SEMANA DEL 11 al 17/08 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 11 al 17/08 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
11 Ago, 2008 05:13 | Sin comentarios

LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470.

13 de agosto, a las 20.30hs: Ciclo Brasil, una nación poderosa:

Cabra ciega, de Toni Venturi, Brasil, 2004

107 minutos / No recomendada para menores de 16 años

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Maranhâo 66, de Glauber Rocha, Brasil, 1966

Didáctica y honesta aunque no desprovista de simplificaciones históricas y políticas, la película de Ventura tiene el mérito de materializar una mentalidad, la revolucionaria setentista latinoamericana, en una narración efectiva. Un revolucionario carioca, tras una fallida misión en la que queda malherido, tiene que refugiarse en el departamento de un arquitecto de simpatías izquierdistas hasta que pase el peligro. Es 1971, y la organización (nunca identificada) está acorralada. Venturi sugiere un doble encierro: el que corresponde al refugio momentáneo y el de la configuración mental del militante, que oscila entre la paranoia y la total abnegación a una causa en donde los placeres cotidianos están prácticamente interdictos. Cuidadosa en la reconstrucción histórica aunque también contemporánea en su estructura formal, Cabra ciega humaniza a su militante, sin desprestigiar jamás sus ideales, cuando éste acepta el afecto de una vecina y el amor de una mujer que lo cuida. Aunque Lenin se resistía a escuchar Beethoven por miedo a distraerse de su labor revolucionaria, los pequeños placeres que se le otorgan al héroe de Venturi tan sólo marcan una pausa en la consagración casi fanática a un sueño pretérito. (Roger Koza, programador)

LA FALDA: RESTAURANTE UGOLINO, 9 DE JULIO 470:

14 de agosto, a las 20.30hs:

Una buena mujer, de Mike Barker, Reino Unido, 2004

93 minutos / No recomendada para menores de 13 años

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Cine erótico, de Roman Polanski, Polonia-Francia, 2007

Esta perspicaz adaptación de una obra no tan conocida de Oscar Wilde, El abanico de Lady Windermere, cuya trama original transcurre en Londres en 1892, está situada en Amalfi, Italia, y en 1930 en esta versión cinematográfica. Es un tratado exquisito sobre la hipocresía en general focalizada en una clase particular, mientras se escuchan los ecos de la depresión económica mundial. En efecto, retrata una clase social pudiente e hipócrita que pretende un estándar de moral cuyo discurso inmaculado oculta y maquilla una práctica indecorosa, falsa y decadente. Se trata de cuidar las apariencias mientras el chisme sobre lo ajeno colma y anestesia la banalidad propia. Es éste el universo social que va a visitar Stella, la buena mujer, en apariencia una inescrupulosa cuarentona que elige andar con ricos y que decide probar suerte en Europa para eludir deudas y una reputación dudosa. Pero no todo es lo que parece: la dirección de Barker acentúa la perplejidad; además, a través de una puesta en escena inteligente va sugiriendo la incompatibilidad entre el paisaje y esta cultura de la abundancia. En otro lugar Wilde dijo: «La única diferencia entre santos y pecadores es que cada santo tiene un pasado y que cada pecador posee un futuro». Epígrafe perfecto para la película y su desenlace, que no debería, por otro lado, ser pensado como una objeción al conjunto de la trama. (RK)

VILLA GIARDINO: SALA TEATRO-CINE ALEJANDRO GIARDINO

17 de agosto, a las 20.00hs:

Wittgenstein, de Derek Jarman, Reino Unido, 1993

69 minutos / No recomendada para menores de 13 años

Antes de la película principal se proyectará el mediometraje Un día en la vida de Andrei Arsénevich, Francia, 2000

La última película del gran realizador inglés Derek Jarman antes de que falleciera por una enfermedad terminal es una concisa pieza de cámara, por momentos perfecta y siempre apasionante, en la que se intenta contar la vida y explorar la filosofía de uno de los grandes pensadores del siglo XX: Ludwig Wittgenstein. La empresa no es sencilla, más cuando el filósofo en cuestión ha dado a luz dos sistemas filosóficos antitéticos (el primero, notablemente, concebido en las trincheras de la Primera Guerra Mundial; el segundo, tras experimentar diversas crisis existenciales). La inteligencia de Jarman y del crítico literario Terry Eagleton, que escribió el guión del film, es compaginar un retrato de la vida del filósofo con sus meditaciones filosóficas sin promulgar un orden de continuidad aunque sí de intensidad. La puesta en escena se sostiene en un depurado expresionismo que puede parecer teatral y afectado, pero que funciona muy bien para hacer verdaderamente accesibles los dos sistemas filosóficos de Wittgenstein. En este film extrañamente conmovedor y estimulante, no hay ningún pasaje de más ni de menos; como en los libros del filósofo, la inteligencia gobierna y la curiosidad es la regla. (RK)