LAS PELÍCULAS SECRETAS (20)

LAS PELÍCULAS SECRETAS (20)

por - Críticas, Las películas secretas
16 Ago, 2013 01:46 | comentarios

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Guanggun /Bachelor Mountain, Yu Guangyi, China, 2011

Por Roger Koza

En “Dar testimonio”, el capítulo introductorio de La generación urbana, libro colectivo que intenta esclarecer el cine de la Sexta Generación, Zhang Zhen propone dos términos que articulan la política y la poética de los nuevos cineastas chinos: zhuanxing (“transformación”) y xianchang(“en la escena”). El primer concepto denota las mutaciones económicas, sociales, incluso geológicas que experimenta en el siglo XXI el pueblo chino. El segundo término propone explicar un método de puesta en escena. Se trata de capturar los procesos dados en el presente a través de una práctica cinematográfica que trasciende la división canónica entre documental y ficción, o entre cine profesional y amateur. En este procedimiento formal se incluye a la gente común como protagonistas, es decir, se recupera su derecho a producir imágenes que den cuenta de sus vidas. La tercera película de Yu transcurre en la zona montañosa de Changbai, en la provincia norteña de Heilongjiang. Su protagonista es San Liangzi, un leñador solitario, que además de cortar leña trabaja en todo lo que puede. Sobrevivir aquí es una tarea full time. La única promesa que excede a la inclemencia del tiempo y a la precariedad económica pasa por conquistar a Wei Meizi, una mujer de 29 años, 16 años más joven que él. Su enamoramiento es férreo, pues lleva diez años intentándolo y muy pocas señales positivas vienen de la elegida, una de las pocas mujeres que todavía permanecen en la zona, ya que la mayoría migra a las grandes ciudades. San hace lo imposible por doblegar su indiferencia: la ayuda en su nuevo emprendimiento ecoturístico, serrucha troncos, prepara el fuego. No está dispuesto a ceder ni a satisfacer sus deseos más primarios con prostitutas, menos aún a comprar una esposa (oriunda de Corea del Norte), como muchos otros hombres, que sospechan que Wie puede ser lesbiana. Yu se encuentra con una “ficción” en el corazón de un registro documental, y sin abandonarla la vincula con un contexto mayor. Es evidente que un sistema económico expulsa a los aldeanos hacia las ciudades, que, si bien permanecen en un total fuera de campo, constituyen la fuerza de atracción irresistible que deja sin mujeres a los hombres del pueblo. Este drama doméstico y macroeconómico, cuidadoso en su registro y en sus tiempos de montaje, es un prodigioso retrato de la soledad de los hombres. Ver a San caminar iluminado por una linterna o antes de conciliar el sueño devela el desamparo infinito en el que vive una gran mayoría silenciosa.

Roger Koza / Copyleft 2013