OSCAR 2012: DIRECTOR'S CUT

OSCAR 2012: DIRECTOR'S CUT

por - Varios
26 Feb, 2012 07:42 | comentarios

Por Roger Koza

Un punto de partida: la noche de los Oscars poco tiene que ver con el cine como arte y mucho tiene de negocio e imposición de una industria del espectáculo. Se necesitaría pedir auxilio a la sociología para entender cómo la fiesta de unos millonarios captura la atención de una mayoría que vive en las sombras.

No hay duda de que el candidato absoluto de la industria (y del todopoderoso señor Weinstein) es El artista. ¿Será entonces Michel Hazanavicius el director consagrado como el artista del año? Más allá del simpático perrito (que debería llevarse la única estatuilla que El artista merece), este supuesto homenaje al cine silente es oblicuamente una defensa y una celebración de la industria. En su relato la figura del director brilla por su ausencia. Es una película sobre estrellas y productores.

El plano inicial de Los descendientes y una escena dramática esencial que transcurre en una piscina son buenas muestras de la elegancia de Alexander Payne, pero no se trata de un film que denote riesgo en la puesta en escena y su tema es demasiado privado (aunque universal).

Es probable que ni Allen, ni Malick estén en la ceremonia. Medianoche en París puede ser una de las sorpresas de la ceremonia, y a Allen, tal vez, le reconozcan su oficio. Es su mejor filme en años, aunque sus logros cinematográficos pasan más por su dirección de arte y un relato ingenioso. El árbol de la vida es un filme de otro mundo. Los primeros minutos alcanzan para percibir que Malick parece haber aprendido su técnica en Saturno. Hay algo inédito en su película, aunque lamentablemente una iconografía New Age espantosa fagocita sus inquietudes cósmicas.

Y está Scorsese. La invención de Hugo Cabret es sencillamente magistral: el realismo anabólico del cine en 3D se libera de la imbecilidad de los gatos castizos y los ogros verdes en un ejercicio cinéfilo y generoso de anamnesis: el pasado del cine y sus verdaderos creadores resucitan y vuelven a nuestra memoria. Scorsese es el verdadero artista, aquel que desafía la ingratitud de los poderosos de la industria en nombre de Méliès y sus legítimos herederos.

Este artículo fue publicado en el mes de febrero de 2012 por el diario La voz del interior. 

Roger Koza / Copyleft 2012