
LAS PELÍCULAS SECRETAS (71): HENRY FONDA FOR PRESIDENT
En enero de 1976 la comedia televisiva Maude, creada por el guionista y productor Norman Lear, dedicó un doble episodio al empeño de la protagonista (Beatrice Arthur) por promover la candidatura de Henry Fonda a la presidencia de los Estados Unidos, hasta el punto de convertir la casa en una oficina de campaña con la colaboración entusiasta de personas amigas antes incluso de hablar con el legendario actor. Cuando este aparecía por allí, Maude lanzaba un apasionado discurso en el que le decía que él tenía algo que ningún otro candidato poseía, una “honestidad espiritual” que le permitiría liderar el país de la manera que “desesperadamente” precisaba, aún recientes las heridas del Watergate y Vietnam. Con análoga energía Fonda no dudaba en rechazar la atrevida propuesta. Minutos antes, otro personaje de la serie afirmaba que era estúpido pensar en un actor como presidente, para luego responderle a Maude que le gustaría que lo fuera Ronald Reagan. “No me mires así”, añadía, “Ronald Reagan nunca fue un actor y tú lo sabes”. En las elecciones de 1980 Reagan acabó obteniendo 440 votos electorales de ventaja sobre el demócrata Jimmy Carter, un triunfo contundente que abrió una era de expansión del liberalismo económico, el tecnocapitalismo sin frenos y la reducción de los estados que puso el planeta camino del colapso.
Crítico y programador de prestigio, director primero de la Viennale y luego del Museo del Cine de Austria, Alexander Horwath debuta como cineasta con un formidable ensayo documental, con certeza una de las películas de 2024, Henry Fonda for President, que lleva al título la idea soñada por la sitcom de los 70. Horwath supo reconocer en Fonda, en su vida y en su filmografía, una vía para hablar de 300 años de historia en Norteamérica y asociar al actor ya con el inicio de la colonización de tierras indígenas, pues fueron antepasados suyos holandeses algunos de los ocupantes de esas tierras a finales del siglo XVII. Él mismo encarnó a personajes que evocan la fundación del país en films como Drums Along the Mohawk o Young Mr Lincoln que sirvieron para construir una mitología nacional; pero también puso voz, rostro y cuerpo al heroico Tom Joad imaginado por John Steinbeck en la película que John Ford dirigió a partir de la novela The Grapes of Wrath, obra mayor del cine e hito progresista de una industria que ahora parece incapaz de tales osadías. Nadie como Fonda, un verdadero hombre tranquilo, para representar la bondad revolucionaria de Joad o para la defensa de la libertad de expresión y cátedra frente a la domesticación masiva de la población en la estimable The Male Animal (Elliott Nugent, 1942).
La confusión entre persona y personaje se vuelve en su caso enriquecedora y ayuda a explorar los dilemas de una sociedad cambiante, de las utopías aún factibles en la América del New Deal a la confusión, el desencanto y el miedo que emergen como telón de fondo de la prosperidad económica después de la Segunda Guerra Mundial. La Guerra Fría no deja espacio para la ingenuidad y Fonda será pieza clave en varios thrillers políticos fundamentales: Advise & Consent(Otto Preminger, 1962), The Best Man (Franklin Schaffner, 1964) y Fail Safe (Sidney Lumet, 1964), que fabulaba con una crisis nuclear catastrófica después de un ataque por error a la ciudad de Moscú. Antes de eso había encarnado otro de sus personajes más recordados, el jurado de 12 Angry Men (Sidney Lumet, 1957) que con inteligencia y capacidad persuasiva reconducía a sus compañeros hacia un veredicto de inocencia.
Aunque el relato del filme concluye con la muerte de Fonda en 1982, ya con Reagan en la Casa Blanca, Horwath, con la colaboración imprescindible de Michael Palm y Regina Schlagnitweit, comprendió la necesidad de, además de hacer un uso ejemplar del material de archivo, filmar la América de hoy. Se completa así el ensayo en un registro que lo conecta con cineastas estadounidenses contemporáneos como Thom Andersen (Los Angeles Plays Itself, Red Hollywood), el John Gianvito de, sobre todo, Profit Motive and the Whispering Wind, una joya que se valía de placas memoriales y tumbas para contar otra historia de los EEUU, la de las luchas progresistas y las personas que las hicieron posibles, o James Benning, explícitamente homenajeado en la manera en que se inserta una cita de James Baldwin. En el portentoso equilibrio entre memoria personal y cinéfila, análisis histórico e invitación a la reflexión política asienta Henry Fonda for President su inagotable riqueza para dejar claro, además, que los monstruos del presente no aparecen nunca de la noche a la mañana: se cocinan despacio con el conformismo, la indiferencia y la inacción social como fermento.
Henry Fonda for President, Austria, 2024.
Escrita y dirigida por Alexander Horwath.
Martín Pawley / Copyleft 2025

Como se dice en la nota, también la vi en un festival gracias a la recomendación de Roger. Una película extraordinaria que oficia también como un ensayo deslumbrante sobre la historia del cine y de su siglo. Una lástima que no se pueda ver con mayor amplitud.
Saludos
Fé de erratas. «The best man» no es de John Frankenheimer sino de Franklin Schaffner. «The manchurian candidate» puede haber generado la confusión. Pelicula imprescindible y tremendamente actual The best man. Hay una escena en la que el viejo lider del partido le dice a Fonda «…el poder no es un juguete que se le regala a un niño, es un arma que un hombre fuerte debe tomar y utilizar». Saludos y gracias por la nota.
Es un error mío; suelo pasar en los textos de MP el cotejo de títulos. Incluso él puede cometer un error. GRACIAS. R