PLANOS A LA OBRA: EL CINE DE RAÚL PERRONE

PLANOS A LA OBRA: EL CINE DE RAÚL PERRONE

por - Ensayos
26 Oct, 2022 08:09 | comentarios
Elogio e hipótesis sobre la obra de Raúl Perrone.

Basta desplazarse unos pocos kilómetros hacia el sur o el oeste de la ciudad de Buenos Aires para constatar que sus alrededores, jurisdicción ya de la provincia y no de la Capital Federal, poco tienen que ver con la fantasía porteña (y foránea) según la cual Buenos Aires es una sucursal austral de París. El conurbano aglomera poblaciones diversas en distintos distritos en los que se verifica otra Argentina. 

El misterio y la obstinación de Raúl Perrone, el mayor cineasta argentino de los últimos 30 años, y el único indiscutiblemente independiente, se abocó a filmar el lugar en que nació. Toda su filmografía se circunscribe a Ituzaingó, una ciudad de la provincia de Buenos Aires, situada a menos de 30 kilómetros de la capital, en la que conviven más de 160.000 habitantes. Alguna vez Perrone filmó en otra provincia, pero siempre se concentró en ese territorio, más allá de que en ocasiones transfiguró los paisajes y los edificios de su ciudad en selvas ignotas, bosques europeos o zonas rurales de Japón. Haber convertido a Ituzaingó en su propia Cinecittà no significa una irrestricta fidelidad a retratar la ciudad que lo cobija. En reiteradas ocasiones, sí, pero no siempre. El cineasta ha dejado hermosos retratos de la vida sencilla de los humildes de Ituzaingó, pero también imaginó samuráis, criaturas salvajes del África y europeos decadentes a metros de su casa. En una película recién estrenada titulada Sinfon14, por ejemplo, descubrió que el gran escritor y cineasta argentino Edgardo Cozarinsky podía ser una reencarnación del Marqués de Sade. La imaginación de Perrone es un enigma. ¿De dónde proviene su genio?

Samuray-S 

Perrone viene filmando desde fines de la década de 1980. Ni él sabe exactamente cuántas películas ha hecho. ¿Más de sesenta? ¿Setenta? Alguna vez tuvo ayuda económica para la realización de alguna, pero casi siempre ha trabajado en soledad, administrando recursos materiales escasos y maximizando las ocurrencias de su imaginación. La evolución tecnológica de las dos últimas décadas le permitió plasmar lo que concibe despierto y en sueños. Empezó primero filmando en video y pasó luego por todos los formatos intermedios hasta la estandarización de la imagen digital. En la actualidad, Perrone es, junto a Pedro Costa, el cineasta que mejor ha comprendido tanto el poder emancipatorio que anida en el registro digital como también la necesidad concomitante de establecer un diálogo entre una nueva ontología de la imagen y la precedente. En efecto, el único modo de establecer una continuidad entre el grano de un plano analógico y la textura sintética de un plano digital reside en reconocer una historia del encuadre y un estudio laborioso de la trayectoria de la luz natural sobre el espacio elegido como campo visual.

Que Perrone haya sido dibujante profesional por muchos años no es un dato biográfico más. Sus ojos atienden los estímulos del mundo sin prescindir de sus manos. Esa relación táctil la ha recuperado enteramente y transformado en algo distinto, desde que una década atrás se hizo cargo del montaje de sus películas. El montajista Perrone delinea los planos que reúne en el rodaje. En la revisación exhaustiva de lo que ha filmado los planos devienen otra cosa. La paradoja: el método de montaje de Perrone tiene mucho de manualidad. No emplea una moviola, pero al usar máquinas viejas ha inventado una relación extemporánea pero eficiente en su trabajo cuando ensambla materiales filmados en la semana.

Sinfon14

ENTRE DOS SIGLOS

Las películas de Perrone nunca son iguales y todas se parecen. ¿Qué tienen en común CanadáLate un corazón y La mecha con Cínicos3scombro5 Sean eternxs?  ¿Qué relación puede establecerse entre Labios de churrasco y P3nd3jo5? En principio, el territorio es el mismo: las calles de Ituizaingó, la plaza central, la estación de tren, los comercios pequeños, los bares y los clubes, siempre intercalados con los planos de las nubes de la ciudad. En segundo lugar, un tenue pero constante concepto de comunidad se repite en todos los relatos. Nunca se trata de un personaje aislado, porque jamás hay héroes solitarios. Y algo más, quizás una obstinación innegociable en sus películas: según pasan los años, cada dos o tres películas Perrone se detiene para filmar la vida de los jóvenes. La biografía de la juventud de las clases bajas tiene en él a su mejor intérprete y retratista. 

El tiempo que pasa entre Labios de churrasco a Sean eternxs coincide con el mismo período en el que el cine abandona su materia fotográfica y adopta su ontología digital. Ese cambio está documentado en el cine de Perrone como en pocos otros cineastas. La juventud de Labios pertenece a una época menos apurada y hostil. El desamparo aún no la define, sí la precariedad, y hay aún una felicidad limitada pero posible. Sin embargo, con Las pibas se anuncia y luego se confirma con P3nd3jo5 una época y un estadio anímico distintos en la juventud, coincidiendo con la asunción de una estética auspiciada por el cine digital. Esa azarosa conjunción dio como resultado una reinvención del primer plano de las caras, y también una reconsideración del modo en que se miraba un rostro en el cine silente a la luz de una nueva época de la imagen en movimiento.

Pero con P3nd3jo5 Perrone no solamente prodigó al primer plano una dignidad estética acechada por la compulsión a la selfie; con ese film declaró su emancipación radical. Sin prescindir cada tanto del realismo poético de sus películas de la década de 1990 y de la primera década del siglo en curso, decidió radicalizar su sistema formal. Los fundidos encadenados y las sobreimpresiones, la discontinuidad narrativa o la elipsis hiperbólica se apoderaron de la sintaxis de sus películas. Los relatos, más que sueños dispuestos en secuencias, parecían relatos construidos desde los sueños. ¿No hay algo en el último Perrone que remite a la estética del sueño de Glauber Rocha? HierbaCorsario Samuray-S pueden ser vistos como sueños apenas descifrables en los que circulan Monet, Pasolini y Mizoguchi como signos del inconsciente en ebullición de un creador. Luego, viene la instancia del montaje, en la que se respeta la anomalía de las asociaciones característica del sueño añadiendo capas sonoras complejísimas que vuelven a disparar una inestabilidad referencial al relato. El resultado es tan magnifico como desconcertante, tan hermoso como abismal.

Perrone es el gran misterio del cine argentino reciente. ¿Cómo puede ser que el cineasta más popular y experimental de Argentina permanezca ignorado? Es hora de estudiar su obra, preguntarse qué significa para el cine contemporáneo y darle espacio. En Nantes se inicia un camino, en Nantes se imparte un poco de justicia.

*Texto comisionado para el catálogo 2022 de Festival des 3 Continents.

Roger Koza / Copyleft 2022

Ensayos recientes:

Los intérpretes veleidosos (leer acá)

Argentina, Argentina (leer acá)

Por una vía poética (leer acá)

Vivió su vida (leer acá)

Escribir y programar desde Latinoamérica (leer acá)