FILOSOFÍA BARATA: 298 PALABRAS SOBRE EL CIUDADANO ILUSTRE

FILOSOFÍA BARATA: 298 PALABRAS SOBRE EL CIUDADANO ILUSTRE

por - Varios
18 Sep, 2016 03:01 | comentarios

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Por Roger Koza

El argumento es este: un premio Nobel de literatura nacido en un pueblo (imaginario) de la provincia de Buenos Aires visita su pueblo natal tras 40 años de vivir en Europa. De ahí en más el escritor descubrirá que prácticamente todos son unos bárbaros y hasta correrá peligro su vida. Todo vale para afirmar el argumento; de ahí que el inverosímil patetismo de algunas escenas será conjurado por un giro narrativo de último momento, el cual alivianará un poco el desprecio en el nombre de la ficción y, sin nombrar a Nietzsche, se lo invocará para que trabajemos sobre la interpretación final de lo que hemos visto.

Los cínicos se ríen en su presunta superioridad extramoral e intelectual de las debilidades de los otros, los que conforman el ejército de prescindibles que pasan por el mundo para afirmar su rotunda intrascendencia. Los cínicos detectan los lugares comunes de los seres ordinarios y desmontan sus costumbres ridiculizándolos. En ocasiones, los prescindibles suelen vivir en pueblos; allí perpetúan sus hábitos y además se embrutecen. He aquí una síntesis de la no muy perspicaz filosofía de El ciudadano ilustre. Degradar el costumbrismo, refugio de prejuicios, inequidades y crueldades, puede ser un legítima agenda crítica, pero el cinismo es su trivial inversión, acaso el lugar común de los cultos.

Si el film puede pasar por otra cosa se debe a la esmerada interpretación de Oscar Martínez, cuya sola participación no alcanza para compensar las lagunas rítmicas del relato y los recursos humorísticos propios de un cine televisivo. Además, en este film académico —pues meramente ilustra la novela de origen— algunos creyeron advertir una metáfora de la cultura política vernácula. Esa intuición no es menos reaccionaria que el film, que desconfía tanto de la política como de la buena voluntad de los hombres.

*Este texto fue comisionado por el diario La voz del interior en el mes de septiembre para la columna «Miradas opuestas».

Roger Koza / Copyleft 2016