SEMANA DEL 5 al 11/5 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 5 al 11/5 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
05 May, 2008 12:06 | Sin comentarios

LA CUMBRE: CINE LUIS BERTI, BELGRANO 470

7 de mayo, a las 19.15hs: Ciclo de cine mudo

El gabinete del Doctor Caligari, de Robert Wiene, Alemania, 1919

69 minutos / Apta para todo público

Este trabajo seminal del cine mudo, la obra más famosa e influyente del expresionismo alemán, involucra a un doctor demente (Werner Krauss) y a un sonámbulo que ejecuta sus órdenes (Conrad Veidt). Auxiliada y ayudada por uno de los mejores guiones de Carl Mayer y un increíble set pintado por Hermann Warm, Walter Röhrig y Walter Reimann, esta película es mucho más que un clásico de estudio: la concepción de los encuadres unida a la narración genera ciertas ambigüedades que amalgaman ciertos elementos de la historia bajo un suspenso inquietante. (Jonathan Rosenbaum, Chicago Reader)

A las 20.30hs: Herencia y presencia del Cristianismo

El gran silencio, de Phillip Gröning, Alemania, 2006

164 minutos / Apta para todo público

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Prólogo, de Bela Tärr, Hungría, 2004

Tras su propuesta de filmar la vida en un claustro de cartujos en los Alpes franceses, el realizador Phillip Gröning tuvo que esperar 16 años hasta recibir una respuesta por parte de la orden. Su admirable paciencia le permitió adentrarse en la vida monástica por 6 meses y capturar la cotidianidad y la liturgia pertenecientes a un estilo de vida anacrónico. El resultado es prodigioso, pues Gröning, que trabajó completamente solo, también aceptó el pedido expreso de los religiosos de trabajar con luz natural y de prescindir de música extradiegética. Bajo esas condiciones, El gran silencio ofrece un retrato preciso y austero sobre la gracia y extravagancia de un sistema de vida comunitario en las antípodas del modelo dominante burgués. No se trata solamente de constatar las diferencias entre lo sagrado y lo profano, lo religioso y lo secular, sino también de explorar una composición de la subjetividad que se desmarca de la cultura de masas. Quizás eso explique por qué Gröning intercala cada tanto primeros planos de los rostros, como intentando descifrar el misterio de una práctica desprovista de narcisismo. Así, en la observancia y el despojo, los monjes cantan, meditan, estudian, planchan, cocinan, ocasionalmente conversan, y hasta llegan a jugar en la nieve, pero la concentración respecto del Altísimo domina la totalidad de sus actos. A través de panorámicas y varios montajes cruzados, Gröning advierte un juego y un contrapunto entre los ritmos de la naturaleza y los ritos de los ascetas. Algunos textos orientan las imágenes, oraciones que se repiten tantas veces como los actos diarios. No es monotonía, sino una repetición salvífica; al menos esa es la apuesta. (Roger Koza, programador).

LA FALDA: RESTAURANTE UGOLINO, 9 DE JULIO 470

8 de mayo, a las 20.30hs:

Chamamé, de Cosima Lange, Alemania, 2007

104 minutos / Apta para todo público

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje La fundición (3), de Aki Kaurismäki

Chamamé es un film con un objetivo preciso: entender qué es el chamamé. La realizadora alemana Cosima Lange recorrió principalmente Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y Misiones. Le llevó su tiempo hasta que pudo encontrar a sus cuatro personajes principales, quienes representan aristas muy diversas de este género musical. Entre ellos está el sobresaliente Chango Spasiuk, cuyas apariciones elevan musicalmente la película. Esencialmente popular, Chamamé hace un uso formidable de los planos panorámicos, que explicitan una intuición omnipresente en todo su metraje: existe una secreta comunión entre paisaje, contexto social y expresión musical. En ese sentido, el film evita en todo momento la construcción de planos bajo la lógica publicitaria. Nada de turismo, algo de antropología cultural, y mucha curiosidad y placer por una música desconocida para la realizadora, incluso para los propios argentinos, más identificados por el tango que por este género musical que no se circunscribe a los porteños. (RK)

 SAN MARCOS SIERRAS: EN EL TEATRO KAY PACHA

SABADO 10

A las 20.00hs:

Una vez, de John Carney, Irlanda, 2007

85 minutos / Apta para todo público

Antes de la película se proyectará el cortometraje La Jetée, de Chris Marker, Francia, 1962 (parte del ciclo anual Marker en foco)

El título en inglés de este pequeño y grandioso film de John Carney es Once, y bien podría titularse Once again, «Una vez más», porque es sin duda el deseo que surge del espectador cuando descubre esta pieza de cámara, acaso un musical propenso, paradójicamente, a un difuso realismo social. En Dublín, un músico (callejero) y también empleado de una ferretería (paterna) conoce a una mujer en la calle mientras interpreta una de sus canciones. Luego harán música, quizás se amen. Esta versión proletaria de Letra y música transmite la misma felicidad de esa película, pero se desmarca de esa quimera mercantil en donde hacer música se asocia al éxito y a la fama. Aquí, la música es una labor cultivada para cuidar la propia dignidad y una expresión catártica para conjurar el propio desencanto. Una vez hace visible la mentada comunicación entre músicos, pues permite en varios pasajes ver cómo se compone grupalmente, dejando asentado que la música es una actividad colectiva (y también ofrece un retrato del músico que nada tiene que ver con las drogas y la vagancia, aunque sí, discretamente, con la rebeldía). Como film musical está en las antípodas de productos miserables como High School Musical, la artificialidad sofisticada de Chicago o el sadismo cool de Sweeney Todd. Los planos secuencia extensos y un registro directo del sonido en varias ocasiones producen un efecto de extrañamiento sobre las reglas del género, operación estética que compensa el glamour del musical canónico y le otorga un profundo sentido humano. (Roger Koza, programador)

 A las 22.10hs:

Cine, aspirinas y urubúes, de Marcelo Gomes, Brasil, 2005

99 minutos / No recomendada para menores de 16 años

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje a 8.944 de Cannes, Walter Salles, Brasil, 2007.

Esta bellísima e intimista meditación indirecta sobre la violencia y su expresión bélica se hilvana a partir de una trama mínima: durante la Segunda Guerra Mundial un alemán vive en el sertón brasilero pasando cine ambulante, método de seducción para vender sus revolucionarias aspirinas. El alemán cimienta una amistad con un campesino. Y cuando Brasil rompe las relaciones diplomáticas con Alemania, el extranjero deviene en un enemigo potencial, y tendrá entonces que huir o esconderse. Desprovisto de cualquier ornamento folclórico, Gomes explora un contexto rural que a pesar de la distancia en el tiempo poco debe haber cambiado, y su interés parece ser querer advertirlo. Pero la gloria de Cine, aspirinas y urubúes consiste en su delicada y austera puesta en escena, capaz de transmitir emociones reconocibles sin la manipulación característica del cine contemporáneo y eludiendo todo tipo de subrayado que indique una interpretación determinada. La sugerencia es la regla. La sutileza, una norma. Y la magia, si se quiere, la del cine, una alusión, acaso un milagro, como lo experimentan algunos campesinos en plena noche mirando absortos la ciudad de San Pablo proyectada en una pantalla. (RK)

VILLA GIARDINO: SALA TEATRO-CINE ALEJANDRO GIARDINO

11 de mayo, a las 20.30hs:

10ª Sala -instantes de audiencia-, de Raymond Depardon, Francia, 2004

103 minutos / Apta para todo público

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Cine al aire libre (3), de Raymond Depardon, Francia, 2007

Este austero pero brillante y contundente documental de Depardon fue una de las grandes películas que en el 2004 compitiera en Cannes y pasara desapercibida. Sin música, con 4 o 5 posiciones de cámaras, tomas siempre fijas, Depardon registra instantes de un conjunto de audiencias de la sala 10 de un tribunal cualquiera de París. Los encuadres son justos, como las imágenes, y sirven al objetivo central: observar cómo se constituye el discurso jurídico y los efectos de este en los sujetos: fiscales, acusados, juez y público. Los casos son menores: insultos, alcoholismo, posesión ilegal de armas o de sustancias prohibidas, etc. Lo interesante y revelador es ver cómo los sujetos siguen reglas de comportamiento y asumen roles específicos, siendo ellos parte de un evento que desenmascara paulatinamente el orden simbólico que los legitima. De allí que en el dramatismo de las víctimas y sus verdugos destelle un rasgo humorístico, porque detrás de las convenciones hay cierta dosis de ridiculez y patetismo. En esta gran comedia humana, no desprovista de dolor, injusticia y a veces de compasión, la verdad y sus formas jurídicas son el ejemplo de otro orden del discurso, uno que evidencia, naturalmente, poder. Por eso recién en el epílogo un sociólogo acusado va a cuestionar este orden, momento en el que la incomodidad es otro modo de señalar la contingencia y las nada inocentes reglas del juego. (RK)