TRENQUE LAUQUEN

TRENQUE LAUQUEN

por - Críticas
17 Feb, 2023 02:17 | 1 comentario
Un antes y un después para la cineasta argentina.

LAURA VA

La ficción contradice y desteje la línea recta sin matices que define la vida laboral e incluso la estabilidad de la vida afectiva. En la ficción, un destino ordinario puede conjurarse por un desvío y la intensificación en los detalles que trastoca la eficiencia de las costumbres y las rutinas. Dicho así, ficción y realidad cotidiana pueden entreverse como líneas paralelas, más allá de que ese notable empleo de la imaginación libera del yugo de lo previsible. La posición inicial del personaje que interpreta Laura Paredes en Trenque Lauquen, con el nombre de Laura, es idéntica a la de un espectador o lector. Ella tiene un trabajo, una carrera por empezar, una vida en pareja por consolidar. Pero un día, como sucede con todos los protagonistas de un relato, descubre algo que modifica inexorablemente el plan de su vida. Laura abandona todo y se entrega enteramente a lo que le depare su curiosidad.

Que el primer capítulo de los doce de Trenque Lauquen se titule “La aventura” evoque o no la película de Antonioni de título homónimo en el que una mujer desaparece es irrelevante, porque en él se pronuncia un credo: tomar el camino de la ficción es aventurarse a destino incierto. Mientras Laura trabaja en la municipalidad de Trenque Lauquen y empieza a ejercer aún sin recibirse su profesión de bióloga investigando sobre algunas plantas, la protagonista mantiene una columna semanal en una radio sobre mujeres que hicieron historia. En la biblioteca pública, buscando material para otro episodio radial, en el interior de una página de Autobiografía de una mujer sexualmente emancipada y otros textos sobre el amor de Aleksandra Kolontái, Laura encuentra una carta de amor. Todo cambia.

En efecto, Laura se obsesiona, indaga como una detective y alcanza a reconstruir un romance fogoso vivido durante la década de 1960 entre una profesora de escuela de su ciudad y un hombre italiano. La historia que descubre la envuelve y la lanza a su propia historia. Ese episodio es solo uno, porque el encuentro posterior con una mujer misteriosa relacionado con una flor autóctona la introduce a otra historia con ribetes fantásticos. Laura establecerá un lazo fascinante con dos mujeres que viven juntas y alejadas en un campo porque cuidan de una criatura misteriosa que puede ser aberrante.

Lo más hermoso de la película reside en ser testigos de una transformación a través de la ficción. El interés inicial por vidas ajenas pone en movimiento una experiencia de ficción. En el epílogo, Laura ya no sigue las pistas de los otros; ella transita directamente la ficción. Y si eso es posible se debe a que Citarella puede sacar provecho de una carta, una emisión radial, una fotografía, la cita de un libro o un personaje mítico de la Historia estableciendo conexiones inesperadas y entretejiendo un relato movedizo y ejemplar de cómo yuxtaponer tiempos y puntos de vista disímiles sin perder el dominio narrativo. Transmitir el placer de la ficción y sus efectos inadvertidos sobre la intimidad es la gran hazaña estética de Trenque Lauquen. No sucede todos los días.

Tampoco sucede todos los días ver en pantalla a una actriz como Laura Paredes, porque no pertenece a las cientos de escuelas de los gestos o a tantas otras marcas dramáticas que se invocan para acopiar respeto; menos todavía se trata de una intérprete que usa a su personaje hasta fagocitarlo desde su interior para que el fantasma fenezca en el lucimiento del Yo. Paredes está en las antípodas de la moda; en el cine, es una criatura anómala a la que su experiencia teatral, magnífica sin duda, puede distraer del encantamiento que emite sus signos en pantalla. El misterio de su presencia en pantalla, ¿a qué se debe?  ¿Qué técnicas la empodera? ¿Construye su personaje? Si es preciso apelar a un método cuenta con la técnica suficiente para trabajar al respecto, como se puede constatar en Argentina, 1985. Pero en ese caso, la exigencia de lo real era constitutivo del acto de ser filmada. Una conjetura: en todas sus apariciones en películas independientes, y todavía más cuando es protagonista, la actriz más bien pone en funcionamiento un sistema de vaciamiento en el que se confía a la mímesis: su propia existencia frente a cámara es puesta al servicio de una situación de ficción. En ese sentido, el propio devenir del personaje en Trenque Lauquen constituye una revelación oblicua de una crisálida en la ficción que es también la réplica de un retrato y un método. Ser en la ficción, como Laura personaje, es la duplicación de ser para la ficción de Paredes como Laura.

¿Es necesario dejar constancia de que a Citarella también le importan los encuadres y los movimientos de cámara? La estética no es acá subsidiaria de la prolijidad narrativa. Es decir, que pueda sostener una ficción en evolución permanente no significa que haya descuidado por ningún segundo la pertinencia de un plano general o un fundido. La elegancia de los planos generales fijos en la noche, con los que introduce la casa de las dos mujeres que viven con la entidad sin nombre, es sencillamente un placer óptico que prodiga amablemente la película. Lo mismo sucede con la luz en el epílogo, luz en fuga, como el propio relato que comienza su desaceleración hacia a una zona sin ficción donde se sustituye la aventura por la percepción. Hay muchos ejemplos más para enumerar.

¿Cómo sigue Citarella con todo esto? ¿Cómo filmará en los años venideros? Puede apostarse sin vacilar que no elegirá un camino seguro. En el momento mismo en que, en el final, el paneo matinal vuelve sobre el personaje que se ha llamado a la fuga —última jugada de ficción— se lanza un enigma al futuro. La próxima empezará cuando el acto de mirar se vuelva insuficiente y el deseo de ficción exija nuevamente otra aventura y un camino todavía desconocido.

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Trenque Lauquen, Argentina-Alemania, 2022.

Dirigida por Laura Citarella. Escrita por L. Citarella y Laura Paredes.

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*Publicada en otra versión y con otro título por Revista Ñ en el mes de febrero 2023.

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Roger Koza / Copyleft 2023

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