SEMANA DEL 23 al 29/06 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 23 al 29/06 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
24 Jun, 2008 11:52 | Sin comentarios

LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470

25 de junio, a las 20.30hs: Haneke en foco

El séptimo continente, de Michael Haneke, Austria, 1989.

113 minutos / No recomendada para menores de 18 años

Antes de la película principa, a las 20.00hs, se proyectará el cortometraje A la memoria del día pasado, de Sharunas Bartas, Lituania, 1990. (Cortesía del cineclub La Quimera)

Impía y lúcida, la primer película de Haneke, insipirada en un hecho real, es indiscutiblemente una obra maestra con reminiscencias bressonianas (en especial El dinero), aunque su cosmovisión está desprovista de toda transcendencia y metafísica. Los primeros minutos constituyen una clase magistral de cómo introducir una tesis: la ubicua mecanización de la vida cotidiana y la suprema insignificancia del bienestar material. Primeros planos de manos en acciones ritualizadas, de objetos que dominan sujetos; también planos generales de supermercados, empresas, fábricas. Todo transcurre en una ciudad de Austria, pero podría ser cualquier país central de Europa, sumido en su opulencia y en su orden absoluto. Una familia decide salirse de este juego perversamente perfecto, y aunque Haneke no dé explicaciones ofrece los elementos necesarios para entender el fundamento de una decisión controversial pero lógica. Divida en tres partes, no es un dato entre otros que el desenlace esté fechado en 1989. Estéticamente formidable, El séptimo continente utiliza el fundido en negro como un aforismo del nihilismo que crece y subyuga. El penúltimo plano es una invectiva contra el poder audiovisual, la hipnosis propinada planetariamente por la televisión como práctica cotidiana. El cine de Haneke intenta restablecer la soberanía de la mirada; su optimismo consiste en desmontar ante los ojos del espectador las mentiras y veleidades del mundo (pos)moderno; pensar y mirar, la fórmula de una cineasta necesario. (RK)

LA FALDA: RESTAURANTE UGOLINO, 9 DE JULIO 470

26 de junio, a las 20.30hs:

La salvaje lejanía azul, de Werner Herzog, EE.UU., 2005

81 minutos / Apta para todo público

Antes de la película principal se proyectará el mediometraje El gran éxtasis del escultor de madera Steiner, Alemania, 1974

Una tesis: un planeta devastado, una civilización a la deriva. Más allá del discurso cosmológico y político del extraterrestre interpretado por Brad Chucky Dourif, más importante es el lugar desde el que enuncia sus inverosímiles aunque poéticas hipótesis. La tierra es un baldío. La salvaje lejanía azul es un relato instructivo sobre el devenir destructivo de una especie, aunque su espíritu es incompatible con toda tendencia apocalíptica. El film de Herzog apuesta por el asombro; el universo es infinito, y es esta proposición el principal argumento contra todo pesimismo metafísico. Sin duda, se trata de una fantasía de ciencia ficción, pero es también un test epistemológico sobre cómo interpretar cualquier registro audiovisual: ¿son reales esas imágenes de la tierra desde el espacio? ¿Los astronautas son actores o científicos? ¿Están en Andrómeda o en un paisaje desconocido de la tierra? Los científicos son cosmólogos pero también son cómicos, y Herzog contextualiza sus teorías como ficciones verdaderas y/o conjeturas refutables. Desde ya que no hubo ninguna invasión extraterrestre, pero la perspectiva cosmológica de Herzog, de no ser alienígena, excede el arraigo de nuestra especie al perímetro imaginario de la biosfera. (RK)

VILLA GIARDINO: SALA TEATRO-CINE ALEJANDRO GIARDINO

29 de junio, a las 20.00hs:

Los amantes regulares, de Phillip Garrel, Francia, 2005

175 minutos / No recomendada para menores de 18 años

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Yo te saludo Sarajevo, de Jean´-Luc Godard, Francia, 1993

Esta épica agridulce de Phillipe Garrel sobre las demostraciones en París en el mayo francés y sus consecuencias es uno de sus trabajos narrativos más logrados. Rodada en un prodigioso blanco y negro por el gran William Lubtchansky, la película destila la creciente melancolía de toda la obra meditativa y romántica de Garrel, que ha estado siempre ligada al legado del cine mudo (como aquí el piano solitario deja ver). Este film de 2005 centra su relato en un joven poeta parisino interpretado por el hijo del propio Garrel (que interpretó un rol similar aunque más sensual en el no muy honesto film de Bertolucci Los soñadores) y su relación con una escultora (Clotilde Hesme). Finalmente se impone el derrotismo político, al que Garrel frecuentemente vincula con una entrega voluptuosa por parte del héroe a la adicción al opio. Y logra desenmascarar cuán consentida es su vida, lo que pasa a ser cómicamente evidente cuando el héroe en cuestión va a juicio por evadir el servicio militar. (Jonathan Rosenbaum, Chicago Reader)