MUSTANG: BELLEZA SALVAJE / MUSTANG

MUSTANG: BELLEZA SALVAJE / MUSTANG

por - Críticas
17 Ene, 2016 02:54 | comentarios

**** Obra maestra  ***Hay que verla  **Válida de ver  * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor

Por Roger Koza

LIBERTAD DE EXPORTACIÓN

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Mustang: belleza salvaje / Mustange, Turquía-Francia-Alemania, 2015

Dirigda por Deniz Gamze Ergüven. Escrita por D. G. Ergüven y Alice Winocour

*Tiene un rasgo redimible

Una película cuya falsedad es inversamente proporcional a la simpatía de las cinco heroínas de este cuento «infantil» no exento de crueldad y con propósitos libertarios

Libertad, nuestro valor incuestionable, vocablo perfecto para persuadir al receptor de que el emisor está de su lado. He aquí una película que defiende la libertad de las mujeres y de sus placeres en Turquía, una alegoría naturalista dispuesta a convencernos de que la sociedad turca lejos de Estambul compite en su retraso con la conductas de los gorilas del zoológico. Los postulados universales sin precisión son suspicaces.

Las protagonistas de este martirio patriarcal son cinco hermanas huérfanas que viven con su abuela. Son todas adolescentes y, por razones convenientes, todas parecen haber sido educadas secretamente por algún discípulo de Simone de Beauvoir. Un buen ejemplo: como la virginidad es un bien social intocable, una de las chicas le informa a sus hermanas que hay una forma de eludir el embarazo y el control sobre las huellas físicas del erotismo. Si se eligen zonas que la naturaleza desconoce, nadie se da cuenta. Buen consejo libertario, pero extremadamente incompatible con el universo conceptual en el que viven las heroínas desde siempre. La abuela, por ejemplo, les da una paliza, tan solo porque al finalizar las clases sus nietas y otros alumnos se metieron al mar y en la frotación de los cuerpos se evocaba el orgasmo. Las chicas nacieron libres.

La vergüenza social de ese hecho menor llevará a que se tomen medidas. A la casa literalmente le crecerán rejas y no faltará la voz en off de la más pequeña que así lo indicará. Mientras tanto, como se estila, a las más grandes se las tratará de casar, sin importar que una de las hermanas esté enamorada de otro, un muchacho del pueblo. La represión traerá consecuencias, y Deniz Gamze Ergüven, la debutante directora turca que vive en Francia, no se abstendrá de recurrir a calamidades de primer orden; hasta habrá un muerto, cuyo efecto dramático y el concomitante duelo de los personajes tiene el peso de una pluma y la gravedad de un rasguño.

El único placer de las muchachas pasará por ir a ver un partido de fútbol, una escapada que remite a Offside, un film en serio y rabioso acerca de las libertades femeninas (en Irán), aunque no hay aquí siquiera un plano que recuerde en este caso a la maravillosa película de Jafar Panahi. Es cierto, el elenco juvenil se destaca por su hermosura y simpatía, y bien podrían ser modelos teen para un comercial de alguna marca global de indumentaria.

A este film (al que se lo ha comparado con Las vírgenes suicidas, de Sofía Coppola, un error de lectura importante, como si los films de Bresson y Besson sobre Juana de Arco fueran conmensurables por tener una misma protagonista) le corresponde ser analizado sin ninguna caridad interpretativa. Detrás de las buenas causas que ilustra se divisan los peores prejuicios eurocéntricos, tanto en su calculada ideología de denuncia como en su estética académica de cine de arte global que circula por todos lados y que el festival de Cannes suele canonizar. La libertad y el cine están en otra parte.

Esta crítica fue publicada en otra versión por el diario La voz del interior en el mes de enero 2016

Roger Koza / Copyleft 2016