SEMANA DEL 6 AL 12 DE AGOSTO EN CINECLUBES

SEMANA DEL 6 AL 12 DE AGOSTO EN CINECLUBES

por - Cineclubes
05 Ago, 2007 06:31 | comentarios

LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470


Miércoles 8 de agosto

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Klimt, de Raoul Ruiz, Francia, 2006.

93 minutos / No recomendada para menores de 18 años

Antes de la película principal se proyectará en el HORARIO ESPECIAL DE LAS 19.20 el mediometraje La hipótesis del cuadro robado, de Raoul Ruiz, Francia, 1979.

Raoul Ruiz, acaso uno de los grandes maestros desconocidos del cine contemporáneo nació en Chile y trabaja hace décadas en Francia, confirma con este biopic onírico y alegórico sobre Gustav Klimt su inacabable creatividad. Difuso aunque preciso Klimt es en sí una pintura en movimiento sobre algunos episodios personales y sociales que han atravesado la obra de un pintor único, orgullo de los austriacos. No se trata de mostrar la psicología del artista y su historia, sino más bien recolectar como en un sueño qué fuerzas simbólicas determinaron una obra. En efecto, el Klimt de Malkovich, cuyo parecido físico no deja de sorprender, está en una clínica a punto de morir de sífilis. Es 1918. En su desvarío quizás recuerda: la exposición mundial, la secesión vienesa, sus encuentros con Méliès, sus amigos filósofos y críticos, además de todas las mujeres que amo e inspiró su obra, en especial Lea De Castro. Pero lo que es fascinante es el intento de Ruiz en asimilar la obra del pintor, siendo la forma el modo de reproducir la identidad de un artista. Así, el color dorado prevalece, y a menudo las imágenes se doblan como en un cuadro del vienés. Aunque ello no impide que la impronta de Ruiz esté presente: planos secuencias extensos y circulares, un trabajo sutil sobre el sonido, y una elección narrativa cuyo modelo pertenece a la lógica de los sueños. (Roger Koza).


SAN MARCOS SIERRAS: SALA TEATRO KAY PACHA


Sábado 11 de agosto, a las 19.00hs:

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Reinas y reyes, Arnaud Desplechin, Francia, 2006.

150 minutos / No recomendada para menores de 16 años

Intensa. Extraña. Reinas y reyes de Arnaud Desplechin es una película de gestos exagerados y actuaciones descomunales. A pesar de sus dos horas y media de duración, este extravagante melodrama familiar nunca decae. Desplechin nos cautiva con sus trucos narrativos y su excentricidad sin límites. Si hay algo de lo cual Reina y reyes no carece es de histrionismo. En su papel de madre soltera, agobiada por un pasado complicado como también por la relación con su frágil padre (Maurice Garrel), Emmanuelle Devos consigue expresar todas las emociones. Su extraordinaria actuación como Nora no loga opacar a su compañero de reparto y coprotagonista Mathieu Amalric, quien encarna el papel de Ismael, su extravagante y depresivo ex marido. Digno de una telenovela, la mitad de Reinas y reyes transcurre en un hospital. En el preciso instante en que Nora se entera de que su padre sufre de un cáncer avanzado, dos hombres de saco blanco llaman a la puerta de Ismael. Nada sigue una secuencia lógica. La narración se acerca a la conspiración, y no solamente porque Nora resulta ser una narradora poco confiable. Durante gran parte de la película, la textura conspira contra la trama. Desplechin va de una escena caótica a otra. Con gran originalidad en sus flashbacks y secuencias de sueños, organiza cambios de estado casi de libre asociación y los utiliza para mantener un desequilibrio permanente. La continua inestabilidad es acentuada aún más por saltos abruptos de montaje propios del cinéma verité, paneos rápidos y repeticiones infundadas. Las relaciones se develan gradualmente; las cosas son siempre más complicadas de lo que parecían en un principio. La narración toma giros inesperados, a veces osados. A Ismael le gusta la palabra impedimenta, que representa el bagaje psicológico que impide que una persona funcione como quisiera, pero Desplechin parece deleitarse con las estructuras que impiden el progreso narrativo. Reina y reyes usa todo ese bagaje y lo lleva a su máxima expresión. La dirección cinematográfica es extraordinaria. (Jim Hoberman, Village Voice)

21.45hs:

Klimt, de Raoul Ruiz, Francia, 2006.

93 minutos / No recomendada para menores de 18 años

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Super Dong, de Yue Weng, Singapur, 2007.

(VER CRÍTICA MÁS ARRIBA)


VILLA GIARINO: SALA TEATRO ALEJANDRO GIARDINO


Domingo 12 de agosto, a las 20.00hs:

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Tierra de abundancia, de Win Wenders, EE.UU.-Alemania, 2005.

123 minutos / No recomendada para menores de 13 años.

Antes de la función principal se proyectará el cortometraje La guerra en la paz, de Wim Wenders, perteneciente a Cada uno su cine, film colectivo del último Festival de Cannes, 2007.

A seis años del atentado de las torres gemelas, Hollywood ya decretó el fin de una interdicción: representar cinematográficamente el desastre, de lo que se predica un supuesto final de una etapa del Capitalismo global. Y mientras varios blockbusters patrióticos esperan por inmortalizar una lectura de la catástrofe, el desapercibido film del católico de izquierdas Wenders logra capturar el mayor impacto posterior al 11 de septiembre: la alteración colectiva del psiquismo de una nación, sus efectos sobre la conducta cívica y política. Al menos esta historia menor que involucra el reencuentro de una joven misionera cristiana con su tío, excombatiente de Vietnam, funciona como una gran alegoría de un país, muy lejos de su tradición libertaria y democrática, y muy cerca de una difusa dictadura administrada a través de una política del miedo infinito. (RK)