LA PROPUESTA

LA PROPUESTA

por - Críticas
07 Jul, 2009 12:29 | comentarios

**** Obra maestra  ***hay que verla  ** Válida de ver  * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor

Por Roger Alan Koza

ARRODÍLLATE Y ÁMAME

La propuesta / The Propousal, EE.UU., 2009.

Dirigida por Anne Fletcher. Escrita por Peter Chiarelli.

* Tiene un rasgo redimible

Una comedia romántica más, cuyos guiños a la década del ’30 de la edad dorada de Hollywood es simplemente una apariencia con sorpresas más que objetables.   

Hubo un tiempo en el que Hollywood supo ser civilizado. Sus películas entretenían y edificaban; los espectadores no solamente reían de los gags y los disparates diversos propuestos como materia humorística, sino que la risa no estaba divorciada del pensamiento. Títulos como Luna nueva, La pícara verdad, Historia de Filadelfia formaban parte de un linaje de comedias en donde la inteligencia del discurso era cortejada por la elegancia de la puesta en escena.

La propuesta remite endeblemente a esa edad dorada, a ese género impreciso pero verificable llamado “screwball comedy”, también conocido como comedia de enredos matrimoniales. Esencialmente, un hombre y una mujer deben sortear algunos obstáculos para constituir una pareja o para volver a vivir en pareja.

En el filme de Anne Fletcher, Margaret (S. Bullock), editora de una poderosa empresa de publicaciones literarias, y Andrew (Ryan Reynolds), su asistente personal, habrán de casarse por conveniencia. Tienen una agenda precisa: ella, no ser deportada a Canadá, pues un error con su visa pone en riesgo su permanencia en EE.UU.; él, conseguir un ascenso en su carrera como editor. Debido a que la abuela de Andrew está por cumplir 90 años, él pretende viajar a Alaska, en donde vive toda su familia. Margaret lo va a acompañar; será su presentación en sociedad, un pretexto para alivianar las sospechas que un agente del gobierno tiene sobre la futura unión marital. Lógicamente, la obligada convivencia traerá sorpresas.

La propuesta no se luce por sus diálogos, ni por su concepción estilística. Fletcher es afortunada: su pareja protagónica funciona bien, y la profesionalidad de los actores secundarios compensa la chatura de una puesta en escena paupérrima y un guión pletórico de lugares comunes, no exento de un difuso machismo que amenaza desde un principio.

En un pasaje inicial Andrew obliga a Margaret a que se arrodille en la calle para pedirle matrimonio. Lo último que se escucha es el grito de un compañero de trabajo sugiriendo la supremacía de Andrew, su poder sobre la hembra. A diferencia del secreto feminismo de las screwball comedies, en donde la mujer nivelaba y legitimaba su lugar en el mundo y en la discusión se clarificaba la subjetividad femenina y masculina, La propuesta es taimadamente condescendiente con sus personajes femeninos. La independencia y el poder de Margaret es la pantomima que camufla a un ser frágil, que ni siquiera sabe nadar. Fletcher, consciente o no, sugiere que el sexo débil necesita salvavidas.

Copyleft 2009 / Roger Alan Koza

Esta crítica fue publicada en otra versión por el diario La Voz del Interior en el mes de julio de 2009