LOS OLVIDADOS. RAPSODIA HÚNGARA: ZOLTÁN FÁBRI

LOS OLVIDADOS. RAPSODIA HÚNGARA: ZOLTÁN FÁBRI

por - Columnas
01 Jul, 2021 10:34 | comentarios
A pesar de que podría ser considerado el padre del cine húngaro moderno es probable que, fuera de su país, no sean muchos los críticos y cinéfilos que hoy recuerden a Zoltán Fábri.

Zoltán Fábri nació en Budapest en 1917 y siendo muy joven estudió pintura y decoración de sets en la Facultad de Bellas Artes de su ciudad natal y sus primeros trabajos fueron como director de obras de teatro. Prisionero durante la Segunda Guerra (un hecho que se refleja en varias de sus películas), a su regreso de la contienda se interesó en el cine, siendo su debut como director en 1951, desarrollando a lo largo de algo más de tres décadas una obra que tuvo reconocimiento en su país y en el exterior, con varios títulos recordables, siendo dos de sus películas, Los muchachos de la calle Paul Húngaros, nominadas al Oscar como mejor film extranjeras. Zolda también ganó algunos premios en festivales. Retirado de la pantalla en 1983, en sus últimos años se dedicó a la docencia. Si bien su obra fue menos cuestionada por la censura que, vg, la de Miklós Jancsó, nunca abandonó una perspectiva crítica sobre la realidad de su país. Zoltán Fabri falleció de un ataque al corazón en Budapest en 1994. 

Así como hay directores húngaros que han trascendido las fronteras de su país, tal el caso del mencionado Miklós Jancsó, Istvan  Szabó con sus producciones internacionales y, en los últimos años, Béla Tarr, no ha ocurrido lo mismo con Fábri, a pesar de que, como señalamos, se lo puede considerar el fundador del cine húngaro moderno. De hecho, en nuestro país, hasta donde recuerdo, se estrenó una sola de sus películas, Un match en el infierno, aunque no descarto que algunos(s) de sus primeros trabajos también hayan llegado a nuestras pantallas. Cineasta al que se podría encuadrar dentro de los narradores clásicos, aunque algunas de sus películas incorporan algunos elemento alejados de esas características (y mucho más del llamado “realismo socialista”) y poco propenso a los finales felices y edulcorados, se podría decir que el verdadero protagonista de sus películas es su Hungría natal. 

Fábri se inspiró generalmente en obras literarias para sus films, participando en los guiones de ellos, muchas veces, enriqueciéndolos y también tuvo colaboradores en varias de sus películas como el iluminador György Illés, el guionista Peter Bacsó y la actriz Mari Toröcsik. De acuerdo a lo señalado, en su obra hay films ambientados durante la dictadura fascista de Horty, varios que transcurren durante la Segunda Guerra y la ocupación nazi y hay otros cuya acción se desarrolla en los años posteriores a la contienda. En todos ellos, en menor o mayor grado, hay una mirada crítica y poco complaciente sobre la conducta de muchos de sus compatriotas durante los años de ocupación, donde, si bien se valora el heroísmo y la solidaridad, también se describen comportamientos mezquinos y poco edificantes. Y en sus films de la posguerra se puede visualizar la misma fórmula respecto a diversos hechos ocurridos durante el gobierno estalinista de Imre Nagy. Lo cierto es que varias de sus películas son obras valiosas y recordables que testimonian diversos períodos de la historia húngara. Algunas de esos títulos son los que recomendaremos a continuación.

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CARROUSEL (Korintha, 1955) está ambientada en un pequeño pueblo rural en el que impera una sociedad patriarcal, y donde una muchacha, obligada por su padre a casarse con un hombre al que no quiere, se rebela junto con su amor verdadero, enfrentando al clan familiar. Interesante film en el que el director, deslumbrado por la belleza de una joven Mari Toröcsik, le dedica numerosos primeros planos. (Fotograma de encabezado)

PROFESOR ANÍBAL ( Hannibál tawál úr, 1956) ubica la acción en la década del 30, en plena dictadura fascista, donde a un profesor tímido y apocado le encargan un ensayo sobre el guerrero Aníbal, siendo cuestionados por la censura los resultados de su trabajo. Un film que comienza en un tono cercano a la farsa y va derivando progresivamente hacia una amarga tragicomedia.

DULCE ANA (Edes Anna, 1957) está centrada en una muchacha de provincia -otra vez la bella Mari Toröcsik- que llega como criada de una familia burguesa anticomunista siendo sometida principalmente por la dueña de casa a toda clase de humillaciones y vejaciones. El progresivo deterioro moral y mental de la muchacha termina desencadenando su rebeldía y la toma de una drástica decisión.

EL BRUTO (Dúvad, 1959) transcurre nuevamente en un poblado rural en el que un hombre tosco y brutal se dedica a violar a las muchachas que toma como empleadas para luego despedirlas, hasta que en una de ellas se produce una inesperada reacción. Potente alegato contra el machismo y una atractiva película con claros ecos del neorrealismo.

UN MATCH EN EL INFIERNO (Két félido pokolvan, 1961). En un campo de concentración en Hungría, los jefes del lugar, para festejar el cumpleaños de Hitler –y aprovechando la presencia de un futbolista profesional entre los prisioneros- le encomiendan que organice un equipo para enfrenta a jugadores alemanes. El triunfo de los jugadores húngaros desencadena  un trágico final.

VEINTE HORAS (Húsz óra, 1964). Un periodista investiga un asesinato ocurrido años ante (en 1956, durante la rebelión popular contra el gobierno) en un film .que, a través de diversos flashbacks, recoge, a la manera de Rashomon, distintas versiones del hecho que ponen al descubierto  venganzas personales y también grandezas y miserias de los personajes involucrados en el suceso.

LOS CHICOS DE LA CALLE PAUL (A pál-utcao-fiúk) fue nominada al Oscar a la mejor película extranjera aunque no está, en mi opinión, entre las mejores obras de Fábri. El film describe el enfrentamiento entre dos pandillas de adolescentes de un barrio y si bien la estructura del film tiene muchos pasajes de comediase va progresivamente oscureciendo hasta llega a un final bastante desolador.

LA FAMILIA TOTH (Isten hozta ornagy úr, 1969) está ambientado durante la ocupación nazi y narra la llegada de vacaciones a la casa de una familia trabajadora, del jefe de su hijo que se encuentra en el frente de batalla. Con varios momentos de comedia absurda, el film describe los sometimientos y humillaciones que sufre la familia ante un personaje paranoico y autoritario, hasta desemboca en un final con elementos de horro gótico.

EL HORMIGUERO (Hangiabody, 1971) transcurre a principios del siglo XX en un convento en el que, ante la enfermedad y muerte de la Madre Superiora, las monjas jóvenes impulsan reforma dentro de un clima opresivo y asfixiante en el que el director incluye el tema del lesbianismo. El triunfo de la línea tradicional y la derrota de las reformistas puede leerse claramente como una referencia a sucesos ocurridos en Hungría.

EL QUINTO SELLO (Al otödík pecsét, 1976) es otro film que se desarrolla en los años de la ocupación nazi y en el que cuatro amigos con diferentes oficios se reúnen en una taberna a discutir diversos temas hasta que una noche son detenidos y sometidos a todo tipo de torturas. Un film con un tramo final de gran intensidad dramática, en el que Fábri, una vez más, desmenuza el comportamiento de sus compatriotas en esos duros años.

HÚNGAROS (Magyarok, 1978) está centrado en un grupo de campesinos empobrecidos que, en los años de la guerra, son llevados a trabajar en una granja en el norte de Alemania. Lo que en un principio parece una existencia relativamente normal pronto se ve trastornada por la construcción de un campo de concentración frente a la granja, lo que les provoca deseos de regresar a sus hogares donde su destino no será el que esperaban.

Jorge García / Copyleft 2021