UNA RESPUESTA EN FUERA DE CAMPO: ¿QUIÉN  FILMARÁ EL MACRISMO?

UNA RESPUESTA EN FUERA DE CAMPO: ¿QUIÉN FILMARÁ EL MACRISMO?

por - Entrevistas
22 Ago, 2017 01:40 | comentarios
Una pregunta y una respuesta. Sobre la escena política y el cine.

Aclaración:

Me hicieron una entrevista y una respuesta quedó afuera. No fue censura, tampoco impertinencia de mi parte. Simplemente no entró (y sospecho que fue por la lógica que tuvo la  nota). No tiene importancia ni quién me solicitó la entrevista y en dónde se publicó. El colega es una persona de bien. Pero como me llevó un tiempo responder no quería dejar que ese párrafo permaneciera en ningún lugar.

Así fue la pregunta:

«Hace unos años destacabas la ausencia de películas que tematizaran la «era K» o el peronismo. ¿Esto sigue siendo así al día de hoy?»

Esta fue la respuesta:

La cuestión que importa ahora es otra: ¿quién filma el macrismo como cultura, o en todo caso, quién puede filmar la cultura que posibilita el macrismo como tal y su confrontación identitaria con el kirchnerismo? A mi juicio, hay tres películas recientes que ya pertenecen al orden simbólico vigente, esa discreta pero porosa hegemonía cultural en ciernes llamada Cambiemos. En Me casé con un boludo el personaje de Suar pretende conquistar a su enamorada de todos los modos posibles. En cierto momento, el personaje decide montar una escena en la que varios actores sin trabajo se hacen pasar por pobres. La idea es que su mujer pueda ver desde la ventana el cálido intercambio que se establece entre él y los pordioseros. Esa escena remite directamente al viaje en colectivo del presidente Macri, al principio de su gobierno, una práctica comunicacional que no es solamente de Cambiemos. La propaganda política de hoy ha sustituido la épica por el costumbrismo. El mate, el poncho, el abrazo y la lógica transparente del mirarse a los ojos son operaciones estéticas que intervienen en la representación de lo real. El film de Taratuto preanuncia sin proponérselo una época. En este sentido, la inversión cínica del costumbrismo recién aludido es la que se puede verificar en el film más paradigmático de una nueva cultura política: El ciudadano ilustre. Ese compendio de crueldad espetado a cualquier atisbo de cultura popular recoge un signo actual. Por último, habría que decir que en La cordillera Santiago Mitre ha lanzado una suerte de test de Rorschach cinematográfico a la audiencia: “¿Qué presidente reconoce en el personaje de Darín?”. Es un buen indicio de cómo interpelar el régimen macrista; aunque sería genial que Mitre hiciera un segundo film sobre Blanco, un relato en el que este tenga que interactuar tan solo con actores sociales del presente y tomar decisiones que los afecte.

* Al responder dejé de lado La vendedora de fósforos, un film conscientemente crítico del gobierno vernáculo; me ceñí a los films estrenados al día de la fecha. (Aquí se puede leer crítica)

* Fotogramas: Me cansé con un boludo (en presentación); El ciudadano ilustre

Roger Koza / Copyleft 2017