LOS OFICIOS (02): NATALIA TACCETTA Y MARIANO VELIZ, EDITORES

LOS OFICIOS (02): NATALIA TACCETTA Y MARIANO VELIZ, EDITORES

por - Entrevistas
01 Jun, 2021 08:10 | comentarios
Es el turno de los libros de cine y de estos ligados a la academia. Dos destacados editores hablan sobre su trabajo.

Además de ejercer la docencia y la investigación en diferentes universidades del país, Natalia Taccetta y Mariano Veliz[1]dirigen la colección “Imagen e Historia” de la editorial Prometeo. En el oficio de editar, traducir, publicar; en un sentido amplio: comunicar formas de ver el cine sin restringirse a un determinado territorio, ni a un anclaje temporal, ni a una lengua, ni a un estilo cinematográfico, reverbera su pasión por la lectura, por la escritura, por la formación, así como su amor a los libros sobre teoría fílmica desde perspectivas críticas en torno a la imagen.

Una línea −sin dudas, central− de esta colección está dedicada a pensar los dilemas de la representación de la violencia a partir de reflexiones sobre la memoria y el archivo: Noche y niebla. Un film en la historia y El camino de las imágenes. Cuatro historias de rodaje en la primavera-verano de 1944, de Sylvie Lindeperg, traducido por Natalia Taccetta; Miradas criminales, ojos de víctima. Imágenes de la aflicción en Camboya, de Vicente Sánchez Biosca; Historia, modernidad y cine. Una aproximación desde la perspectiva de Walter Benjamin, de Natalia Taccetta; La comunidad en montaje. Imaginación política y postdictadura, de Luis Ignacio García; Una ética de la mirada. El cine frente a la catástrofe, de Sylvie Rollet, que indaga obras de Alain Resnais y de Rithy Panh; Cines latinoamericanos y transición democrática, compilado por Mariano Veliz; y próximamente saldrán Marcos familiares. Fotografía, narrativa y posmemoria, el libro de Marianne Hirsch muy transitado desde hace décadas en su versión original en los estudios de memoria, y Rostros. Shoah, el film de Claude Lanzmann, una investigación inmensa de Aline Alterman. 

Otra serie pone en foco la relación −problemática, opaca− entre el cine y el mundo visible: modos de ver, cegueras, regímenes de imágenes, condiciones materiales e ideológicas de producción, de distribución y de recepción son abordados en los dos volúmenes de Cuerpo y cuadro (La máquina-cine y la obstrucción de lo visible y Frustración y liberación y la necesidad de la crítica), de Jean-Louis Comolli y en El hombre de vidrio, Jean-Louis Déotte, que retoma planteos de la estética benjaminiana.

Figuraciones de la otredad en el cine contemporáneo, el reciente libro de Mariano Veliz, también se alimenta de una perspectiva crítica en torno a las modalidades de representación desplegadas en “el complejo vínculo entre lo Otro y lo Mismo”, desde una mirada sobre el cine gótico. Este libro dialoga con los anteriores y funciona, a la vez (aunque se haya publicado a posteriori), como enlace con otros tres: La experiencia del cine de Lucrecia Martel. Residuos del tiempo y sonidos a orillas de la pileta, de Natalia Christofoletti Barrenha; Afectos, historia y cultura visual. Una aproximación indisciplinada, compilado por Irene Depetris Chauvin y Natalia Taccetta; y El cine documental. Una encrucijada estética y política. Inquisiciones contemporáneas al sistema audiovisual, a cargo de Javier Campo, Tomás Crowder-Taraborrelli, Clara Garavelli, Pablo Piedras y Kristi Wilson.

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Julia Kratje: ¿Por qué “Imagen e Historia” y no, por ejemplo, “Cine e Historia”? La colección que ustedes llevan adelante, que se va acercando a los 20 títulos, toma partido −ético y estético− desde el inicio del proyecto editorial. 

Natalia Taccetta: En principio, podríamos decir que el proyecto piensa ese vínculo, el que se establece entre la Historia y las imágenes, no sólo las cinematográficas. Si bien el cine ocupa un lugar muy relevante, no pensamos que la colección sea específicamente una colección de libros de cine. El cine aparece, en todo caso, tensionado por las problemáticas generales de las figuraciones de lo histórico e incluso por cuestiones propias de la escritura y la representación historiográficas. En ese sentido, preferimos sostener una concepción amplia de las imágenes, que basculan del cine a la fotografía, de las artes plásticas al diseño. 

Mariano Veliz: Sí, podemos afirmar que nos guía una posición muy contundente desde la ética y la estética, aunque pueda sonar un poco pretencioso. Creemos que hay ciertos estudios sobre la imagen que la abordan desde perspectivas teóricas que nos resultan fundamentales. Ciertas aproximaciones acerca de la representación del horror, el trabajo sobre el archivo, la concepción del cine como dispositivo histórico, etcétera. Ahí está concentrada la mayor parte de nuestra atención en el armado de la colección, si bien nos permitimos introducir determinados giros y no queremos generar un espacio cerrado o dogmático al respecto. 

JK: ¿Cuándo surgió esta colección? ¿Cómo se vincula con sus trayectos académicos?

MV: El proyecto de la colección surgió durante una entrevista con Sylvie Lindeperg. Nosotrxs conocíamos su trabajo sobre Noche y niebla y aprovechamos un viaje a París para entrevistarla. Durante la conversación, que nos resultó deslumbrante por la profundidad de su concepción sobre el cine y por el trabajo erudito con el archivo, pero también por la pasión con la que se refería a sus investigaciones en curso, pensamos que sus estudios podían constituir un aporte muy valioso para nuestras propias investigaciones y que era realmente una lástima que sus libros no circularan en nuestro idioma. Creo que hasta ese momento sólo había publicado un artículo en Archivos de la Filmoteca cuando la dirigía Vicente Sánchez-Biosca. A partir de ahí nació la idea de proponer una colección que se dedicara a explorar estas cuestiones. En ese mismo viaje conocimos a Sánchez-Biosca y a Jean-Louis Comolli, dos autores que habíamos leído y estudiado con mucha admiración, y pensamos que se podía empezar a organizar un proyecto a partir de allí. Así, surgió la posibilidad de traducir Cuerpo y cuadro de Comolli y de ofrecerle un espacio a Sánchez Biosca para publicar una investigación extraordinaria que estaba haciendo sobre las imágenes en torno a la dictadura de los Jemeres Rojos en Camboya. Desde su origen, la colección tuvo una línea de preocupaciones muy clara. Afortunadamente, en la editorial Prometeo se mostraron entusiasmados con el proyecto y se convirtió en un espacio muy importante para nuestra actividad. 

NT: En un primer momento, la colección apuntaba a traducir autorxs exranjerxs. Algunxs conocidxs por libros previos (Déotte, Comolli) y otrxs que se publicaban en nuestro idioma por primera vez (Lindeperg, Sylvie Rollet, Aline Alterman). En un segundo momento, y debido a la circulación que tuvieron los primeros libros, distintxs investigadorxs empezaron a pensar que la colección podía cobijar también sus trabajos. Así, a la primera instancia de traducción (todavía en curso, dado que están por aparecer los libros de Marianne Hirsch y Aline Alterman, entre otrxs), siguió esta apertura a la producción académica local sobre imágenes. Si bien en estos años de crisis tan notoria de la industria editorial no podemos publicar todo lo que quisiéramos, sí sentimos que la colección puede albergar algunos libros de autorxs latinoamericanxs. Los libros Natalia Christofoletti Barrenha, Luis García, Pablo Piedras, las compilaciones ya publicadas y los libros que están en preparación de Mario Cámara, Clara Kriger, David Oubiña e Iván Pinto constituyen aportes notables para el campo de estudios académicos sobre la imagen en América Latina. Nos gusta ser depositarixs de esa confianza por parte de lxs autorxs y poder armar un espacio para ayudar a difundir esta producción.

El proyecto se entronca muy fuertemente con nuestras trayectorias académicas. En mi caso, habiendo intentado siempre combinar la omnipresencia del cine con la filosofía de la historia, la colección permite abrirnos a otrxs autorxs al tiempo que ir armando un corpus sobre todo lo que nos interesa: cine, filosofía, archivo, teoría de la imagen, historia contemporánea. 

MV: Por mi parte, podría decir que la idea de poner al cine, y a la imagen en general, en el marco de discusiones más amplias que las que parecen definirla en alguna forma de esencialismo, siempre me resultó atractiva. En este sentido, creo que la colección se abre a debates que me resultan significativos para mi propia producción: el interés compartido por el archivo, la posibilidad de pensar vínculos no literales entre el cine y el discurso historiográfico, las discusiones en torno a la representación del horror, entre tantas otras. 

JK: El recorrido a través de los títulos de los libros y de los nombres de las y los autores permite apreciar el predominio de enfoques franceses o de discusiones teóricas que se podrían inscribir en lo que Martin Jay, en Ojos abatidos, denomina “la denigración de la visión en el pensamiento francés del siglo XX”, para referirse a un corpus teórico que pone el ocularcentrismo bajo sospecha. Quisiera preguntarles por las razones que motivan esa selección, también ligada a una manera de pensar el problema de la estética con respecto a la reconstrucción histórica de acontecimientos traumáticos desde las antípodas de los modos historiográficos convencionales de representación.

MV: En el caso de la colección, es verdad que se privilegia la publicación de autorxs de la academia francesa. Esto se debe a que en gran medida estamos formadxs en esa tradición teórica, pero también a la proliferación de autorxs que piensan, allí, los problemas que nos interesan. Diría que no es casual, en relación con tu referencia al libro de Jay, que Comolli haya ocupado un lugar tan destacado en el comienzo de la colección. Creo que es unx de lxs autorxs que con mayor profundidad abordó en las últimas décadas el problema de los regímenes escópicos contemporáneos. A partir de allí, podríamos pensar en la necesidad de revisar ciertas asunciones sobre lo visible y la visibilidad muy arraigadas no sólo en los estudios sobre cine, sino también en otras disciplinas (en un abanico que se extiende desde la filosofía a la política). Creo que disciplinas que parecen alejadas de las preocupaciones por la imagen podrían encontrar un estímulo significativo en estos libros. 

NT: En cuanto a la preocupación sobre los modos de abordar episodios históricos vinculados con lo traumático, creemos que en la colección se da lugar a trabajos que aportan un giro interesante. Los libros de Lindeperg, Sánchez-Biosca y Rollet se aproximan a esta problemática, que parece en ocasiones ya muy transitada, con perspectivas novedosas que configuran problemas nuevos en películas o imágenes muchas veces conocidas. Creemos que ahí se evidencia el valor de una mirada crítica, y un posicionamiento teórico, que se atreve a desafiar formas muy anquilosadas de pensar el vínculo de la imagen de y con la Historia. 

JK: Además de dirigir esta colección, encabezan el staff de revistas digitales dedicadas al cine latinoamericano y a la filosofía, que se originan en grupos de investigación de la Universidad de Buenos Aires. ¿Cómo conciben la articulación entre estas diferentes facetas del campo intelectual, académico, y del mundo editorial? ¿Qué públicos y qué desafíos se delinean en torno a la división de soportes: papel para los libros, sitios web para las revistas? ¿Cómo ven los alcances de la teoría, de la crítica, de los estudios sobre cine en relación con las diversas instancias de circulación de la palabra y de la escritura sobre cine?

MV: Por mi parte, la gestación de En la otra isla, de la que fuiste parte, Julia, surgió de un deseo que se articula con el proyecto editorial: la voluntad de abrir un espacio en el que se discutan las producciones académicas sobre el audiovisual latinoamericano. Si bien afortunadamente tanto en Argentina como en el resto de América Latina hay revistas notables sobre cine, nos parecía, a lxs miembros del grupo de investigación en el que nació la revista, que podía ser interesante sumar un ámbito abocado a pensar, específicamente, el cine de nuestra región. La revista nace así de un impulso fuertemente latinoamericanista. Al mismo tiempo, surge del interés en tender puentes, en fomentar la aparición de cruces con campos de estudio con los que no estamos habitualmente tan conectadxs. 

El proyecto de la revista es en un aspecto más restringido que el de la colección, porque llega a un público más acotado, mayoritariamente investigadorxs en torno al audiovisual, pero también es más amplio, porque permite publicar la producción de una cantidad de investigadorxs que muchas veces no circulan por las revistas locales. La construcción de esa red de investigadorxs, pero también de instituciones dedicadas a estos estudios, nos resultó muy fructífera hasta ahora. Creo que para una publicación reciente como En la otra isla todavía es poco el tiempo para evaluar su alcance. La amplitud de la llegada dependerá también de la conservación en el tiempo. Los estudios sobre audiovisual están experimentando un crecimiento notorio en los últimos años. Se presentan una cantidad importante de producciones sobre el audiovisual, tanto en las tesis de postgrado dedicadas a estas problemáticas, como en congresos, revistas y libros. Me parece que es fundamental que surjan cada vez más espacios de difusión para que estas producciones, que son muchas veces de un gran valor académico, puedan circular y pueda generarse un campo de estudios realmente amplio, plural, del que participen muchas voces con intereses e inquietudes heterogéneas. 

JK: ¿Cómo han venido atravesando (con) los proyectos en curso esta pandemia? ¿Cuáles son los libros de la colección “Imagen e Historia”, de la editorial Prometeo, por venir?

NT: La pandemia, sumada a la crisis arrastrada de los años previos, provocó una reducción muy fuerte del mercado editorial. A pesar de esto, la colección sigue funcionando como espacio de difusión y apostamos a su continuidad en el tiempo. Los próximos proyectos son la aparición de Marcos familiares de Marianne Hirsch, Rostros de Aline Alterman, El archivo como gesto de Mario Cámara, Cine y peronismo II de Clara Kriger. Y más adelante nuevos libros de David Oubiña e Iván Pinto. Creo que con casi veinte títulos la colección empieza a tomar no sólo una forma interesante sino también un rumbo, una proyección a futuro que nos alegra profundamente. 


[1] Natalia Taccetta es licenciada y profesora de Filosofía por la Universidad de Buenos Aires, magister en Sociología de la Cultura por la Universidad Nacional de San Martín y doctora en Ciencias Sociales por la UBA y por la Universidad de París VIII. Es Investigadora Adjunta del CONICET, y se desempeña como docente e investigadora en la Universidad Nacional de las Artes y en la UBA.

Mariano Veliz es licenciado en Artes Combinadas, magister en Análisis del Discurso y doctor en Historia y Teoría de las Artes por la Universidad de Buenos Aires. Es Investigador y docente en la Universidad Nacional de las Artes y en la UBA. 

*El fotograma del encabezado pertenece a Noche y niebla.

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