LOS OLVIDADOS: EDGAR G. ULMER

LOS OLVIDADOS: EDGAR G. ULMER

por - Columnas
04 May, 2021 10:44 | Sin comentarios
Si hay un director que haya pisado Hollywood al que se lo pueda caracterizar como extravagante, sin ninguna duda este es Edgar Ulmer.

Nacido en Viena en 1904, estudio arquitectura y filosofía antes de entrar como actor en el Bug Theatre de su ciudad natal. Incorporado a la troupe del legendario mentor del expresionismo, Max Reinhardt, viajó con él a los Estados Unidos. De regreso en Alemania participó con diferentes cargos en varios rodajes, trabajando luego como asistente de F.W. Murnau en films tan famosos como La última carcajada Fausto. Acompañó al gran director alemán en su incursión en Hollywood, participando del rodaje de la memorable Amanecer. De regreso nuevamente en Alemania, codirigió con Robert Siodmak y Fred Zinnemann el notable documental Gente en domingo. Otra vez en los Estados Unidos, comenzó su carrera en 1933, desarrollando a lo largo de tres décadas, y sin un lugar de residencia fijo, una obra casi imposible de clasificar, hecha en diferentes países, trabajando en muchos casos con presupuestos mínimos, guiones imposibles, producciones exóticas en Israel y Ucrania y equipos técnicos ignotos, en la que se alternan una abundante hojarasca con inesperadas perlas. Entre 1960 y 1965 su obra se hace mucho más espaciada, sin que lograra filmar nada desde mediados de los años sesenta. Edgar Ulmer falleció en Los Ángeles, en 1972.

Es posible que si a los jóvenes cahieristas no se les hubiera ocurrido caracterizarlo como un pequeño clásico y un director maldito, Edgar Ulmer no figuraría en ninguna historia del cine. Sin embargo, hoy es considerado en algunos sectores de la crítica y, sobre todo, de la cinefilia, más bien pequeños, como un director de culto. Tratando de escapar a las posiciones extremas, hay que decir que en la obra de Ulmer, en sus peores momentos vecina a la de un Ed Wood, se encuentran también varios ramalazos de  inspiración en los que se puede apreciar a un cineasta con talento narrativo y  refinamiento visual, al que no le es ajeno sus experiencias con Reinhardt y Murnau. Capaz de filmar una pequeña joya como Detour en seis días y con un presupuesto de 20.000 dólares, como de realizar un film de gran presupuesto, Carnegie Hall, en el que participaron, en el contexto de un melodrama académico y aburrido, grandes figuras de la música clásica de la época como Arthur Rubinstein, Jascha Heifetz, Gregor Piatigorsky, los cantantes Ezio Pinza, Lily Pons y Rise Williams y directores como Bruno Walter, Fritz Reiner y Leopold Stokowski, su obra debe ser una de las más irregulares de la historia del cine. Con títulos definitivamente descartables y varios momentos de esplendor, trabajando en muchos casos con elencos desconocidos, productores marginales y equipos técnicos que ni aparecen en ninguna otra película. Son esos momentos de inspiración, en los que muchas veces se pueden apreciar elementos religiosos, los que justifican la inclusión de Edgar Ulmer en el panteón cinéfilo. Van entonces algunas recomendaciones de su profusa y desordenada filmografía.

EL GATO NEGRO (The Blaxk Cat, 1933) aunque en los créditos dice que está inspirada en el relato de Poe, no hay manera de relacionar la película con ese texto. Ultima aparición conjunta de Boris Karloff y Béla Lugosi, el film transcurre en una mansión de diseño futurista, al que llega fortuitamente un matrimonio que se ve sometido a algunas practica satánicas, en un film de un clima espeso y ominoso y con grandes aciertos visuales.

BARBA AZUL (Bluebeard, 1944) es una versión libérrima del relato de Perrault. En este caso el asesino de mujeres es un pintor y titiritero de rasgos esquizofrénico que seduce a las féminas para que posen de modelos antes de matarlas. Gran creación de John Carradine de su torturado personaje, varios momentos de bravura y un gran virtuosismo formal, apreciable en el uso de la iluminación.

Desvío

DESVÍO (Detour, 1945), como se señaló más arriba fue rodada en tiempo record y con un escasísimo presupuesto y está centrada en un pianista en decadencia que, echado de su trabajo y haciendo auto-stop, se ve envuelto en una muerte inesperada, enredándose con una muchacha dominante, la femme fatal de turno, que lo conduce a un camino irreversible. Una pequeña joya del film noir.

EXTRAÑA ILUSIÓN (Strange Illusion, 1945) es una bizarra variación sobre Hamlet en la que el joven protagonista, un estudiante, a partir de algunas alucinaciones sospecha que su padre fue asesinado por el actual novio de su madre, un rufián ambicioso que, ayudado por un médico inescrupuloso, quiere quedarse con su casa. Un film cargado de un clima extraño, con personajes tortuosos y ambiguos.

FLOR DE INSIDIA (Strange Woman, 1946) está ambientada en un pequeño poblado francés en el siglo XIX y centrada en una joven y ambiciosa mujer cuyas relaciones oscilan entre tres hombres muy diferentes. Buen uso de las locaciones y Hedy Lamarr más bella que nunca en su rol de fémina fría, calculadora y perversa, en un film con una atmósfera bastante mórbida y enfermiza.

EL INSACIABLE (Ruthless, 1947) para Bertrand Tavernier, la película más académica de Ulmer, para otros críticos, una suerte de Citizen Kane del director. Ni lo uno, ni lo otro, el film, estructurado en flashbacks, es una aguda crítica al american dream, expuesta a través de un hombre sin escrúpulos del que se narra su ascenso y caída. Uno de los mejores trabajos de Zachary Scott en el protagónico.

EL HOMBRE DEL PLANETA X (The Man From Planet X, 1951) expone la paranoia provocada por la Guerra Fría de esos años, a través de un típico producto clase B de ciencia ficción, narrando las tensiones que provoca entre los distintos personajes la llegada de una nave espacial desconocida a una remota isla escocesa. Con mínimos elementos, Ulmer consigue un relato atractivo y de un logrado clima. (Fotograma de encabezado)

LOS PIRATAS DE CAPRI (I pirati de Capri, 1951) es una producción italiana del director que recurre a un elemento bastante conocido en los relatos de aventuras, la del protagonista con una doble personalidad. Una es la de un cortesano de la reina; la otra, la del líder de una rebelión popular que debe enfrentarse al villano de turno. Un film con momentos vívidos e intensos y muy buenas escenas de acción.

EL MUERTO DESAPARECIDO (Murder Is my Beat, 1955) es otra incursión del director en el film noir en la que utilizando varios de los códigos habituales del género (investigador con conflictos, mujeres peligrosas, voz en off, flashbacks) consigue, sin embargo, un relato vigoroso y atrapante en el que casi nada es lo que parece, Un ejemplo de cómo, con una historia convencional, se puede lograr un film atractivo.

LA MUJER DEL OTRO (The Naked Dawn, 1955) es un western mejicano, dicen que inspirado en un relato de Máximo Gorki (¡), en el que un exconvicto que se dedica al contrabando, ante la muerte de su compañero de andanzas, entra en relación con un muchacho indio y su mujer. Con elementos de los films “de aprendizaje”, es la película con más implicancias religiosas del director y uno de sus mejores films, en el que Arthur Kennedy interpreta uno de los más atractivos personajes de su carrera.

Jorge García / Copyleft 2021