MOSTRA DE CINEMA DE TIRADENTES 2020 (01): LA IMAGINACIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS

MOSTRA DE CINEMA DE TIRADENTES 2020 (01): LA IMAGINACIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS

por - Festivales
27 Ene, 2020 10:01 | comentarios
Hay muy pocos festivales en el mundo como el que se celebra en la pequeña ciudad de Tiradentes. A continuación, se conjetura sobre algunas de las razones.

 “E de repente a gente poderá”, entona Gilberto Gil en una canción repleta de purpurinas que encendió la ceremonia de apertura. El festival de cine brasileño que desde 1998 inaugura el calendario audiovisual del país y constituye el evento más destacado para conocer, debatir, recorrer diferentes vertientes creativas capaces de dislocar los marcos de representación convencionales y expandir los horizontes simbólicos y políticos del cine contemporáneo se desarrolla del 24 de enero al 1° de febrero en un centro histórico aconchegante, donde se concentra gran parte del patrimonio barroco de Minas Gerais. La 23ª Mostra de Cinema de Tiradentes reúne 113 pre-estrenos mundiales y nacionales que provienen de 17 estados. La edición de 2020 se titula “A Imaginação como Potência”: en efecto, esta definición temática es a la vez una celebración y un manifiesto de la cultura, del arte, del cine. Un destello en medio de la oscuridad.

La programación expone un compromiso ético y estético con el presente a partir de una visión amplia de la historia; procura, así, trazar nuevas derivas para intervenir en el campo simbólico creando fisuras en los patrones normativos. Este proyecto ambicioso, atractivo y esperanzador se plasma en las distintas secciones que organizan las proyecciones acompañadas por sus equipos de realización, así como en los 39 debates con profesionales del ámbito académico-universitario y de la crítica que desde temprano adquieren un lugar destacado en la grilla, a la par de instalaciones, presentaciones de libros, performances, recitales que reverberan hasta entrada la noche. En este sentido, los encuentros brindan tiempo a la reflexión, hacen foco en el pensamiento, en la discusión, en el diálogo, en las posibilidades que el cine ofrece, en suma, para la formación. La apuesta a la imaginación como potencia, justamente, no intenta dar respuestas realistas a la urgencia de los problemas políticos, económicos y sociales que marcan la agenda de actualidades, sino que aspiran a reinventar formas, ideas y sensibilidades. Abrir una caja de resonancias inauditas.

 “Não se impaciente. O que a gente sente, sente”. La perspectiva curatorial, a cargo de Francis Vogner dos Reis, Camila Vieira, Lila Foster, Pedro Maciel Guimarães y Tatiana Carvalho Costa, se despliega con claridad a través de la programación, en textos iluminadores incluidos en el catálogo y en una mesa especialmente dedicada a cuestionar ciertas derivas del cine brasileño que, según los criterios de la curadoría, descansa en una hipertrofia del presente. En cambio, imaginar el cine como una zona de batalla conlleva la necesidad de incomodar y salir de las áreas de confort (físicas, materiales, retóricas, ideológicas) que rápidamente alcanzan a las películas y al público, pues cualquier forma de resistencia corre el riesgo de ser burocratizada, desactivada, neutralizada. Tal como escribe la pesquisadora, transfeminista y escritora Helena Vieira, “nossas forças de esquerda arrastram os cadáveres da repetição”.

En un contexto signado por la destrucción sistemática del patrimonio cultural y educativo perpetrada por los acérrimos enemigos de la imaginación que gobiernan Brasil desde el golpe a Dilma Rousseff en 2016 y por la avanzada neoliberal del mercado audiovisual, uno de los principales desafíos consiste en expandir y ampliar las miradas. En esta línea, la (auto)crítica continua parece impregnar el singular dinamismo de este festival: cuatro años atrás, sólo había curadores (varones); en 2016, se incorporó Lila al staff y, hoy por hoy, tres de cinco son curadoras. “Estábamos anestesiados en nuestras certezas y, por eso, la composición del grupo no era un punto de discusión. Pero el cine enseña a no quedarse parado en un lugar común, a estar siempre reinventándose”, afirmó Pedro respecto de los factores que ponen en movimiento la programación, evidentemente permeable a las demandas feministas, LGBT, afro e indígenas.

 “Com a sensação do brilho de repente a gente brilhará”. Vale la pena anotar algunas de las decisiones en favor del aquilombamento que registra la grilla: el 70% de los films tienen personas negras en la dirección; se privilegian las realizaciones colectivas y las narrativas que toman distancia de una serie de obras harto centradas en contar historias de vida individuales (muchas veces con ribetes individualistas) o vínculos convencionales (tal como ocurre con esa especie de subgénero basado en personas más o menos apáticas que transcurren sus chatos días puertas adentro). En lugar de volver sobre personajes solitarios, solos, tristes, infundidos de aires melancólicos, abandonados a circunstancias ruinosas, rumiando palabras desgastadas, la Muestra de Tiradentes ofrece otros ejercicios para la imaginación. Una tentativa de transfiguración radical tramada con imágenes, sonidos, palabras, deseos.

 “O afeto é fogo

E o modo do fogo é quente

E de repente a gente queimará

Fue precisamente el actor Antõnio Pitanga, ícono de la revolución del cine brasileño en los sesenta, homenajeado por Tiradentes con el “Troféu Barroco” junto a su hija Camila, una actriz también muy prolífica, quien al subir al escenario defendió con fervor que la memoria histórica permite enfrentar las catástrofes del presente sin resignación, con la vista hacia adelante, como si el pasado se viera por el espejo retrovisor. Es así que, durante esta semana, Tiradentes quiere trocarse en un lugar donde otras cosmogonías, otros cuerpos, otros amores, otras razones, otros universos afectivos puedan alzar la mirada para olhar as estrelas.

Julia Kratje / Copyleft 2020