SEMANA EN LOS CINECLUBES DEL 27/07 AL 02/08

SEMANA EN LOS CINECLUBES DEL 27/07 AL 02/08

por - Cineclubes
27 Jul, 2009 08:01 | Sin comentarios

LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO, 470

29 de julio, a las 20.30hs:

El hombre de Londres, de Bela Tarr, Hungría, 2008

135’ / +13

Mediometraje, a las 19.30hs: Carta a Jane, de Jean-Luc Godard y Jean-Pierre Gorin, Francia, 1972

Después de las complejas narraciones de Satantango y Las armonias de Werckmeister, el maestro húngaro Bela Tarr trabajó sobre una novela de Georges Simenon hasta quedarse con lo esencial: en una ciudad portuaria fría y decadente, un trabajador ferroviario es testigo de un crimen mientras vive en una torre, lo que tendrá algunas consecuencias. Se trata de un film sobre el acto de ver y de escuchar, matizado por una sugestiva banda de sonido minimalista y una asombrosa fotografía en blanco y negro a cargo del cineasta alemán Fred Kelemen. Los lentos movimientos de cámara y los planos prolongados inducen a un tipo de trance ligado al asombro, permitiendo al espectador tener tiempo para pensar e implicarse más allá de lo que se muestra. (Como el propio Tarr ha señalado: “La cámara está, al mismo tiempo, tanto adentro como afuera de la película”.) El distinguido elenco cuenta con las presencias de Tilda Swinton y de la actriz húngara Erika Bok, quien participó en Satantango cuando tenía 11 años y que en la actualidad promedia los 20. (Jonathan Rosenbaum)

VILLA GIARDINO: SALA TEATRO ALEJANDRO GIARDINO

2 de agosto, a las 20.00hs: Víctor Erice en foco

El espíritu de la colmena, de Víctor Erice, España, 1974

93’ / ATP

Cortometraje: A propósito de Niza, de Jean Vigo, Francia, 1930

“Érase una vez…” Con esta frase de cuento infantil empieza la ópera prima de Erice, primera obra maestra del realizador en la que ya pueden percibirse los rasgos centrales de toda su obra: rigor formal, tiempos narrativos lentos, un interés demarcado por cierto grado de vecindad entre la conciencia onírica y la vigilia, superpuesta con otra zona de indefinición respecto de la diferencia entre el cine y la vida, la ficción y la realidad. En plena dictadura franquista, una niña se deslumbra con la proyección de Frankestein (1931), en una función de cine ambulante. La fascinación por aquel monstruo, que en un pasaje del film de Whale se encuentra con una niña de edad similar a la pequeña Ana de este relato, habrá de tener un impacto existencial en ella que determinará su crecimiento. Erice filma la niñez, edad de la incertidumbre y estadio de la pregunta, y de esto se predica una meditación lúcida sobre lo dicho y lo no dicho que incluye la interacción familiar, la interpretación cinematográfica y la historia ominosa de una España fascista. (Roger Koza)