MES FICUNAM 2012 (06): OBSERVAR, MONTAR Y CONTAR

MES FICUNAM 2012 (06): OBSERVAR, MONTAR Y CONTAR

por - Críticas, Festivales
07 Feb, 2012 06:39 | Sin comentarios

Por Roger Koza 

BACHELOR MOUNTAIN, YU GUANGYI, CHINA, 2011

En “Dar testimonio”, el capítulo introductorio de La generación urbana, libro colectivo que intenta esclarecer el cine de la Sexta Generación, Zhang Zhen propone dos términos que articulan la política y la poética de los nuevos cineastas chinos: zhuanxing (“transformación”) y xianchang (“en la escena”). El primer concepto denota las mutaciones económicas, sociales, incluso geológicas que experimenta en el siglo XXI el pueblo chino. El segundo término propone explicar un método de puesta en escena. Se trata de capturar los procesos dados en el presente a través de una práctica cinematográfica que trasciende la división canónica entre documental y ficción, o entre cine profesional y amateur. En este procedimiento formal se incluye a la gente común como protagonistas, es decir, se recupera su derecho a producir imágenes que den cuenta de sus vidas. La tercera película de Yu transcurre en la zona montañosa de Changbai, en la provincia norteña de Heilongjiang. Su protagonista es San Liangzi, un leñador solitario, que además de cortar leña trabaja en todo lo que puede. Sobrevivir aquí es una tarea full time. La única promesa que excede a la inclemencia del tiempo y a la precariedad económica pasa por conquistar a Wei Meizi, una mujer de 29 años, 16 años más joven que él. Su enamoramiento es férreo, pues lleva diez años intentándolo y muy pocas señales positivas vienen de la elegida, una de las pocas mujeres que todavía permanecen en la zona, ya que la mayoría migra a las grandes ciudades. San hace lo imposible por doblegar su indiferencia: la ayuda en su nuevo emprendimiento ecoturístico, serrucha troncos, prepara el fuego. No está dispuesto a ceder ni a satisfacer sus deseos más primarios con prostitutas, menos aún a comprar una esposa (oriunda de Corea del Norte), como muchos otros hombres, que sospechan que Wie puede ser lesbiana. Yu se encuentra con una “ficción” en el corazón de un registro documental, y sin abandonarla la vincula con un contexto mayor. Es evidente que un sistema económico expulsa a los aldeanos hacia las ciudades, que, si bien permanecen en un total fuera de campo, constituyen la fuerza de atracción irresistible que deja sin mujeres a los hombres del pueblo. Este drama doméstico y macroeconómico, cuidadoso en su registro y en sus tiempos de montaje, es un prodigioso retrato de la soledad de los hombres. Ver a San caminar iluminado por una linterna o antes de conciliar el sueño devela el desamparo infinito en el que vive una gran mayoría silenciosa.

LUNG NEAV VISITS HIS NEIGHBOURS, RIRKRIT TIRAVANJIA, TAILANDIA-MÉXICO, 2011

El debut del reconocido artista Rirkirt Tiravanjia opta por un camino menos complejo y conceptual que el de sus instalaciones e intenta radicalizar el poder del registro cinematográfico sin por esto dejar de lado su concepto central de “estética relacional”; basta observar a Lung Neav, el singular protagonista de 60 años de este documental observacional heterodoxo, paseando al inicio del film por un mercado y luego ofrendando su único alimento a unos monjes budistas, para anticipar una clave de lectura de todo lo que se verá: lo que importa aquí es el espacio que existe entre Lung Neav y sus vecinos, principio filosófico que el film acatará a propósito de su sintaxis formal. En esta película nómade y errabunda las acciones mínimas de Lung sirven para espiar un estilo de vida que se anuncia en peligro: “los días están contados”. El viejo campesino retirado, acostumbrado antaño a trabajar en la cosecha de arroz, visita amigos, recoge frutos, camina de un lado al otro, pesca, cocina, se baña en los ríos y escucha música, mientras la cámara solamente funciona como un testigo de una existencia que jamás parece sortear su radical inmanencia. No hay ni música ni un discurso que intenten trascender los actos cotidianos, filmados con paciencia y una concentración cuidadosa en los detalles. La búsqueda sensible por encuadrar las largas caminatas de Lung es ostensible, y los planos generales de la selva tailandesa no renuncian a seducir la mirada, subyugada por la luminosidad y la frondosidad del mundo visible, aunque el mayor atractivo de la película muchas veces pasa por los sonidos del ambiente, acaso el gran protagonista del film. La interacción verbal entre los personajes suele ser capturada en planos medios fijos, y rara vez el contenido de los diálogos transmite urgencia y conflicto (la política contemporánea tailandesa reside casi en un total fuera de campo, y su omisión es notable y autoconsciente), excepto cuando un monje budista y Lung Neav hablan con cierta indignación sobre la revancha de la naturaleza y su castigo lógico hacia los mortales, la deforestación irracional, las sequías y la codependencia no del todo perceptible pero indudable entre sus economías y el ecosistema en el que viven, que experimenta un cambio irreversible. El paraíso de Lung y su serenidad, vistos acríticamente, pueden resultar deseables, pero el plano final insinúa una ligera sospecha sobre la armonía deseada y una duda sobre la libertad de su protagonista.

Las películas pertenecen a la secciones Cámara Lúcida y Trazos.

La crítica de Bachelor Mountain ha sido publicadas por Ficunam 2012 (catálogo)

 Roger Koza / Copyleft 2012