LA EDAD DE LA INOCENCIA: UN DIÁLOGO CON ROSENDO RUIZ, DIRECTOR DE TODO EL TIEMPO DEL MUNDO

LA EDAD DE LA INOCENCIA: UN DIÁLOGO CON ROSENDO RUIZ, DIRECTOR DE TODO EL TIEMPO DEL MUNDO

por - Entrevistas
04 Ago, 2015 11:20 | Sin comentarios
vlcsnap-2015-08-05-00h22m12s217

Todo el tiempo del mundo

Por Roger Koza

La nueva película del director de Tres D nace de un taller que Ruiz impartió un año atrás en la escuela Dante Alighieri de Córdoba. El espíritu amateur de la película es ostensible, pero los hilos secretos los manipula un profesional (como el último plano revela perfectamente).

Todo el tiempo del mundo arranca en la cotidianidad de la escuela, y en un principio se insinúa que es el bullying el tema por explorar. Falsa expectativa, pues la película no es otra cosa que un escape a las sierras en búsqueda de una mítica comunidad, un viaje difusamente iniciático para los tres jóvenes protagonistas de quince años.

***

11130134_10206902085217596_6358921757329913653_n

Rosendo Ruiz

RK: Todo el tiempo del mundo es una película atípica tanto para usted como para el contexto del cine argentino de hoy. El film nace de un taller que tuvo lugar en un colegio secundario. A su vez, más allá de las condiciones de producción es evidente que se trata de una película suya. ¿Cómo fue la concepción de este film colectivo y autoral al mismo tiempo?

Rosendo Ruiz: Comencé a juntarme con el grupo de guionistas (7 pibes de 15-16 años) 2 o 3 veces por semana en el colegio Dante Alighieri de la ciudad de Córdoba. Les enseñaba cómo es la estructura básica de una película (actos, giros, conflicto, clímax, desenlace, etc.), mientras les iba pidiendo que trajeran anécdotas, personajes e historias que quisieran contar. La clave –me parece- fue cuando me conecté con mi Rosendo de los 15 años y desde ahí comenzamos a pensar juntos el film que queríamos hacer. El grupo de pibes que se dedicó a esta etapa de la película fue maravilloso; sólo hubo que darles un par de pautas para que empezaran a imaginar y a escribir, de tal manera que mi tarea (la del Rosendo grande) era la de guiarlos por los puntos que el guión debía pasar.

RK: La película empieza en la propia escuela del taller y se desliza que el tema podría ser el bullying. Pero los tres jóvenes protagonistas parten inesperadamente rumbo a un viaje y la película toma un cambio abrupto. ¿Cómo se estructuró el guión y cómo cree usted que se ha “adueñado” de él?

RR: Queríamos filmar un escape; hubo varios chicos que lo propusieron, y como una de las pautas era la de incorporar los espacios que ellos habitaban cotidianamente, empezar la película en el colegio Dante Alighieri nos hacía cumplir con la misma al comienzo para luego liberarnos y meternos en los espacios de las sierras de Córdoba, que también les pertenecían, ya que varios de ellos, e incluso algunos profesores, tenían casas veraniegas en la zona.

vlcsnap-2015-08-05-00h22m54s746

Todo el tiempo del mundo

RK: ¿Cómo trabajaron con los actores?

RR: Se planteó de entrada que todo el casting de la película se completara con alumnos, docentes y no docentes del colegio. Un desafío que le daría un extra de identidad al film. Una vez terminado el guión elaboramos la lista de actores que necesitábamos, repartimos fotocopias por todo el colegio y dedicamos un par de jornadas para hacer pruebas y tomar decisiones. Luego, un exhaustivo trabajo de ensayos y puesta de escena nos ayudaron a ir confiados al rodaje.

RK: En vez de Cosquín, lugar en el que transcurría Tres D, aquí se sustituye esa ciudad serrana por Huerta Grande y Villa Giardino, ambas no muy lejos de la capital del folclore. De pronto usted ha dejado de filmar la ciudad de Córdoba y ha puesto atención en los pueblos serranos. ¿Esta elección es azarosa o responde a cierta inquietud que usted albergaba?

RR: Me interesa filmar mis espacios, darles un valor estético que determine que la película sucede en esos lugares de la tierra y no en otros, y siento que las sierras de Córdoba son “mis” espacios también, tanto como la ciudad capital.

RK: El título del film remite a una forma de percibir el tiempo sin ningún límite. Pero la película pone más atención en una forma de estar y en una imperceptible incertidumbre no verbalizada por los jóvenes pero que a veces asoma como una forma imprecisa de temor. ¿Qué quería explorar esencialmente con estos tres adolescentes?

RR: Con los chicos nos propusimos contar una historia muy concreta y guionada, pero también decidimos estar atentos a qué les (nos) sucedía en esos diez días de convivencia de rodaje que nos esperaban en las sierras. Creo que nos dimos cuenta que detrás de cierta osadía y de ínfulas de “grandes” que los llevaba a tomar decisiones de la realidad (hacer una película, actuar y estar rodeados de un equipo profesional, etc.,) o de la ficción (escaparse en búsqueda de una comunidad ideal, meterse en una casa supuestamente abandonada, etc.,), se ocultaban momentos de una gran timidez y miedos, que les venían de una niñez todavía presente en sus respectivas adolescencias.

vlcsnap-2015-08-05-00h24m54s090

Todo el tiempo del mundo

RK: En Tres D había un misterioso eclipse solar; ahora nos topamos con la existencia de una extraña comunidad utópica. ¿Cómo se le ocurre este tipo de signos e indicios que no marcan estrictamente el relato pero que suma una dosis de extrañeza y misterio?

RR: En Tres D la propuesta vino de Alejandro Cozza (parte del equipo) y la verdad es que me encantó. En esta película lo propuse porque me parece que los “MacGuffin” son un horizonte u objetivo para el guión que funcionan perfectamente como excusa para contar lo que realmente uno quiere contar. En el caso de Tres D tiene un costado algo fantástico que le da una dimensión lúdica que disfruto y expande mi imaginación como espectador.

RK: La sexualidad está en fuera de campo. Se trata de una adolescencia todavía inocente; sin embargo hay un pasaje fugaz en el que se puede entrever una dimensión menos estable de la sexualidad de uno de los personajes. ¿Cómo percibe este tema en el film y cómo fue trabajado?

RR: Cuando propuse que trajeran ideas y personajes, la única que planteaba algo que tenía que ver con la sexualidad era la de una chica del Colegio Monserrat que decidió ser varón. En algunas de las historias se esbozaban inquietudes sexuales que quedaban en el plano de lo insinuado; es por ello que decidimos mostrarlo de esta manera en el film. Me gustan las películas en las que siento que el director muestra las escenas de la manera menos manipulada posible. Esto se puede hacer cuando lo que estás filmando tiene en sí mismo algo mágico, algo con vida propia, a lo cual sólo lo tenés que encuadrar y grabar. Si necesitás de mucho montaje y música para crear “eso”, a lo que llamamos cinematográfico, me parece que es porque no lo tenés.

vlcsnap-2015-08-05-00h23m54s101

Todo el tiempo del mundo

RK: Es muy interesante la forma de apropiación de los espacios tanto cerrados como abiertos que se ven en el film. Hay una forma de filmarlos. Los objetos de la casa tienen una presencia, no conforman un mero mobiliario. La hermosa escena que transcurre en el arroyo y sus inmediaciones, que culmina con la llegada de la noche, aprovecha muy bien la experiencia que a esa edad se puede tener frente a la naturaleza y en la noche. ¿Cómo piensa el espacio en su cine? A través de Tres D se podía ver Cosquín como un todo, y lo mismo sucedía con la ciudad de Córdoba en De Caravana. ¿Es algo intuitivo o existe una búsqueda consciente de filmar los espacios con especial esmero?

RR: Para mí el único elemento esencial que necesita el cine es el espacio. Se puede hacer una película sin actores como El predio (sólo travellings de los distintos espacios de la ESMA), pero no podés hacer una sin espacios; sería una especie (horrible) de teatro filmado. Siempre pienso al espacio como un personaje más a tener en cuenta, y es por ello que nos detenemos en él, lo encuadramos, le damos su tiempo, lo iluminamos y lo escuchamos, para retratarlo de la manera más fiel y respetuosa posible. Me gustan las películas que muestran y se hacen cargo del lugar concreto dónde suceden. Me gustan las películas que además de contarme una historia, me muestran un pueblo, su geografía, sus casas, sus calles, su cultura, su materialidad.

RK: Hay una intuición certera de Alejandro Cozza, uno de sus colaboradores más cercanos, de que este film sería un equivalente cinematográfico a un tipo de cuento o novela breve destinada a la iniciación juvenil en la literatura. Con su tercera película usted asume un riesgo evidente: la película trabaja en un universo muy acotado y esencialmente pequeño. ¿Cómo piensa Todo el tiempo del mundo respecto de sus dos películas precedentes?

vlcsnap-2015-08-05-00h25m05s145

Todo el tiempo del mundo

RR: La pienso y siento como mi tercer película. Es cierto que fue hecha bajo otro modelo de producción, más chico si se quiere, y con otros tiempos de desarrollo y rodaje, pero la búsqueda artística y lo que he encontrado en ella, es para mí tan auténtico y del mismo valor que en las otras dos películas.

RK: Tengo entendido que ya tiene otra película en proceso de edición y posproducción, y también está por encarar dos nuevas películas. ¿De qué tratan?

RR: El deportivo trata de historias de amor (pareja, madre e hijo, vecinos), enmarcadas en los barrios populares y futboleros de Córdoba: Alberdi, Las Palmas y La France.

Casa propia habla de la necesidad desesperada de un hombre de 40 años que necesita y desea que su madre muera para poder seguir viviendo.

Tunga muestra los primero pasos de La Mona Jiménez como cantante popular (a sus 20 años), enmarcados en un policial negro.