Por Roger Koza

Gilberto Pérez nació en Cuba y vivió gran parte de su vida en Estados Unidos. Fue profesor de la asignatura Arte e Historia de la Cultura en el Sarah Lawrence College. Solía publicar regularmente en la revista literaria London Review of Books y también escribía sobre películas en la publicación Yale Review. En el día de hoy me enteré de su muerte, una noticia que, si bien es de otro orden, se yuxtapone a los ominosos acontecimientos que tuvieron lugar en París. Tristeza.

¿Por qué escribir sobre un tal Pérez, un apellido que suele tener entre nosotros un dejo de menoscabo? Pérez es el autor de uno de los mejores libros que se hayan escrito jamás sobre cine: The Material Ghost: Films and Their Medium, título que se publicó en 1998 y que no ha sido leído como corresponde. Estoy convencido de que se trata de un libro de la importancia de ¿Qué es el cine?, de André Bazin, o de Negative Space, de Manny Farber. En ese libro monumental y vital, Pérez escribe sobre Kiarostami, los Straub, De Sica, Renoir, Godard, Antonioni, Keaton, Dovzhenko, entre otros (los capítulos sobre el genio del slapstick y el director de Tierra son literalmente emocionantes e iluminadores). No hay una tesis expuesta y dogmática en todo el libro, pero por cada capítulo leído los ojos se modifican por completo.

Como sucede con Bazin, al leer a Pérez uno entiende inmediatamente que hay una suerte de física del cine y que la crítica tiene mucho que ver con cómo lograr hacer visibles las partículas que constituyen un plano, una secuencia, una película. Hay un antes y un después, tras pasar por este libro luminoso, amable y analítico; al menos para mí hubo un antes y un después, porque fue Pérez el que me permitió entender que la crítica, más que un oficio de hermeneutas en busca de profundidades secretas o impresionistas perezosos que demuestran con cierto estilo su relación gozosa con un film cualquiera, implica una modulación de la sensibilidad y la inteligencia para aprehender el movimiento de las imágenes y el sonido que las acompañan, sin por eso despreciar el placer propio, el rigor teórico y la responsabilidad pública de no desatender la relación que todo film tiene con su tiempo histórico y político.

Con la editorial Los Ríos hemos estado por más de un año y medio intentando conseguir los derechos para traducir The Material Ghost. Dos días atrás, mi mujer y yo estuvimos revisando las primeras páginas. Todavía no sé si se ha confirmado la traducción, pero él creía que sí. Por otro parte, Pérez iba a participar del panel del Foro de la Crítica en la inminente edición de FICUNAM. En un mail del mes de septiembre, Pérez me decía: “Estoy muy contento de que la John Hopkins University Press haya finalmente llegado a un acuerdo con la pequeña editorial de Córdoba sobre la traducción al español de mi libro The Material Ghost. Y estoy seguro que la conferencia en México será estimulante y gratificante”.

Sé que trabajaremos a destajo para conseguir una acabada traducción de ese libro, en la medida en que todo se confirme y podamos seguir adelante con ese proyecto. Es una responsabilidad mayor dar a conocer esa verdadera joya literaria del género de la crítica.

La tristeza es inmensa. No tendré el placer de conocer a Pérez en persona. Sé que me quedan sus escritos y el recuerdo de un amigo en común que justamente cenó con él en Nueva York en el mes en que yo recibía ese mensaje del que cité un fragmento. El mail que Pérez me envió finalizaba así: “Su amigo y servidor”.

No nos conocíamos, pero honraré esa amistad si me toca finalmente traducir su trabajo, y trataré de superar mis limitaciones para aspirar a un poco de su clarividencia analítica y amable erudición.

Roger Koza / Copyleft 2015

Todo en inglés:

Adrian Martin sobre The Material Ghost

Extraordinario artículo de Pérez sobre la retórica en el cine. 

Pérez sobre un libro sobre Godard.