SEMANA DEL 31/05 AL 6/06 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 31/05 AL 6/06 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
31 May, 2010 09:34 | Sin comentarios

LA CUMBRE: EN EL CINE LUIS BERTI, BELGRANO 470

2 de junio, a las 20.30hs:

https://i0.wp.com/www.bbc.co.uk/bbcfour/documentaries/storyville/images/white_diamond1_lead.jpg

El diamante blanco, de Werner Herzog, EE.UU.-Alemania-Francia-Bélgica-Italia, 2004

88’ / ATP

Cortometraje: Salto a un mundo perdido (17’), de Nicolás López, Argentina, 2008

En esta ocasión, Herzog elige examinar a fondo el deseo de volar, ese devenir pájaro de nuestra especie a menudo banalizado como una metáfora (muerta) de libertad. Más que la proeza de vencer la gravedad, lo que le interesa a Herzog es la obsesión como conducta, la aventura como modo de vida y el cine como una obstinada tarea de captura orientada a obtener imágenes desconocidas de nuestro mundo. Ya en el prefacio del film, una breve introducción a la historia de la aviación, un fascinante material de archivo permite visualizar la experiencia de uno de los primeros pasajeros de la historia. Un plano fijo muestra a un hombre colgado de las ruedas de un avión. Más adelante, Herzog posará su lente sobre animales salvajes de una región selvática de Guyana, primerísimos planos sobre anfibios inclasificables que develan un mundo, aunque no todo debe ser exhibido, como lo sugiere un lugareño después de que un camarógrafo del equipo registre una zona sagrada. El guía de la expedición es Graham Dorrington, un ingeniero aeronáutico, a bordo de un dirigible con una misión doble: volar sobre las copas de unos árboles pletóricas de riqueza biológica aún inexplorada por la ciencia y purgar su culpa respecto de la muerte del documentalista Dieter Plage en 1992 tras la falla de un dirigible diseñado por Dorrington. Herzog, sin embargo, prestará atención a otros personajes secundarios, en especial a un rastafari con familiares lejanos en España, un típico excéntrico del universo simbólico de Herzog, quien considera a su gallo un verdadero compañero de vida y conoce los secretos de ese paraje perdido en la nada. El diamante blanco es otro viaje perceptivo del creador de Fitzcarraldo, un memorándum filosófico sobre el extraño prodigio de ver, percibir y ser percibido. (Roger Koza)

VILLA GIARDINO: EN EL TEATRO ALEJANDRO GIARDINO

6 de junio, a las 20.00hs: Encuentro con el nuevo cine mexicano

Parque Vía, de Enrique Rivero, México, 2008

86’ /+16

Mediometraje: Black Panthers (27’), de Agnès Varda, Francia, 1968

Inspirada en la vida de Nolberto Coria, la ópera prima de Rivero casi se circunscribe al sistemático seguimiento doméstico y rutinario de Beto, interpretado por el propio Nolberto Coria, quien cuida hace años una mansión en algún barrio del Distrito Federal. Beto limpia, barre, hace el mantenimiento y cada tanto atiende a los posibles compradores de una casa que no es suya pero que sin duda constituye su hogar. Lupe, la dueña, cada tanto lo visita. Parque Vía es formalmente radical: los planos secuencia son una regla, la concepción cromática proclive al claroscuro materializa una vida mecánica y secretamente violenta. Los primerísimos planos de un puño sintetizan la rabia de clase. En ese sentido, la puesta en escena de Rivero privilegia planos cerrados dialécticamente contrapuestos con planos abiertos. El encierro de Beto se puede ver tanto interior como exteriormente, y la tensión de clase se predica entre quienes tienen inmuebles y entre quienes jamás podrán ser propietarios, pues en la estructura socioeconómica su destino es cuidar aquello de lo que carecen. Parque Vía es una preparación hierática y sistemática de su penúltima escena. Quizás inesperada, ética y narrativamente forzada, pero políticamente lógica: el conflicto entre clases no puede adoptar el carácter conveniente de una reconciliación, pues de ser así se pacta con los buenos sentimientos, algo propio de la fantasía del pudiente con su buena conciencia. (RK)