito en la historia del cine. Es este el lugar en el que cosas así suceden.

*Publicado en Diario La Voz del Interior en mayo de 2022.

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